Anamar Orihuela
Psicoterapeuta
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1. Arréglate para ti
Sabemos que cuando eres mamá, las prisas están a la orden del día y puedes dejar la vanidad “para después”, sin embargo, para recuperar tu sensualidad empieza por poner atención a esos detalles. No importa si eres ama de casa o trabajas fuera, el domingo en la noche haz una lista de lo que usarás en la semana, ya sea que decidas hacerlo por colores o por tipos de prendas (faldas, vestidos, pantalones) imaginándote cómo te verás cuando te lo pongas, el chiste es que te sientas creativa al elegir lo que quieres usar.
Para hacerlo, echa un ojo a la psicología del color:
– Rojo: Pasión, energía y seguridad (adiós a los prejuicios)
– Naranja y amarillo: Brillo, claridad y anti fatiga (ideal para días pesados)
– Rosa: Romanticismo, sensibilidad y alegría (comidas o fiestas familiares)
2. Potencializa lo que te gusta de ti
Si te pregunto lo contrario, seguro tendrás una lista detallada, pero si reflexionas sobre lo que te hace sentir bien de tu físico ¿responderías igual?
Ejercicios
Mírate en el espejo. Si te cuesta trabajo encontrar tus atributos, pídele a tu pareja o a una amiga que se coloque detrás de ti y te diga qué le gusta de ti y por qué; permítele mostrártelo, acepta sus comentarios y trabaja para sacar partido según sus palabras.
3. ¡Date lo que les das a los demás!
Si eres una mamá o esposa amorosa, haz lo mismo por ti: acaricia tu cuerpo, sonríete, regálate tiempo y mímate. Al final, la capacidad de sentir placer empieza por ti misma.
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