Pilar Montes de Oca
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• En todas las sociedades humanas hay ámbitos, aspectos de la vida y comportamientos sujetos a restricciones o prohibiciones y los llamamos tabú.
• Ejemplos son las cosas que nos se pueden tocar, animales que no se pueden matar y/o comer, como las vacas en la India, personas con las que no se puede interactuar en alguna forma (hablarle a una reina sin que ella te hable primero) o hacer gestos o actitudes como darle la mano a una mujer en un país árabe, el contacto hombre-mujer en público está prohibido.
Tabú: palabra que el español tomó del inglés taboo y éste del polinesio tabú, que significa «prohibido» en el archipiélago de Tonga, aunque aparece en muchas de las lenguas polinesias con significados que giran alrededor de la idea de «prohibición religiosa». Fue el capitán Cook quien introdujo este término al inglés.
Eufemismos: Cuando una palabra está prohibida desde un punto de vista social, moral o religioso, en su lugar se usa otra que actúa como término inofensivo, aunque con el tiempo se van transformando también en palabras tabú.
• Stephen Ullmann, autor de importantes textos de semántica de mediados del siglo XX, señala que hay tres tipos de tabú lingüístico: el relacionado con el miedo, el que se asocia con la delicadeza y el que tiene que ver con la decencia y el decoro.
Tabú del miedo:
Se asocia a aspectos religiosos y supersticiones. Es la negación a pronunciar nombres de seres sobrenaturales, animales u objetos que, se supone, poseen determinados poderes, generalmente negativos, para no provocarlos.
Ejemplos:
• En inglés era muy fuerte invocar a Dios con la palabra god, por lo que en su lugar se decía gosh, gi, Lord, etcétera.
• El diablo: Está relacionado con lo siniestro, ejemplo “A diestra y siniestra”, pero esto viene del latín a la derecha y a la izquierda.
• Algunos pueblos que se creía que podían ser dañados si sus nombres eran usados por magos o enemigos, tenían dos nombres, uno pequeño, por el que eran conocidos, y el grande, que ocultaban y tenían prohibido pronunciar.
• Las tribus de Australia central tenían que decir el nombre de un hombre muerto en voz baja, porque, si incumplían el tabú, los indignados espíritus les perturbaban el sueño.
• Los aborígenes de Victoria, Australia que se referían al muerto como «el perdido» o «el que ya no es», para no decir su nombre.
• Los guajiros de Colombia, que castigaban el mencionar a un difunto matándolo también.
Tabú de la delicadeza:
En muchas culturas es común evitar la referencia a cuestiones molestas o desagradables, como la muerte, las enfermedades físicas o mentales, la vejez, los crímenes, etc.
Ejemplos:
• Muerte: la calaca, la flaca, la huesuda, la tía de las muchachas o la catrina, fallecer, expirar, pasar a mejor vida o nacer para la vida eterna, estirar la pata, colgar los tenis, chupar faros o entregar el equipo, «No se murió, se nos adelantó».
• Matar: eliminar o asesinar, y también con echarse, tronarse o cargarse a alguien.
• Viejos: Senectos, adultos mayores, adultos en plenitud.
• Personas con deficiencias físicas o mentales: ciego, invidente, cojo, tullido, paralítico, hemipléjico, manco, minusválidos o discapacitados, individuo con capacidades diferentes.
• Maldecir: decimos «no llega el bendito recibo de luz» o que «hay que pagar el bendito coche», cuando lo que en realidad queremos decir «¡maldita sea!».
Tabú de la decencia:
Se relaciona con palabras referentes al sexo, ciertas partes del cuerpo y sus funciones, y con las erróneamente llamadas «malas palabras». Como este veto varía según la época, la cultura y grupo social, la fuente de eufemismos es inagotable.
Ejemplos:
• Baño, W. C., escusado o tocador.
• Orinar, «vamos a pipintarnos», «a mi arbolito», «orinita vengo», «fue a regar las flores», «a echar una firma», «a su rancho», «a donde el rey va solo», etc.
• Nalgas, glúteos, pompas, pompis, trasero, asentaderas, asiento, posaderas, posas, petacas, nachas, ignacias, náilon, cabús, ancas, bote, cajuela, cachetes, Kikara y Pomponia, tepalcuanas, ponchas,
ponchis.
• Hacer el amor, fornicar o copular.
• Caray o caracoles, ’ta cañón, es un trinchón, no seas tontejo, chin o chihuahua.