Lucy Romero
Terapeuta familiar y de pareja.
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El MIEDO
Podría definirse como una sensación desagradable que suele atravesar nuestro cuerpo, mente y alma.
• Se puede deber a algo que sucedió, que sucede, o que sucederá.
• Es difícil de controlar, y puede provocar todo tipo de reacciones, simples o extremas, desde un huevo en el estómago hasta parálisis o un escandaloso ataque de pánico.
• A lo largo de nuestra vida escuchamos sobre innumerables miedos. Desde el monstruo que vive debajo de la cama, hasta pasar por debajo de una escalera; miedo a volar o a que un tiburón con apetito decida probar uno de tus pies como si fuera una delicatesen (así estés nadando en una alberca); miedo a resbalar en la ducha, caer y que una vecina te encuentre tres días después, o algunos más lógicos, como el miedo a las alturas, los sonidos fuertes e incluso la oscuridad.
• Los miedos, entonces, son algo inherente del ser humano –y en muchos casos– un botón de preventiva que nos ayuda a ahorrarnos situaciones peligrosas, incómodas o incluso dramáticas y graves.
• Con el paso del tiempo, y la evolución de la sociedad, los miedos han pasado de ser meramente “biológicos” (o lógicos) y con raíces de mera supervivencia, a ser reflejos de situaciones psicológicas, traumas, deseos, ansiedades, o meras trabas sociales que no encontramos cómo burlar.
Miedos absurdos.
Mientras crecemos, el temor a subir a una montaña rusa o aventarte de paracaídas se transforma en algo más abstracto, los miedos se vuelven menos tangibles, más subjetivos y… ¿Con toda honestidad? En la mayoría de los casos son completamente falsos.
• Estos miedos dificultan tu interacción social, afectan al desarrollo laboral e incluso meran las relaciones afectivas familiares, pues nacen de algo inexistente, una idea o mero pánico escénico (si, aunque en tu vida te hayas acercado siquiera a un escenario). Pero lo verdaderamente grave, es que si no los controlas toman control y gerencia de más y más aspectos de tu vida.
Miedo a no ser suficiente
• Así como suena, el miedo a no ser suficiente está cada vez más presente en diversos ámbitos de la vida, ¿Quién lo sufre? Por lo regular (aunque parezca increíble), personas sumamente inteligentes, capaces y exigentes que, con el tiempo, se van volviendo perfeccionistas y profundamente autocríticos. Es allí donde todo comienza. Dudas de tus capacidades, criticas cada una de tus decisiones y sueles asumir todo error a tu alrededor como una culpa (aunque tú ni tengas que ver en lo sucedido). La búsqueda de perfección se convierte en obsesión, y terminamos olvidando una verdad universal.
TIPS
• Una de las características de este miedo es: La negación . Así que, paso no.1 acepta tu miedo, y luego, acepta que es absurdo.
• Hay verdad universal: Nada ni nadie es perfecto, y más que eso, ser imperfecto no te nulifica, solo te humaniza.
• Recuerda que ni tu trabajo, ni tu familia, ni tu pareja necesitan de tu perfección. Relájate, nunca te exijas más de lo que exigirías a otra persona, reconoce lo que haces bien y felicítate.
Miedo a estar perdiéndote de algo
• ¿Qué pasaría si en lugar de estar a la caza de todo lo que sucede a lejos y aquello en lo que no estás presente comenzaras a disfrutar del presente y aquello a tu alrededor? Comienzas a componer un terror absurdo a ser excluido, genera ansiedad, sentimientos de soledad, baja autoestima, y una serie de emociones absurdas que te llevan a olvidar algo importante: No puedes estar en más de un lugar a la vez.
TIPS
• Lo dicho, recuerda que no puedes multiplicarte o dividirte y asistir a las decenas de eventos en que te etiquetan en Redes Sociales, o de costa a costa con tus grupos de amigos de trabajo, universidad, prepa y secundaria.
• Descubre la base real de tu miedo, ¿Es algo constante o eventos aislados? ¿Tiene que ver con personas cercanas en la actualidad o algo irrelevante? ¿Sucede realmente o estás exagerando nimiedades?
• Y finalmente, de vez en cuando, dite a ti mism@: Alto. Deja de sumirte en una actitud de total ansiedad cuando en realidad no pasa nada.
Miedo a la derrota
• Las derrotas son inevitables en la vida, y mientras más rápido lo aceptes en lugar de temerles es mejor. Este miedo, como la mayoría de los temores, es irreal, es la anticipación o visualización de un resultado negativo, que aún no ha ocurrido, pero que se siente como si estuviese ocurriendo ahora… pero, no todas las equivocaciones conducen a la derrota, ni todas las derrotas son “negativas”, a veces, caer puede llevarnos a extraordinarios aprendizajes. Detrás de cada tropiezo hay una oportunidad para crecer.
TIPS
• Paso no. 1, acepta que tienes miedo, deja de repetirte a ti mismo que es un “presentimiento” y justificarlo, pues mientras menos reconoces que la sensación es miedo, y encima irracional, menos eres capaz de moverte y evitar una derrota que, en este momento, tú estás fabricando.
• Ten actitud positiva y optimismo. Eliminar de la mente todo pensamiento destructivo: nosotros somos los dueños de nuestra mente y podemos generar pensamientos a voluntad, sean positivos o negativos. Para eliminar el miedo al éxito generemos pensamientos de bienestar y aceptación.
• Elabora una estrategia, actúa, y quema tus naves. Cuando has actuado con energía, convicción, libertad y optimismo simplemente debes aceptar el resultado como lo mejor que podía obtenerse en ese momento, preparándote para lo mejor es seguro que podrás encontrar el mejor lado a cualquier situación.
Miedo a la soledad
• Puedes estar solo y feliz o solo y triste, la idea de soledad es lo que tú decidas hacer de ella, y quizá es tiempo de dejar de sentir miedo de pasar tiempo contigo mismo… solo digo…
• Tener miedo a la soledad se vuelve ilógico en cuando: no estás realmente solo, sino que la posibilidad de perder a quienes te rodean actualmente genera ansiedad, por tanto no disfrutas el momento, ni tampoco la compañía. O, estás solo porque has decidido estarlo, buscas individualidad, te irrita compartir espacio, y el miedo se produce al dudar si haces lo correcto. En cualquiera de los dos casos: para, la soledad tiene sus lados positivos, pero más que eso, el erradicarla, disfrutarla, o admitir que no la tienes depende enteramente de ti.
TIPS.
• Las ideas e imágenes e ideas que los medios de información comparten sobre la soledad no siempre son objetivos. La soledad es un excelente momento para pasar tiempo contigo mismo, para realizar autodescubrimientos, o relajarte a profundidad, si se trata de unas cuentas horas, o días: aprovéchala.
• Si estás solo, analiza si realmente te gusta o no tu independencia, si deseas compartir tus espacios, si la respuesta es sí, entonces comienza por erradicar el miedo, pues es repelente, y comenzar a socializar y buscar puntos de encuentro con las personas a tu alrededor.
• Si no estás solo, lo dicho, el miedo es repelente, mientras más te aterres por una soledad en la cual no vives, menos aprovechas la compañía que tienes y más probable es que termine dejándote como esperas: solo.