Dr Manlio Fabio Márquez
Cardiólogo, especialista en arritmias. Subdirector de Investigación en la Clínica – Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Director del Consejo de Electrocardiología. Secretario en el Latin American Heart Rhythm Society
Consultorio 209 Torre Mackenzie
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¿Qué es?
El síncope vasovagal es cuando te desmayas porque el cuerpo reacciona de manera desproporcionada a ciertos factores desencadenantes, por ejemplo: ver sangre o sentir mucha angustia emocional. También se le llama síncope neurocardiogénico.
El factor que desencadena el síncope vasovagal estimulan al nervio vago, lo que provoca una reducción de la frecuencia cardíaca y una dilatación de los vasos sanguíneos del cuerpo por medio del sistema parasimpático.
Entonces, la frecuencia cardíaca lenta y los vasos sanguíneos dilatados hacen que llegue menos cantidad de sangre al cerebro y te desmayes.
En general, el síncope vasovagal es inofensivo y no requiere tratamiento.
Sin embargo, es posible que te lastimes durante un episodio de síncope vasovagal.
Además, tu médico puede pedirte que te hagas pruebas para descartar otras causas más graves de desmayo, como trastornos cardíacos.
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El nervio vago
El nervio vago es el nervio más largo del cuerpo humano y tiene muchísimas ramas que van desde el tronco encefálico hasta la parte más baja de los intestinos, de hecho, toca la mayoría de los órganos principales a lo largo del camino. El nervio vago modula el sistema nervioso parasimpático, lo que contrarresta la respuesta de estrés de luchar o huir al provocar la llamada “respuesta de relajación”.
Cada vez que exhalas, tu nervio vago arroja un poco de acetilcolina en tu corazón. Esta sustancia actúa como una sustancia similar a un tranquilizante para hacer más lentos los intervalos de latido a latido y mejorando la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC).
¿Pooooor?
El síncope vasovagal pasa cuando la parte del sistema nervioso que regula la frecuencia cardíaca y la presión arterial funciona incorrectamente en respuesta a un factor desencadenante, como puede ser ver sangre.
A veces el síncope vasovagal no tiene un factor desencadenante específico; no obstante, algunos desencadenantes frecuentes son:
Estar de pie durante períodos prolongados
Estar expuesto a una fuente de calor
Ver sangre
Someterse a una extracción de sangre
Tener miedo de sufrir una lesión física
Hacer esfuerzo, por ejemplo, en una evacuación intestinal
OJO: Las arritmias también pueden causar síncope si la frecuencia cardiaca es demasiado rápida, porque se impide el llenado ventricular correcto, esta frecuencia puede variar entre mayor de 150 a 180 latidos por minuto, o es muy lenta para lograr un gasto cardíaco suficiente, por ejemplo, mayor de 30 a 35 latidos por minuto.
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¿En qué es diferente a un paro cardíaco?
En el síncope, caes inconsciente, pero sigues teniendo pulso y respiración, y te recuperas espontáneamente.
En el caso de un paro cardiaco, hay una suspensión tanto de la actividad cardiaca como de la respiratoria. Si no hay una maniobra de reanimación, que en la mayor parte de los casos es exitosa, se puede morir en menos de 10 minutos. Luego de los 3 minutos de ausencia de respiración las posibilidades de éxito son bastante lejanas.
Síntomas
Antes de desmayarte a causa de un síncope vasovagal, podrías sentir:
Piel pálida
Aturdimiento
Visión de túnel: el campo de la visión se estrecha hasta ver solo lo que está enfrente
Náuseas
Sensación de calor
Sudor frío y húmedo
Bostezos
Visión borrosa
Durante un episodio de síncope vasovagal, quien este a tu lado puede notar:
Movimientos bruscos y anormales
Pulso lento y débil
Pupilas dilatadas
Por lo general, la recuperación después de un síncope vasovagal empieza en menos de un minuto. Sin embargo, si te pones de pie demasiado demasiado rápido corres el riesgo de desmayarte de nuevo.
¿Cómo lo detectamos?
El diagnóstico del síncope vasovagal incluye descartar otras posibles causas del desmayo, en especial, los problemas relacionados con el corazón: Eso se puede saber con:
Electrocardiograma. Esta prueba registra las señales eléctricas que produce tu corazón. Puede detectar los ritmos irregulares del corazón y otros problemas cardíacos.
Ecocardiograma. Esta prueba utiliza imágenes de ecografía para ver el corazón y buscar enfermedades, como problemas de válvulas, que pueden ocasionar el desmayo.
Prueba de esfuerzo. Esta prueba estudia los ritmos cardíacos durante el ejercicio. Por lo general, se hace mientras camina o corre en una cinta.
Análisis de sangre. Tu médico puede buscar enfermedades, como anemia, que pueden ocasionar o contribuir a los desmayos.
¿Qué hacemos?
En la mayoría de los casos, el síncope vasovagal no necesita tratamiento.
Sin embargo, si sufres un síncope vasovagal con una frecuencia tal que interfiere en tu calidad de vida, hay otros tratamientos que puedes evaluar con tu doctor.
Los síncopes por alteraciones cardiacas son diferentes.
Estos desmayos, en general son bruscos, la persona se desploma de repente, sin notar nada antes.
Estos síncopes pueden ser causados por bradicardias (que el corazón vaya muy lento) o taquicardias (si el corazón va muy rápido no logra producir un latido eficaz del corazón).
Las taquicardias ventriculares son en general las más peligrosas, pueden producir un paro del corazón y la muerte súbita. Si se comprueba que el origen del síncope ha sido una taquicardia ventricular maligna la persona debe recibir un desfibrilador automático implantable.
Cuando un paciente con insuficiencia cardiaca tiene un síncope hay que hacer un estudio para averiguar qué lo produjo. En algunos pacientes con insuficiencia cardiaca y un corazón que late muy débilmente se implanta un desfibrilador antes de que se dé alguna arritmia maligna.