Mario Guerra
Terapeuta y tanatólogo
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• El perdonar puede ser muy complejo y lento. Incluso, para muchos, esto resulta imposible a pesar del dolor que les provoca el resentimiento que los mantiene encadenados justo a quien los lastimó.
• No es un secreto que hay muchos que no perdonan. Para hacerlo, se necesita ejercer un arte que conlleva distintas habilidades como revisar las historias de lo ocurrido y distinguirla de las historietas que nos contamos.
• Aprender a aliarnos con nuestras emociones y no volvernos títeres de sus impulsos. Renunciar a la búsqueda de justicia por encontrar la paz.
¿Qué es perdonar?
• Es elegir reconocer lo que ha pasado, de la manera en que pasó, en vez de vivir pensando en lo que podría o debería haber pasado.
• Es dejar de pelearte con lo que es.
• Perdonar es dar un paso hacia el presente, con la mirada puesta en el futuro y no vivir anclado en el pasado.
• Es entender que quien me ha lastimado no necesariamente ve la vida de la manera en que yo la veo.
¿Es igual que resignarse o aceptar?
• Resignarse nos encierra en la impotencia y la indefensión.
• Aceptar es básicamente un dejar de hacer.
• Perdonar es un acto que te ayuda a crear para ti un futuro en libertad.
¿Por qué no es sencillo?
• Porque es un proceso y no un switch de encendido/apagado.
• Depende mucho de la falta cometida, el significado que le des a esta, la intención que tú creas que tuvo el otro y tu capacidad de ser flexible.
• Hay personas que perdonan con más rapidez la misma falta que tu llevas años resintiendo y viceversa.
• Nadie le puede decir a otro cuándo debe o no debe perdonar.
• Es una decisión muy personal.
Tres obstáculos basados en la ciencia que nos impiden perdonar
• Un estudio realizado por el Dr. Ian Williamson y cols. y que fué publicado en el “Journal of Motivation and Emotion” en Junio de 2014, identificaron 3 categorías de obstáculos en lo que llamaron “Aversión a perdonar”.
1. Indisposición
Se define como un estado de inquietud emocional en donde la persona se siente atrapada a través de:
• Mantener un papel de víctima.
• Rumiar el mal que les hizo otro o la vida.
• Incapacidad para mirar y contarse lo ocurrido de otra manera
¿Quién es más propenso a padecer esta indisposición?
• Personas ansiosas, que tienden a rumiar o quejarse de todo.
• Personas que tienen miedo a que los vuelvan a lastimar.
¿Qué hacer en este caso?
• Es importante no apresurarse a perdonar y no perdonar demasiado de prisa.
• No ceder a las presiones externas acerca de las terribles consecuencias en la salud para el que no perdona o la dureza de su corazón.
• Revisar nuevamente lo ocurrido, reconocer las emociones y los pensamientos que se tuvieron acerca de sí mismo y del ofensor.
• Pensar que pudo el otro haber hecho diferente, qué pudo uno mismo haber hecho distinto y qué se puede hacer diferente de ahora en adelante.
Librarte de creencias erróneas:
• Sólo Dios perdona.
• No sólo él perdona.
• Perdonar es olvidar.
• El perdón no es amnesia
• Perdono sólo cuando ya no me duele.
• Uno puede elegir perdonar en cualquier momento.
• Perdonar es reconciliarte.
• No necesariamente, especialmente si el otro te sigue lastimando.
• El perdón es una obligación.
• Es una decisión.
2. Autoprotección
• Este bloqueo está basado en el temor, posiblemente muy legítimo y fundado, de que perdonar nos dejará vulnerables para que nos vuelvan a lastimar, para que vuelvan a abusar de nosotros o que no respeten nuestros límites.
¿Quién es más probable que utilice la autoprotección?
• Personas que han sido repetidamente lastimadas y cuyo agresor no pidió perdón o no mostró remordimiento.
• Especialmente cuando el agresor minimiza el daño y utiliza actitudes de “Ya perdóname, no es para tanto”
• También cuando el agresor culpa al ofendido por lo ocurrido: “Pues te pegué porque me hiciste enojar”
• Personas que sufren continuamente transgresiones a la confianza o incumplimiento de promesas
• En este caso no perdonar es un intento por mantener un equilibrio en el poder y control dentro de la relación.
¿Qué hacer en este caso?
Para que la persona se pueda sentir segura y considere perdonar debe:
• Establecer nuevas reglas en la relación.
• Fijar límites claros y cero tolerancia con nuevas faltas.
Si se vuelven a cometer lo mejor es perdonar y romper toda relación con el agresor.
• Para fijar límites se recomienda:
• Identificar un límite que nos has podido poner con quien no puedes perdonar.
• “Ya no voy a dejar que me grite”.
• Revisa este límite y piensa cómo te ayuda a sentirte más seguro, si este límite no lastima la dignidad del otro y nota similitudes y diferencias entre las necesidades de ambos.
• Habla con la persona y hazle ver a lo que ya no estás dispuesto. Se claro, directo y no des muchas explicaciones. Escucha lo que tiene que decirte y buscar llegar a un acuerdo.
• “Voy a pedirte que ya no me levantes la voz porque eso me lastima”
Establece las consecuencias, de manera muy específica, de una nueva falta. Establece algo que sí vayas a cumplirle. No es una amenaza, porque no involucra la intención de hacer mal al otro sino de ponerte a salvo tú.
• “Si vuelves a hacerlo, voy a tener que terminar mi relación contigo”
• Si tú eres el que ha cometido la falta:
• Pide perdón sin presionar.
• Reconoce el daño que has hecho (aún sin querer)
• Reconoce y valida los sentimientos del otro.
• Vuelve a pedir perdón y ofrece tu disposición de no volver a lastimar al otro.
3. Dignidad
Esto se relaciona con conservar la dignidad frente a otros, proteger la imagen pública y proteger el autoconcepto.
No queremos parecer débiles, estúpidos, vulnerables, dejados o patéticos.
Buscamos evitar sentir vergüenza de nosotros mismos.
Es un temor a perder una imagen de poder y control ante la sociedad.
¿Quién utiliza más la barrera de la dignidad?
• Personas con baja autoestima que incluso no sólo no perdonan, sino que incluso buscan venganza.
• Personas que dependen mucho de la opinión de otros o que son muy vulnerables a las críticas.
• Para estas personas el no perdonar les hace sentir que se les restituye una dignidad social ante el ofensor.
• Te quieres hacer el fuerte porque en realidad te sientes muy vulnerable.
¿Qué hacer en este caso?
• Es necesario que recobres tu sensación de valía y respeto personal antes de considerar perdonar.
• Pero no hacerlo a través de la venganza porque, de lo contrario, crearás una espiral de agresividad entre ambos.
• La venganza o revancha es la búsqueda de justicia y el arte de perdonar no espera lo imposible.
• A veces tenemos que renunciar a la búsqueda de la justicia para alcanzar la paz.
• En este caso buscar ayuda profesional es la mejor idea.
Como conclusión
• Si ya decidiste que vas a perdonar, hazlo antes que sea demasiado tarde y te gane el tiempo o la pérdida.
• Aún así, no es una obligación perdonar si sientes que no puedes hacerlo; el perdón es una decisión muy personal que cada uno puede tomar o no. Sólo asume que no perdonas porque el hecho sea imperdonable, sino porque tú no has desarrollado aún el arte de perdonar.