Con Erick Estrada
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Lo que debes saber:
– El ser humano nace estéril y la presencia de la microflora comienza en el momento del parto cuando el bebé traga la microflora del tracto vaginal
– Con la lactancia sigue recibiendo la microflora a través de la leche materna; la microflora se va enriqueciendo con el contacto del entorno familiar.
– Así comienza una relación comensal en donde estas miles de especies y el ser humano se prestan servicios mutuos.
– La microflora se completa después del primer año de vida y no existen dos personas con la misma composición microbiana, ni aún los gemelos idénticos.
– La microflora se encuentra principalmente en la piel, boca, estómago, intestino y en los genitales.
Algunas funciones básicas de la microflora intestinal:
– La vitamina B12 es indispensable para fabricar la hemoglobina de la sangre y glóbulos rojos, así como para fabricar ácidos grasos de cadena corta, la síntesis del ADN y la energía celular a través del ATP,
combustible hecho a partir de la glucosa.
– Sólo la microflora dispone de las enzimas para la fabricación de la vitamina B12.
– La digestión se lleva a cabo con la participación imprescindible de la microflora, pues el genoma humano carece de los genes necesarios para sintetizar las enzimas que degradan los carbohidratos, para lo
cual se requieren 260 enzimas diferentes para extraer los nutrientes de las frutas y las verduras.
– Una de las bacterias más estudiadas es la Bacteroides thetaiotaomicrón, la cual se encarga de fraccionar las moléculas largas y complejas de los carbohidratos de los vegetales para convertirlos en glucosa
y otros azúcares fáciles de digerir, lo cual se ha podido demostrar en ratones estériles.
– Otra de las bacterias comensales más estudiada es Helicobacter pylori, la cual crece en el estómago y su función básica e indispensable consiste en regular la cantidad de ácidos en el estómago
– Manteniendo el equilibrio a través de la síntesis de proteínas que provocan una disminución en la producción de ácido.
– La dieta carnívora rompe ese equilibrio, estimulando la producción de más ácido; también las harinas refinadas, fritas y horneadas
– Alimentos que producen una reacción ácida que propicia la proliferación de Helicobacter pylori al no poder contener la reacción ácida provocada por estos alimentos antinaturales puede llegar a producirse
una úlcera.
– En los años sesenta se descubrió la relación entre las úlceras y la proliferación de Helicobacter pylori y desde entonces se usan antibióticos para acabar con esta bacteria benéfica
– En vez de reeducar a la sociedad para corregir la alimentación que rompe el equilibrio entre la microflora y nuestro estómago, provocando varios trastornos alimenticios.
– Helicobacter pylori regula la producción de las hormonas del apetito que fabrica el estómago: la grelina y la leptina.
– Cuando aumenta la cantidad de grelina, informa al cerebro que el cuerpo necesita alimentos, lo cual ocurre al levantarnos y su concentración disminuye después de desayunar.
– La leptina indica al cerebro que el estómago está lleno y que no se necesita más alimento, dando la sensación de saciedad.
– Cuando eliminamos Helicobacter pylori con los antibióticos, la grelina no disminuye después de comer, razón por la cual la persona sigue con apetito después de comer, provocando sobrepeso y
obesidad, principalmente en niños.
– En la antigüedad Helicobacter pylori formaba parte de la microflora humana; en los años 90 se presentaba en el 80% de la población
– En el 2010 sólo está presente en el 6% de los niños de los Estados Unidos; la cual explica en parte la obesidad infantil; además de la alimentación chatarra muy común en la sociedad.
– Otra función básica de la microflora intestinal consiste en propiciar una diferenciación equilibrada de las células madre en los diferentes tipos necesarios como en células musculares u óseas; pero cuando se
disminuyen las especies de estos microbios benéficos, se produce un exceso de células adiposas, las células de la obesidad.
– El equilibrio entre la microflora y el sistema inmunológico se desarrolló a lo largo de 200 mil años
– Dicho equilibrio se comenzó a romper hace 60 años por el uso indiscriminado de antibióticos y por el abuso de los ginecólogos al aterrorizar a las futuras mamás para que autoricen el parto por cesárea
– Lo cual propicia una reducción en el número de especies de la microflora, lo cual es factor de riesgo además de la obesidad, de diabetes tipo uno.
– Otra función básica de la microflora consiste en mantener el equilibrio inmunológico y las reacciones inflamatorias en el intestino y Bacteroides fragilis se encarga de ello.
– En ratones se ha demostrado que sin la presencia de esta bacteria, el sistema inmunológico es defectuoso, con una función reducida, lo cual se normaliza cuando se le introduce la bacteria.
– Bacteroides fragilis produce un polisacárido A en su superficie, lo cual la señaliza como bacteria benéfica para que no sea atacada por los linfocitos y aquellas que carecen de él, son destruidas como si
fueran patógenas.
– La Bacteroides fragilis regula el equilibrio entre los linfocitos T reguladores antiinflamatorios con los linfocitos T proinflamatorios, los cuales liberan compuestos tóxicos para combatir las infecciones
intestinales, pero, cuando se producen en exceso pueden causar daño en los tejidos llegando a destruirlos por medio de las úlceras intestinales y colitis crónica.
– Los linfocitos T reguladores antiinflamatorios producen una proteína que frena la multiplicación de los linfocitos T proinflamatorios; el equilibrio entre estos dos tipos de linfocitos redunda en una buena salud; la
cual se puede volver frágil por el uso indiscriminado de antibióticos.
– La ausencia de microflora, es factor para el aumento de la prevalencia de las enfermedades autoinmunes como la diabetes tipo uno, la esclerosis múltiple, lupus, artritis, además de la obesidad.
