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Día de la salud mental: Prevención del Suicidio

Porque es responsabilidad de todos cuidar nuestra salud mental y la de todos los que nos rodean, hoy les vamos a decir todo lo que deben saber.

octubre 10, 2019

Edilberto Peña
Neuropsiquiatra y maestro en ciencias. Director General de CISNE (Centro de
Investigaciones en Sistema Nervioso Central)
FB: CISNE México
Twitter:@CISNEMexico
T. 51605596 y 56665677

Cerca de 800,000 personas se suicidan cada año
Según la Organización Mundial de la Salud, cada 40 segundos se suicida una persona
El suicidio es la segunda causa de muerte en jóvenes de 15 a 29 años
Un intento de suicidio no consumado es el factor individual de riesgo más importante
“Muchos suicidios se producen impulsivamente en momentos de crisis que afectan la capacidad para afrontar tensiones de la vida como: problemas financieros, rupturas de relaciones, dolores o enfermedades crónicas” (OMS, 2019)
Las tasas de suicidio también son elevadas en personas con depresión, consumo de alcohol, y grupos vulnerables objeto de discriminación.
Según un estudio publicado en la revista de The American Association of Suicidology, los casos de suicidio en jóvenes mexicanos van en aumento por trastornos de ansiedad, conducta y personalidad.
De cada 10 Suicidios consumados 7 son hombres y 3 mujeres.
4 de cada 10 intentos de suicidio son de personas solteras
Según la Organización Mundial de la Salud, por cada adulto que se suicidó, posiblemente otros 20 intentaron quitarse la vida
OJO, todas las personas que se suicidan están deprimidas pero esto no quiere decir que todos los deprimidos se suicidan.
La ingestión de plaguicidas, el ahorcamiento y las armas de fuego son algunos de los métodos más comunes de suicidio en todo el mundo.
Estados con más casos de suicidio: Chihuahua, Yucatán, Aguascalientes, Campeche, Colima.

 

Grupos de riesgo suicida
Los deprimidos.
Los que tienen ideas suicidas o amenazan con el suicidio.
Los sujetos que hayan realizado un intento suicida.
Los sujetos en situaciones de crisis.
Los sobrevivientes o familiares del suicida.

¿Qué hacer?
Preguntar siempre a la persona en situación de riesgo suicida si ha pensado en el suicidio.
Si la respuesta es afirmativa, evitar el acceso a cualquier método que pueda dañarlo.
Nunca dejarlo a solas mientras persistan las ideas suicidas.
Avisar a otras personas significativas para el su

MITOS
Mito: El que se quiere matar no lo dice.
De cada diez personas que se suicidan, nueve de ellas manifestaron claramente sus propósitos y la otra dejó entrever sus intenciones de acabar con su vida.

Mito: Los que intentan suicidarse no desean morir, sólo hacen el alarde.
Aunque no todos los que intentan el suicidio desean morir, es un error tildarlos de alardosos, pues son personas a las cuales les han fracasado sus mecanismos útiles de adaptación y no encuentran alternativas, excepto el intentar contra su vida.

Mito: Si de verdad se hubiera querido matar, se hubiera tirado delante de un tren.
Todo suicida se encuentra en una situación ambivalente, o sea, con deseos de morir y de vivir. El método elegido no refleja sus deseos de morir.

Mito: El sujeto que se repone de una crisis suicida no corre peligro alguno de recaer.
Casi la mitad de los que atravesaron por una crisis suicida y consumaron el suicidio, lo llevaron a cabo después de los tres primeros meses tras la crisis emocional, cuando todos creían que el peligro había pasado. Ocurre que cuando la persona mejora, sus movimientos se hacen más ágiles, está en condiciones de llevar a vías de hecho las ideas suicidas que aún persisten, y antes, debido a la inactividad e incapacidad de movimientos ágiles, no podía hacerlo.

Mito: Todo el que intenta el suicidio estará en ese peligro toda la vida.
Entre el 1% y el 2% de los que intentan suicidarse lo logran durante el primer año después del intento y entre el 10% y el 20% lo consumarán en el resto de sus vidas. Una crisis suicida dura horas, días, raramente semanas, por lo que es importante reconocerla para su prevención.

Mito: El suicidio se hereda.
No está demostrado que el suicidio se herede, aunque se puedan encontrar varios miembros de una misma familia que hayan terminado sus vidas por suicidio.
En estos casos, lo heredado es la predisposición a padecer determinada enfermedad mental en la cual el suicidio es un síntoma principal, por ejemplo, los trastornos afectivos y las esquizofrenias.

Mito: Al hablar sobre el suicidio con una persona en este riesgo se le puede incitar a que lo realice.
Está demostrado que hablar sobre el suicidio con una persona en tal riesgo, en vez de incitar, provocar o introducir en su cabeza esa idea, reduce el peligro de cometerlo y puede ser la única posibilidad que ofrezca el sujeto para el análisis de sus propósitos autodestructivos.

Mito: El suicida desea morir.
El suicida está en una posición ambivalente, es decir, desea morir si su vida continúa de la misma manera y desea vivir si se produjeran pequeños cambios en ella. Si se diagnostica oportunamente esta ambivalencia, se puede inclinar la balanza hacia la opción de la vida.

Mito: El que intenta el suicidio es un cobarde.
Los que intentan suicidarse no son cobardes, sólo son personas que sufren.

Mito: Todo el que se suicida es un enfermo mental.
Los enfermos mentales se suicidan con mayor frecuencia que la población en general, pero no necesariamente hay que padecer un trastorno mental para hacerlo.
No caben dudas de que todo suicida es una persona que sufre

¿Dónde pedir ayuda?
Instituto Hispanoamericano de Suicidología , A.C
5255-46313300
info@suicidiología.com.mx

SAPTEL (Sistema Nacional de Apoyo, Consejo Psicológico e Intervención en Crisis por teléfono
0155-5259-8121
01-800-472-78-35

LOCATEL
56-58-11-11

Instituto Nacional de Psiquiatría
5655-2811
4160-5000

CONADIC
01-800-710-09-00

Voz Pro Salud Mental
551997-5040

Secretaría de Salud del DF (Medicina a distancia)
5132-0909

UNAM (Servicio de Salud Mental)
5623-2127
5025-0855
5622-2288

octubre 10, 2019