Enrique Tamés viene a recordarnos que esos pequeños momentos son los que más felices pueden hacernos, ¿Han oído de los “Awe Moments”?, hoy les contamos cómo es que pueden ayudarnos a sentirnos más plenos.
Quiero que aprovechemos el inicio del año para replantearnos qué queremos, que nos hace felices o quién queremos que nos acompañe en el camino.
¿QUÉ SON LOS AWE MOMENTS?
Desde hace 15 años, los científicos han estado estudiando la emoción del asombro (Awe). A veces van acompañados de la “piel de gallina o chinita” o nos dejan boquiabiertos y los expertos sugieren que experimentar asombro puede traer muchos beneficios, desde la felicidad y la salud hasta beneficios como la generosidad, la humildad y el pensamiento crítico.
¿HAY MEJORAS EN EL ESTADO DE ÁNIMO?
No es cuestión de tiempo o dinero (por ejemplo un viaje de lujo), los estudios muestran que hasta ver videos de cosas que nos atraen puede funcionar, pero no nos damos ni siquiera ese tiempo.
Otro estudio encontró que las personas que leyeron una historia corta y sobrecogedora sobre ver París desde lo alto de la Torre Eiffel informaron una mayor satisfacción con la vida en ese momento que las personas que leyeron una historia sobre ver un paisaje sencillo desde lo alto.
Es difícil superar las experiencias del mundo real, por lo que en un estudio reciente, los investigadores llevaron a veteranos militares y jóvenes de comunidades desatendidas a practicar rafting en aguas bravas.
Descubrieron que cuanto más asombro experimentaban los participantes, más mejoras veían en su bienestar y síntomas de estrés una semana después. Esto sugiere que el asombro podría ser un ingrediente crucial en los poderes restauradores de la naturaleza.
¿QUÉ ONDA CON EL IMPACTO EN LA SALUD FÍSICA?
Este tipo de beneficios podrían ser a largo plazo, los participantes de estos estudios que tuvieron más “Awe moments” tuvieron niveles más bajos de interleucina-6 (IL-6), un marcador de inflamación (demasiada inflamación puede provocar una serie de enfermedades crónicas).
MEJORA TU PENSAMIENTO CRÍTICO
El asombro puede agudizar nuestros cerebros. Un estudio encontró que cuando las personas eran inducidas a sentir asombro, estaban menos persuadidas por argumentos débiles que las personas que realizaban una actividad neutral (imaginarse lavando la ropa).
Por el contrario, algunas otras emociones positivas, como el entusiasmo anticipado o la diversión, hicieron que las personas fueran más susceptibles a los argumentos débiles. Un artículo teórico reciente argumenta que el asombro puede ayudar a facilitar el aprendizaje y el razonamiento científico en los niños.
Por ejemplo, cuando un niño ve caer una roca pesada y una pluma al mismo ritmo, es probable que esta experiencia altere su comprensión intuitiva de cómo funciona la gravedad, lo que evoca sentimientos de asombro que los llevan a desarrollar una nueva teoría sobre las relaciones entre el peso y la gravedad, gravedad y movimiento.
De manera similar, un estudio reciente encontró que las personas que tienen una mayor disposición a experimentar asombro tenían una comprensión más precisa de la naturaleza de la ciencia y eran más propensas a rechazar el creacionismo y otras explicaciones científicamente cuestionables sobre el mundo.
SER MENOS MATERIALISTAS
¿Por qué el asombro podría disminuir el materialismo? La respuesta puede estar en que el asombro puede inspirar.
El asombro puede funcionar como un amortiguador contra las emociones negativas cuando pierdes posesiones materiales; después de pasar un tiempo “maravillandote” con el mundo que te rodea, es posible que perder tus nuevos lentes de sol no se sienta tan mal.
¿PUEDO SER MÁS HUMILDE?
El asombro te hace sentir más pequeño y más humilde. Uno de los efectos más profundos del asombro es cómo puede cambiar nuestra percepción de nosotros mismos en relación con el mundo más grande.
En un estudio, los investigadores preguntaron a los visitantes del Parque Nacional Yosemite y Fisherman’s Wharf (una zona turística de San Francisco) sobre sus sentimientos de asombro y otras emociones, así como sobre su sentido de sí mismos.
Los turistas en Yosemite informaron haber experimentado mucho más asombro, representaron su yo actual con círculos más pequeños (cuando se les dio la opción de tamaños) y dibujaron autorretratos que eran casi un 33 por ciento más pequeños que los turistas en Fisherman’s Wharf.
Inducir a los participantes de estos estudios a sentir asombro los llevó a reconocer sus fortalezas y debilidades de una manera más equilibrada y a reconocer mejor cómo los factores externos contribuyeron a sus éxitos.
¿DEBERÍAS DE APRECIAR MÁS EL TIEMPO?
El asombro también puede expandir nuestra percepción del tiempo. Un estudio encontró que las personas inducidas a sentir asombro se sentían menos impacientes y estaban más de acuerdo con las afirmaciones que sugerían que el tiempo es abundante y expansivo, pudieron disfrutar el “aquí y el ahora”.
Con más tiempo disponible, las personas asombradas detectaron una mayor disposición a ofrecer ese tiempo a los demás (dar su tiempo, pero no su dinero, para ayudar a una organización benéfica) en comparación con las personas que se sentían felices.
SER MÁS GENEROSO CON EL PRÓJIMO
Durante la convivencia del estudio, detectaron que las personas con una mayor tendencia al asombro eran más generosas y cooperativas con desconocidos.
El asombro puede impulsarnos a ayudar a los demás y a ser más generosos, tal vez por la forma en que nos anima a centrarnos menos en nosotros mismos y amplía nuestra percepción del tiempo disponible.
CONÉCTATE CON LAS PERSONAS
En el estudio, algunos de los participantes pasaron tiempo cerca de un impresionante esqueleto de Tyrannosaurus rex, cuando se les pidió que se describieran a sí mismos, fue más evidente que los que vieron al “dinosaurio” usaran palabras simples como “una persona» o «un habitante de la Tierra» en lugar de descripciones más específicas como «alto», «amigable» o «un estudiante”.
Esto sugiere que el asombro aumenta nuestra sensación de que somos parte de un todo mayor. Las personas que experimentaron asombro dijeron sentirse más unidos con su comunidad en comparación con las personas que se sintieron neutrales (un efecto que solo puede ser válido para las personas con alta autoestima).
También se encontró evidencia de que la cultura también puede influir en los efectos del asombro, lo que lleva a las personas de culturas individualistas a sentir que su red social se ha expandido (se sienten más cerca de más personas) y a las personas de culturas colectivistas a sentirse más cerca de los que ya están en su red.
Fuente: Enrique Tames, Filósofo, coach certificado y director de proyectos del Florecimiento Humano en el Tecnológico de Monterrey.
TW: @enriquetames
TAMBIÉN PUEDES LEER:
- La diversión y la felicidad
- ¿Qué tipo de felicidad quieres en tu vida y cómo procurarla?
- La felicidad en tiempos de incertidumbre
- Lecciones de Walter Riso para las relaciones
- ¿Eres alguien tan desconfiado que arruinas tus relaciones?