¿Cómo saber si son emocionalmente disponibles? ¿están con su pareja sin estar presentes? De esto y otras cosas Mario Guerra les va a explicar aquí.
Además les dejó un examen sorpresa que seguro les resolverá varias dudas sobre su pareja y si realmente están en una relación emocionalmente estable.
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¿De qué hablamos?
Hablaremos de la disponibilidad emocional, esa conexión que va más allá de los gestos automáticos y que, sin duda, hace la diferencia entre una relación funcional y una que simplemente sobrevive. Hay que hacerse una pregunta: ¿Esto es amor o solo una relación de «protocolo»?
Y para hacer esto más interesante, arrancamos con un pequeño test para que descubras si tú eres realmente emocionalmente disponible. Pero hay que contestar con honestidad sin mentir por convivir. Vamos a ello:
Test: «¿Qué tan emocionalmente disponible eres?»
Responde «Sí», «No» o «A veces» a las siguientes afirmaciones. Recuerda ser honesto:
- Cuando alguien me comparte algo importante, suelo escuchar sin interrumpir ni tratar de resolverlo de inmediato.
- Soy capaz de identificar mis propias emociones y expresarlas de forma clara cuando es necesario.
- Si mi pareja o un ser querido necesita apoyo emocional, dejo de lado lo que estoy haciendo para estar presente.
- En discusiones, trato de validar los sentimientos de la otra persona, aunque no esté de acuerdo con su punto de vista.
- Es verdad que no me siento incómodo cuando alguien expresa sus emociones de forma intensa frente a mí.
- Evito usar el celular u otras distracciones cuando tengo una conversación importante con alguien.
- Me esfuerzo por mostrar interés genuino en lo que sienten y piensan las personas cercanas a mí.
- Puedo hablar de mis propios miedos o inseguridades sin sentir que estoy siendo débil.
- Reconozco cuando estoy emocionalmente desconectado y hago algo para cambiarlo.
- Tengo la paciencia y disposición para hablar sobre temas complicados o delicados, sin huir o cambiar de tema.
Ahora para calificar hay que transformar respuestas en números: los “Sí» valen 2 puntos. Los “A veces”, valen 1 y los “No”, valen cero.
Resultados:
- 16-20 puntos: ¡Eres un maestro(a) de la disponibilidad emocional! Estás presente, conectado(a) y dispuesto(a) a construir relaciones profundas.
- 10-15 puntos: Vas por buen camino. Tienes herramientas para estar emocionalmente disponible, pero hay áreas en las que puedes mejorar.
- 0-9 puntos: Podrías trabajar más en tu disponibilidad emocional. Esto no significa que seas una mala persona, simplemente es un área de oportunidad. ¡Pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia!
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¿Qué es la disponibilidad emocional?
La disponibilidad emocional no es solo estar físicamente presente, sino conectar de verdad. Es la capacidad de sintonizar con los sentimientos de la otra persona, entenderlos y responder de forma empática. No se trata de arreglar problemas o dar consejos no pedidos, sino de estar ahí, con toda tu atención y sin filtros.
Según el Journal de Relaciones sociales y personales, las parejas emocionalmente disponibles reportan mayor intimidad, menos conflictos y una relación más satisfactoria en general. Así que, si alguna vez te preguntaste por qué algo se siente “roto” en tu relación, quizá la respuesta esté aquí.
¿Por qué pasa esto?: Las causas de la falta de disponibilidad emocional
Patrones de crianza y estilos de apego: Crecer en un entorno donde las emociones no eran validadas, o donde expresarlas era visto como una debilidad, forma adultos que evitan la vulnerabilidad. Las personas con un estilo de apego evitativo, por ejemplo, suelen mantenerse emocionalmente distantes para protegerse.
Experiencias traumáticas: Situaciones de abandono, traición o pérdida pueden llevarnos a construir barreras emocionales. Esas barreras pueden ser útiles en el corto plazo, pero a largo plazo dificultan la conexión con los demás.
Sobrecarga emocional o estrés: Vivimos tan enfocados en sobrevivir que a veces no queda energía para conectar profundamente. La vida cotidiana, el trabajo y las preocupaciones constantes pueden hacer que nos desconectemos sin darnos cuenta.
Miedo a la vulnerabilidad: Mostrar nuestras emociones significa exponernos al rechazo o al juicio. Muchas personas prefieren esconder lo que sienten para no correr ese riesgo, aunque esto limite la conexión con sus seres queridos.
Impacto de la comunicación digital: Aunque los mensajes y las redes sociales facilitan el contacto, también pueden dar una falsa sensación de conexión. Responder rápido a un mensaje no es lo mismo que escuchar atentamente. Además, el uso excesivo del celular puede distraernos y alejar la atención emocional que deberíamos estar ofreciendo.
Impacto de la desconexión emocional
La falta de disponibilidad emocional no siempre se nota de inmediato, pero sus efectos son profundos:
- Distancia emocional: Las conversaciones se vuelven superficiales, y aunque físicamente estén juntos, se sienten como desconocidos.
- Conflictos sin resolver: La falta de empatía puede hacer que los problemas se acumulen, alimentando resentimientos.
- Soledad en la relación: Uno de los miembros puede sentirse ignorado o no valorado, lo que a largo plazo puede llevar al deterioro de la relación.
Según John Gottman, la desconexión emocional es una de las principales causas de divorcio. Es como un «goteo invisible» que, con el tiempo, desgasta la base de la relación.
¿Cómo identificar si tú (o tu pareja) están emocionalmente disponibles?
Están disponibles si:
- Escuchan sin interrumpir ni desviar el tema.
- Validan tus emociones sin minimizar lo que sientes.
- Se interesan genuinamente por tu día, tus pensamientos y tus sentimientos.
No están disponibles si:
- Cambian de tema cuando hablas de algo importante.
- Responden a tus emociones con frases como «no es para tanto» o «siempre haces drama».
- Se distraen constantemente con el celular o tareas mientras intentas conectar.
Parece que siempre me relaciono con personas emocionalmente indispuestas, ¿por qué?
¿Te has preguntado por qué parece que tus relaciones se repiten con personas que no están emocionalmente disponibles? Esto podría deberse a varios factores que tienen más que ver contigo que con los demás:
Patrones aprendidos desde la infancia: Si creciste en un ambiente donde tus necesidades emocionales no eran satisfechas o donde se priorizaba la independencia sobre la cercanía, podrías buscar inconscientemente relaciones que reflejen lo que conoces. Es lo que se llama «atracción hacia lo familiar».
Creencias limitantes sobre el amor: Podrías creer, sin darte cuenta, que amar significa luchar, esforzarse de más o ganarte la atención del otro. Este tipo de creencias suelen llevar a relaciones desbalanceadas.
Miedo a la intimidad: Aunque suene contradictorio, buscar personas emocionalmente indispuestas puede ser una forma de evitar la vulnerabilidad. Si la otra persona no está disponible, tú tampoco tienes que abrirte completamente.
Falta de autoestima o sentido de merecimiento: Relacionarte con personas que no pueden conectarse emocionalmente puede reforzar ideas negativas como «no soy suficiente» o «es lo mejor que puedo tener». Estos pensamientos, aunque no sean conscientes, pueden influir mucho.
Repetición de patrones no resueltos: Algunas personas buscan resolver heridas pasadas (como el abandono o el rechazo) a través de relaciones actuales, esperando que esta vez «funcione». Esto puede llevar a elegir parejas con características similares a figuras del pasado.
¿Cómo mejorar la disponibilidad emocional?
Escucha con intención. Cuando alguien te hable, enfócate completamente en sus palabras. Deja el celular y escucha sin interrupciones. La calidad de tu atención lo dice todo.
Conecta desde la empatía. Haz preguntas abiertas como: «¿Qué sientes con esto?» o «¿Cómo puedo apoyarte mejor?». Mostrar interés genuino fortalece la relación.
Sé vulnerable. Compartir tus propios miedos e inseguridades no te hace débil; te hace humano. Esto fomenta un espacio de confianza mutua.
Crea momentos para conectar. Planeen actividades o espacios regulares para hablar. Puede ser una cena sin pantallas, una caminata o incluso un café en casa.
Reflexiona y ajusta. Si notas que te cuesta conectar emocionalmente, hazte consciente de ello y busca maneras de mejorar. A veces, la terapia puede ser una herramienta valiosa.
La disponibilidad emocional es una elección que se construye día a día. Va más allá de responder mensajes o estar físicamente presente; es sobre cómo elegimos conectar con quienes queremos. Reflexiona: ¿estás presente emocionalmente o solo estás cumpliendo con el «mínimo indispensable»
Mario Guerra. Tanatólogo, conferencista y Business Coach.
TW: @marioguerra / Web: marioguerra.mx / FB: Mario Guerra