Mario Guerra
Tanatólogo y terapeuta
Consulta a nuestro especialista
Más allá de la figura venerada, la relación de un adulto con su madre puede complicarse, torcerse o intoxicarse por muchas razones.
4 tipos de relación tóxica con tu madre
1. Competidores
• Viven en una mutua lucha de poderes.
• Busca cada uno la aprobación del otro, pero nunca la obtienen.
• Prefieren tener la razón que ser felices.
• Ambos se sienten incomprendidos y frustrados
• No reconocen que están siendo competitivos y suelen culpar al otro por el conflicto tachándolo de necio.
2. Atrapados en el pasado
• Mantienen la misma dinámica que cuando el hijo era niño.
a. Madre sobreprotectora
b. Hijo obediente y que evita la confrontación o contrariarla.
• Las parejas de estos hijos se quejan de que la suegra es metiche, controladora y que no respeta los límites.
a. Se resienten con su propia pareja por no hacer que su madre respete la intimidad de su relación.
b. Es una relación de tres (madre/hijo/pareja)
3. Codependientes
• Mantienen un cordón umbilical virtual que se conecta en ambos sentidos.
• Hijo y madre mantienen una estrecha comunicación con llamadas telefónicas diarias, visitas a veces a espaldas de la pareja, mensajes de texto o mails si es posible.
• La madre suele buscar al hijo para pedirle favores o para hacerle de comer o lavarle la ropa.
• El hijo busca a la madre para pedirle consejo, apoyarla en lo más mínimo o simplemente para hacerla feliz.
• Parece una relación cercana, amorosa y sana, pero en el fondo está llena de resentimientos secretos y miedos.
4. Actores
• No hay conexión emocional o es muy pobre.
• Madre y/o hijo se sienten obligados a buscarse por el parentesco, pero no comparten detalles íntimos de su vida personal.
• Si no fuera porque son parientes, nunca se buscarían ni se frecuentarían.
• Te haces cargo de ciertas cosas porque te sientes obligado, no porque realmente lo sientas.
La madre narcisista
• Una madre con rasgos de personalidad narcisista es incapaz de demostrar amor y empatía por sus hijos.
• No acepta su narcisismo y culpa al hijo del maltrato que recibe por su “mal comportamiento”.
• Emite juicios y críticas constantes.
• No otorga reconocimiento pleno o lo condiciona a la obediencia.
• Proyecta sus emociones en el hijo
a. “¿Por qué estás enojado conmigo?”
¿Cómo impacta a su pareja?
• El esposo de una madre narcisista la venera y adora por sobre todas las cosas.
• La apoya a ella antes que a sus hijos. No los ayuda ni los protege de su propia madre.
• Siente que no puede hacer nada y se mantiene así por conservar la relación o la fiesta en paz.
¿Cómo impacta a sus hijos?
• El de alto desempeño
a. Aparenta ser perfecto en todo lo que hace.
b. Aprendió que valía por lo que hacía, no por quien era.
c. Busca continuamente probarse que no es un fracaso, aunque generalmente se sentirá insatisfecho o insuficiente.
d. Quizá un abuelo o alguien en la familia creyó en él y le ofreció su apoyo incondicional.
• El fracasado
a. Básicamente fracasa en todo lo que se propone.
b. Se auto sabotea
c. Suele acabar sin empleo, no terminar la escuela y refugiarse en drogas o alcohol.
d. También siente que es un fracaso, pero no hace nada por probarse lo contrario.
e. Generalmente nadie lo apoyó en la infancia.
Sabes que tienes una madre narcisista si…
1. Te cuestionas constantemente si tu madre te quiere o no.
2. Sólo te apoya cuando sabe que otros se van a enterar.
3. Cuando algo te pasa (accidente, enfermedad, divorcio) tu madre te habla de lo mal que se siente y cómo eso le afecta en vez de enfocarse en cómo te sientes tú.
4. Siempre está muy preocupada por el “qué dirán”.
5. Suele culparte de lo mal que está la relación entre Ustedes o porque nunca le hablas o nunca la vas a ver.
6. Es muy sensible, todo la lastima y si le haces algo tarda mucho tiempo en perdonarte.
7. Suele avergonzarte frente a los demás.
8. Quiere controlar tu vida o tus decisiones
9. Siempre quiere tener la razón.
10. Vive hecha la víctima o la mártir.
¿Cómo es una relación sana?
La relación de un adulto con su madre debe ser una de mutuo respeto por la individualidad y partir de la aceptación.
Recuerda
• Un hijo es un hijo, no la propiedad o el esclavo de ninguna madre.
• Una madre es una mujer que te dio a luz y nada más; no es la fuente inherente de toda la felicidad, un ser infalible o alguien con poderes sobrenaturales.
• No naciste para darle gusto tu madre, especialmente si a tu madre nadie puede darle gusto.
• Como adulto, tú siempre podrás comunicarle a tu madre tus decisiones, pero no siempre podrás hacer que esté de acuerdo contigo o que no se enoje y eso no te convierte en un mal hijo.
• Una madre responsable debe proveerse en su años productivos de los medios necesarios para sobrevivir en su vejez y no esperar que los hijos se hagan cargo de ella.
• La relación con tu madre necesita límites, especialmente si ya eres un adulto.
Ante las conductas hostiles de tu madre, vale más la pena pensar en una profunda incompetencia que en una incipiente maldad