El martes 12 de diciembre de 1531, sucedió un hecho trascendental: la aparición de una figura femenina en el ayate de un indígena: La Virgen de Guadalupe. Descubre aquí los misterios que se esconden en el manto de esta figura tan emblemática en México.
Con Daniel Muñoz
Periodista e investigador
En el manto de la Virgen de Guadalup, ¿qué se puede encontrar?
Se encuentran representadas las estrellas más brillantes de las principales constelaciones visibles desde el Valle del Anáhuac aquella madrugada del 12 de diciembre de 1531 en el momento en que Juan Diego se presentó con el obispo Zumárraga. En el lado izquierdo del manto de la Virgen (a nuestra derecha porque la vemos de frente) se encuentran “comprimidas” las constelaciones del sur: cuatro estrellas que forman parte de la constelación de Ofiuco (Ophiucus). Abajo se observa Libra y a la derecha, la que parece una punta de flecha corresponde al inicio de Escorpión (Scorpius). Hacia abajo se evidencia la Cruz del Sur (Crux) sin ninguna duda, y a su izquierda aparece el cuadrado ligeramente inclinado de la constelación de Centauro (Centaurus).
En total, se pueden identificar las 46 estrellas más brillantes que rodean el horizonte del Valle de México.
LAS SORPRENDENTES FIGURAS EN LOS OJOS DE LA VIRGEN
El 29 de mayo de 1951, José Carlos Salinas Chávez redescubrió el suceso cuando observaba una fotografía del rostro de la Virgen, ahí descubrió la imagen de un hombre con barba, la imagen era muy clara, no sólo en el ojo derecho sino también en el ojo izquierdo. 20 oftalmólogos especialistas han tenido la oportunidad de analizar de cerca y minuciosamente la imagen de la Virgen. En los ojos de la Virgen cabe destacar que hay dos escenas: una de ellas es la de la estampación, en la que está Juan Diego cuando deja caer las rosas.
El 27 de marzo de 1956, el Dr. Javier Torroella Bueno, un prestigioso oftalmólogo analizó el ayate. Fue el primer análisis de la imagen realizado por un médico y dio testimonio de la presencia de un triple reflejo (efecto Samson-Purkinje) que es una característica del ojo humano y que comprueba que las imágenes que se localizan en los ojos están en la posición exacta de acuerdo con esta teoría, a la vez que la distorsión de las imágenes concuerdan con el contorno de la cornea. El mismo año otro oftalmólogo, el Dr. Rafael Torrija Lavoignet, examinó la imagen en gran detalle con un oftalmoscopio. Aparentemente pudo observar una figura humana en la cornea de ambos ojos que a su vez correspondía con el lugar y la distorsión del ojo humano.
Estudios indican que en los ojos de la Virgen de Guadalupe se reflejan 13 personas y entre ellas, en el centro de la pupila se nota lo que se podría ser una familia. El investigador Aste Tonsmann afirma: "Es una madre que carga un niño con el rebozo, como hasta ahora se hace; dos niños más, el padre y dos personas adultas que podrían ser los abuelos. Es todo un grupo familiar".
¿EXACTAMENTE QUE FIGURAS APARECEN?
Las trece figuras humanas identificadas en un espacio de 8 milímetros de diámetro que aparecen en los ojos de la Virgen de Guadalupe, no están pintadas. Existen dos escenas: La primera contiene al obispo Zumárraga sorprendido frente al indio Juan Diego, que abre su tilma y descubre la imagen de María. Otros testigos complementan la escena del milagro, como el traductor de lengua Náhuatl al español o como una mujer de raza negra. La segunda escena, mucho más pequeña que la anterior, se ubica en el centro de los ojos y contiene una imagen familiar típica de indígenas americanos: un matrimonio con varios hijos alrededor.
MÁS DATOS SORPRENDENTES:
EL SECRETO DE SUS OJOS
Estudios oftamológicos realizados a los ojos de la Virgen María (La Virgen de Guadalupe) han detectado, por increíble que parezca, que al acercarles la luz, la retina se contrae, y al retirar la luz, se vuelve a dilatar, tal como ocurre en un ojo vivo.
TEMPERATURA DE LA TILMA
Al tomarse la temperatura de la fibra de maguey con que está construida la tilma, se descubre que la misma mantiene una temperatura constante de 36.6 grados, la misma que el cuerpo de una persona viva.
Uno de los médicos que analizó la tilma colocó su estetoscopio debajo de la cinta que María posee (señal de que esté en cinta) y encontró latidos que rítmicamente se repiten a 115 pulsaciones por minuto, igual que un bebé en el vientre materno.
LA TELA
La fibra de maguey que constituye la tela de la imagen, no puede en condiciones normales perdurar más de 20 o 30 años, a casi quinientos años de la aparición, la imagen de la Virgen de Guadalupe sigue tan firme como el primer día.
LA EXPLOSIÓN QUE NO CAUSÓ DAÑO ALGUNO
El 14 de noviembre de 1921 Luciano Pérez, un español anarquista, colocó un arreglo floral a los pies de la tilma, que contenía una bomba de alto poder. La explosión destruyó todo alrededor, menos la tilma que permaneció en perfecto estado de conservación. Una cruz de metal que se encontraba en las proximidades fue totalmente doblada por la explosión y se guarda como testimonio de lo ocurrido.
EL ANÁLISIS DE LAS FIBRAS
En 1936 se realiza el análisis de tres fibras del manto por el Dr. Richard Khun (De origen judío y premio Nobel de Química del año 1938 y 1949). Este descubrió que la imagen de la Virgen no tenía ningún origen vegetal, ni mineral, ni animal, ni de ningún otro elemento de los 111 conocidos, por lo que dedujo que la “pintura” no es de origen conocido.
