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¿Por qué estamos siempre de mal humor y con poca energía?

Conoce las personalidades más proclives a sufrir malhumor crónico, las razones y qué hacer para revertirlo.

septiembre 10, 2013

Angry man shouting and hitting gray wallEdilberto Peña de León
Neuropsiquiatría
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Hay personalidades más proclives a sufrir malhumor crónico: 

-Las hipersensibles, porque viven siempre en estado de alerta y tensión
-Las perfeccionistas, por sus altos niveles de exigencia y su frecuente insatisfacción
-Las depresivas, por su sentimiento recurrente de desesperanza. 
También las personalidades obsesivas son muy proclives al malhumor, sobre todo aquellas que tienen obsesión por el orden y la simetría y se sienten contrariadas y hasta violentas cuando alguien cambia algo de lugar.
Joe Forgas, coeditor de Frontiers, de la serie de psicología social de Psychology Press, de Nueva York, profesor de Psicología de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Sydney, Australia, y responsable de un estudio sobre emociones.
-Asegura que el mal humor mejora las capacidades para afrontar los problemas porque son personas menos crédulas, piensan con más claridad y tienen una mayor capacidad comunicativa que los que están en permanente felicidad. 
-“La irritabilidad, en dosis moderadas, tiende a promover un estilo de comunicación más concreto, más armonioso y, en definitiva, más exitoso. 
-Mientras que el humor positivo parece promover la creatividad, la flexibilidad y la cooperación, el mal humor fomenta la melancolía y activa una forma de pensar más atenta, reflexiva y cuidadosa, lo que hace a una persona prestar más atención al mundo externo y le ayuda a lidiar con situaciones complicadas”. 
-Para llegar a esta paradójica conclusión, Joe Forgas seleccionó a un grupo de voluntarios a quienes les indujo a sentir felicidad o molestia, a través del visionado de películas que tenían que vincular con experiencias personales. Y luego les pasó unos test. 
-La investigación concluyó que los malhumorados e irritables cometieron menos errores y se comunicaron de manera más clara y directa que los que habitualmente se muestran alegres. 
-El investigador lo achaca a la manera de procesar la información cuando se está de mal humor. 
David Gal, experto en psicología del consumo de la Northwestern University, y Wendy Liu, especializada también en conducta psicológica del consumidor de la Universidad de California, San Diego
-Han publicado este año en Journal of Consumer Research un estudio titulado Grapes of wrath: the angry effects of self control (algo así como las uvas de la ira: el enojo como resultado del autocontrol). 
-La conclusión de su estudio es que las personas que hacen un esfuerzo para controlarse, manifiestan más reacciones de enfado. 
-“La investigación ha demostrado que ejercer el autocontrol hace que las personas sean más propensas a comportarse de manera agresiva hacia los demás”. 
1.Hay dos tipos principales de agresividad o irritabilidad:
I.La primera es cuando estás de mal humor de manera reactiva a las situaciones adversas que te tiene el medio ambiente y andas «de malitas todo el tiempo» 
II.La segunda es cuando reaccionas de manera impulsiva, exagerada y desproporcionada a estos estímulos adversos.
2. Bases cerebrales de los comportamientos impulsivos. 
-Se ha demostrado que las personas impulsivas tienen menores conexiones en la corteza frontal que las personas que no lo son, así como un funcionamiento exagerado de una zona del lóbulo temporal que se llama «amígdala». 
-En la amígdala se encuentran las neuronas que se encargan de los comportamientos «extraordinarios» que necesitamos por supervivencia como vestigio de las épocas más primitivas del desarrollo humano. 
-Ejemplo de esto son la ansiedad, la huída, el miedo y también la agresividad. Está muy conectada con la corteza frontal, que describíamos anteriormente. 
-La corteza frontal se encarga de ser el «policia» de nuestra conducta. 
-Es donde reside el «ego o yo» de Freud, la estructura que tiene a su cargo el talante moral, que nos indica lo que está bien y está mal en nuestras conductas. 
-Es por eso súper importante esta conexión ya que gracias a esta es que la corteza frontal puede modular las reacciones impulsivas. 
-Es por esto que cualquier lesión en estas zonas nos puede alterar nuestra manera de responder.
3.El estar irritable o de «malas» es generalmente producto de un desequilibrio en los neurotransmisores que se combinan en una zona del sistema nervioso central que se llama «sistema límbico» que es el lóbulo emocional de nuestro cerebro.
-Son tres los neurotransmisores involucrados: serotonina, noradrenalina y dopamina. 
-Estos se ven alterados en la depresión, en el trastorno por déficit de atención, en los trastornos de ansiedad, en el trastorno bipolar, en los trastornos del control de la conducta (cleptomanía, impulsos incontrolables por comer, ludopatía (apuestas)) y en los trastornos de la personalidad.
4.Algunos trastornos médicos generales pueden alterar el equilibrio de estos neurotransmisores en el sistema límbico, como en los problemas tiroideos, hormonales femeninos (adolescencia, embarazo y menopausia), tumores que producen más cortisol (cortisona que producimos nosotros), etc.

septiembre 10, 2013