Helios Herrera
Director general de HH Consultores, con experiencia de más de 26 años en el área de Capacitación Humanística, Motivación, Superación Personal, Desarrollo Empresarial y Ventas.
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A lo largo de los años el papel de la mujer en el ámbito laboral ha evolucionado y ha marcado una diferencia transformadora para ellas y la sociedad. Actualmente muchas mujeres se enfrentan a un límite profesional para lograr acceder a puestos de alta dirección.
El techo de cristal es una metáfora acuñada por expertos en temas de género que hace referencia a una barrera invisible que encuentran las mujeres a la hora de buscar crecer profesionalmente. El término “techo de cristal” se popularizó en los años 80’s, después de aparecer en El reporte de la mujer trabajadora en 1984, escrito por Gay Bryant, sin embargo la primera en usar el término fue Marilyn Loden (escritora estadounidense) en 1978 durante un discurso en el que describe los límites (culturales y no personales, según ella) a los que se enfrentan las mujeres en el área profesional. En un inicio este término era exclusivo del área empresarial, hoy en día también es popular en el ámbito la política.
El techo de cristal hoy hace referencia a las oportunidades de crecimiento; al número de colaboradores de cada género (en Silicon Valley la capital tecnológica de Estados Unidos, las mujeres ocupan tan sólo uno de cada 10 puestos de liderazgo); así mismo, a la diferencia salarial que existe con relación al sexo. De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas, en promedio a nivel mundial, las mujeres siguen ganando un 23% menos que los hombres en el mercado de trabajo por el mismo empleo o dicho de otro modo, una mujer gana 77 centavos por cada dólar que gana un hombre.
En el quinto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados en 2015 por los 193 Estados miembros de la ONU en la Agenda 2030, acordaron “lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”.
En México y latinoamérica 4 de cada 10 trabajadores formales, son mujeres. Según el documento Estudios Económicos de la OCDE para México 2017, las mexicanas aún ganan 16.7% menos en promedio que los hombres. Este mismo informe también nos dice que en nuestro país, menos del 10% de los puestos en los consejos administrativos están ocupados por mujeres.
Pero entre todo esto hay mujeres que han logrado romper todas las barreras, muchas de ellas encuentran en el emprendimiento su lugar, parte de esto se logra bajo el entendimiento que el liderazgo no es una cuestión de géneros.
De 57 millones de mujeres solo 19 millones 379 mil forman parte de la población económicamente activa esto de acuerdo al INEGI.
Según la SHCP:
3 de cada 5 PyMEs que abren son lideradas por mujeres
Las empresarias mexicanas aportan el 37% al PIB del país
De cada 100 mujeres que solicitan un préstamo para invertir en su empresa, el 99% salda sus deudas de manera integra.
Radiografía de una mujer emprendedora mexicana:
La brecha de género en el mundo emprendedor ha disminuido 30% en los últimos 10 años, pero lo cierto es que todavía cuesta más a las mujeres decidirse a montar su propia empresa. Sin embargo, cuando lo hacen, fracasan menos que los hombres.
49% de las emprendedoras en México tienen entre 18 y 34 años, mientras que 41% tiene entre 35 y 54 años. En ambos sexos, la población de entre 35 y 44 años es la más proclive a participar en actividades emprendedoras.
El 53% de las mujeres emprendedoras son solteras, cifra muy similar al 54% de los hombres.
El 42% de las mujeres empresarias tiene un nivel de escolaridad de secundaria completa; 65% de las mujeres emprendedoras tienen estudios universitarios, frente al 53% de los hombres.
19% de los emprendedores en México (casi cuatro millones) son mujeres. México tiene una tasa de actividad emprendedora del 12.9%. El 35% tienen personas a su cargo. El 70% emprende por oportunidad de mercado.
De acuerdo con un artículo publicado por la UIC las razones por las que las mujeres emprenden son muy variables:
29% lo hizo por el deseo de tener independencia.
20% por la necesidad de elevar su calidad y nivel de vida.
20% por el gusto y la vocación por el ramo.
18% por la continuidad de un negocio familiar.
13% restante, por pérdida del empleo.
Tips para ser mujer líder y lanzarte a romper tu techo de cristal:
Ser protagonista. Tu puedes hacer que las cosas sucedan, pero es necesario que mientras suceden te volteen a ver por lo que estas logrado. Deja la timidez de lado y habla de tus logros y proyectos.
2. Invertir en el desarrollo de habilidades de negocio. El reto es invertir en tu propio capital humano, en el desarrollo de habilidades humanísticas y ejecutivas que te permitan liderar un proyecto.
3. Levantar la mano. El único camino al liderazgo consiste en ser más productiva y tener liderazgo para ir resolviendo los problemas que se presentan en el camino. Pero, para eso, «hay que levantar la mano» para ir asumiendo responsabilidades y cargos (sin importar si es emprendimiento o intraemprendimiento, hay que hacer que las cosas sucedan “aunque no te toquen”).
4. Desarrollar habilidades distintas al resto del equipo. Lo que hará indispensable a alguien en su entorno es saber hacer algo que los demás no.
5. Ser ATENTA. No me refiero sólo al respeto, sino también a enfocarte en donde es necesario, por ejemplo si te dedicas a las ventas, haz que los clientes te busquen por tu servicio (no importa si son internos o externos), sé respetuosa y dales el tiempo necesarios, que te busquen porque tú les das una solución, no sólo por la empresa o el producto.
6. Tener un buen equipo de trabajo y saber delegar. Debes sentir la seguridad que las cosas van a salir bien, para ello es necesario contar con personas capaces en quien delegar tareas y confiar que harán lo que tengan que hacer bien, identificar lo mejor de cada uno y aprovecharlo en favor de los objetivos del equipo.
7. Construir imagen. Desarrolla una marca personal, cuida lo que comunicas con tu imagen a quienes te rodean,
8. Tender puentes orientados a temas de negocio. Se tiene la idea que las mujeres son buenas para hacer amigos pero, es necesario cambiar esa mentalidad, y comenzar a crecer en la capacidad de armar relaciones de negocio. Los puentes con otras personas son necesarios, nunca sabes cuándo vas a necesitar de alguien.
9. Involucrarse en la solución de problemas. Es necesario dar a conocer tu potencial, aportar estrategia, soluciones y poder a tu empresa y equipo, haz que te vean como alguien valioso ante las situaciones complicadas.
10. Aprovechar la tecnología. Utiliza todo tipo de recursos tecnológicos que te permitan atender tus actividades donde quiera que te encuentres, potencia tus resultados con estas herramientas, actualízate en temas tecnológicos para convertirte en un elemento más valioso y ¡facilitarte la vida!
