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2024-12-18 17:37:39
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Hijos Alfa: ¿quiénes son y cómo identificarlos?

Hoy tenemos una “epidemia” de hijos alfa están a cargo en sus casa: son los que mandan, pero dirigen, pero exigen y los adultos obedecen.

abril 20, 2023

Hoy tenemos una “epidemia” de hijos alfa están a cargo en sus casa: son los que mandan, pero dirigen, pero exigen y los adultos van “atrás de ellos”.

El reto consiste en ver el problema de los hijos alfa como lo que es: un niño movido por instintos para evitar la vulnerabilidad de depender de sus vínculos más cercanos para que le cuiden.

Los adultos suelen describir a los niños alfa como mandones, dominantes, exigentes e insaciables ¿los reconoces?

¿Quiénes son los niños alfa?

Los niños alfa se ven a sí mismos como los que deben llevar la voz cantante y decir a los adultos cómo cuidar de ellos. El problema de los niños en posición dominante o alfa no es de fuerza, como a menudo se percibe erróneamente, sino de desesperación. Por alguna razón, el niño ha perdido la confianza en sus cuidadores, así que su único recurso instintivo es hacerlo él mismo.

¿Cuál es la raíz de los problemas alfa en los niños?

La pieza fundamental que a menudo se pasa por alto a la hora de entender el apego es que su función es hacer que el niño dependa de quienes le rodean. Esto significa depender de alguien para su cuidado y bienestar, una posición increíblemente vulnerable.

Hay muchas otras razones por las que los niños buscan la posición dominante en sus relaciones con los adultos, incluidas las experiencias adversas con demasiada disciplina basada en la separación, la crianza igualitaria o cuando los padres luchan por encontrar una postura alfa en el hogar que sea firme y cariñosa a la vez.

A veces es un accidente trágico o una gran pérdida para el niño lo que cambia las tornas en el hogar, donde el niño se vuelve inseguro sobre si alguien puede realmente mantenerle a salvo. Hay muchas razones por las que aparecen los problemas alfa y se encuentran en todo tipo de hogares, independientemente de la etnia, el nivel educativo de los padres, la situación socioeconómica y el enfoque de la crianza.

Cuando un niño se siente a cargo de orquestar su cuidado el mayor error que podemos cometer es confundir esta demostración de fuerza con madurez o independencia. Simplemente no es así, es un acto de desesperación y la necesidad de que este niño descanse al cuidado de otros es grande.

6 puntos para restaurar el equilibrio

Encuentra tu postura alfa – Una de las estrategias más importantes para domar a un niño alfa es liderar desde la propia postura alfa. Tienes que transmitir al niño en todo momento que puedes cuidar de él. Encontrar el lugar dentro de ti que quiere cuidar de ellos, se ve a sí mismo como lo suficientemente fuerte, y capaz de cuidar de ellos es una necesidad. Puede que no siempre te sientas así, pero dar lo mejor de ti mismo en este sentido es fundamental. Si un niño con complejo de alfa ve que desconcierta y desafía a sus cuidadores, no se ganará la confianza en su cuidado. Aunque habrá veces que el niño se frustre mucho porque no cedes a sus exigencias, la sensación de ser demasiado o abrumador para sus cuidadores no hará más que reforzar su postura alfa.

Invitar a la dependencia – Para invitar a la dependencia, el progenitor debe hacer que sea seguro depender de él. Las relaciones de confrontación sólo exacerban la postura alfa del niño. Cuando la autoridad paterna se utiliza para controlar al niño, quitándole cosas o negándole privilegios acordados para obtener su conformidad, no contribuye a generar confianza.

El tiempo fuera y otras formas de disciplina basadas en la separación pueden transmitir al niño que la relación es condicional y se basa únicamente en el buen comportamiento. Un progenitor debe guiar el comportamiento tormentoso sin utilizar su poder de forma adversa o coaccionando el cumplimiento.

Tomar la iniciativa en las actividades – Una estrategia eficaz con un niño alfa es encontrar oportunidades en las que el niño deba depender del adulto para su cuidado. Salir de casa y llevar al niño de excursión puede lograrlo. Muchos niños alfa se niegan a salir de casa, en gran medida porque el adulto se lo pide (lo pone al mando) y porque su casa es también su reino seguro. A pesar de sus protestas, sacarlos de casa y llevarlos a un lugar nuevo puede desalojar temporalmente su postura alfa. Las actividades fuera de casa ofrecen al progenitor la oportunidad de tomar la iniciativa y demostrar al niño que puede confiar en él para cuidarle.

Satisfacer sus necesidades en lugar de sus exigencias: uno de los retos de los niños alfa es que exigen mucho a sus cuidadores. No se puede cuidar de un niño satisfaciendo sus demandas, porque él sigue siendo el encargado de orquestar sus cuidados. Lo que hay que hacer es satisfacer sus necesidades en lugar de sus demandas. Una estrategia para conseguirlo es superar sus peticiones dándoles más de lo que piden.

No entables batallas alfa con un hijo – Entre las cosas que hay que evitar con un hijo alfa figuran negociar con él como si fuera un igual y consultarle asuntos relacionados con su cuidado. A veces los padres hacen demasiadas preguntas relacionadas con su cuidado, por ejemplo: ¿tienes hambre, estás cansado, quieres ir al parque?, en lugar de leer las necesidades del niño y atenderlas. Guiar a un niño significa transmitirle que sabes lo que necesita y moverte para atenderle desde ese lugar. Además, transmitir los propios miedos o que el niño te hace daño sólo refuerza también su postura alfa.

Ocultar tus necesidades – ocultar las propias necesidades es fundamental, ya que, de lo contrario, el menor percibirá los temores o las preocupaciones del progenitor y podría pasar a hacerse cargo de él. Si un niño pasa a hacerse cargo de su progenitor, comunicarle que no es necesario y que es tarea del progenitor cuidar de él reforzará la posición del cuidador.

Aunque la vida puede ser difícil y dura para los padres, apoyarse en otros adultos y proteger al niño de los problemas propios de la edad adulta puede evitar que la relación padre-hijo se invierta. Puede ser útil tener en cuenta que el niño se mueve para afirmar su dominio y que es la forma que tiene la naturaleza de preservarlo cuando ha perdido la fe en su proveedor.

Fuente: Marcela Escalera, Psicóloga clínica con Master en Educación, Directora desde 2009 del Instituto Neufeld Español. 

IG: @marcelaescaleraoficial // www.siembravínculoscontushijos.com

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