¿Tu pareja es un reto eterno?

Aquí toda la verdad sobre si la pareja es un reto o está a punto de convertirse en uno. Mario Guerra, les explica.

¿Ves a tu pareja realmente como tu compañero de vida o tu pareja se ha convertido en un reto eterno? Muchas veces amando mucho a una persona hay aspectos de su personalidad o su conducta que no resultan muy agradables.

Hay quien acepta al otro como es, pero hay quien se empeña en querer “mejorarlo” y entonces emprende una cruzada de transformación que generalmente se topa con una gran resistencia y mucha frustración.

¿Cómo saber si tu pareja es un reto?

Es cuando se está en una relación con otra persona, pero hay partes de ella que no se pueden o quieren aceptar, pero tampoco se va de la relación. En otra variante, están en una especie de relación de estira y afloja, ya sea para quedarse en la relación o para convivir pacíficamente en ella.

Involucra una dificultad o imposibilidad ya sea de adaptarse a la realidad o de poder hacer cambiar al otro. Entonces la relación se vuelve como un desafío, donde se tiene que soportar, mientras no cesan los intentos de hacer cambiar al otro.

Algunos ejemplos de esto son:

Conducta: Una persona puede ser más impulsiva, tomando decisiones sin mucha reflexión, lo que contrasta con su pareja que es más cautelosa y analítica. La impulsividad puede ser vista como un reto por la pareja más cautelosa.
Actitud ante el conflicto: Como cuando uno tiende a evitar conflictos mientras que el otro busca confrontar y resolver los problemas de manera directa. El que evita el conflicto puede sentirse presionado a enfrentar situaciones que preferiría dejar pasar, mientras que el confrontativo puede frustrarse por la falta de resolución.
Estilo de Personalidad: Las diferencias de personalidad, como entre un introvertido y un extrovertido, pueden crear tensiones. El extrovertido puede buscar más actividades sociales, mientras que el introvertido puede preferir la tranquilidad del hogar, viendo cada uno el enfoque del otro como un desafío a superar.
Falta de compromiso: Como cuando uno promete pero no cumple y siempre se justifica. La persona que espera que por fin haga lo que dice, o al menos que coopere realmente, se ve frustrada porque, una vez más, no pasó nada distinto.
Desregulación Emocional: Cuando uno de los miembros de la pareja experimenta fluctuaciones emocionales intensas o tiene dificultades para manejar el estrés o la ansiedad, esto puede ser percibido como un reto. El deseo de buscar cambios en el comportamiento puede llevar a frustraciones cuando no se ven resultados inmediatos.

Test: ¿tu pareja es un reto o está a punto de serlo?

Elige A, B o C en cada una de los 10 supuestos que verás a continuación:

Cuando tu pareja hace algo que no te gusta, tú:

a. Lo hablas con ella para entender sus razones.

b. A veces lo ignoras, esperando que cambie con el tiempo.

c. Intentas corregir su comportamiento de inmediato.

En cuanto a las diferencias de personalidad entre tú y tu pareja:

a. Las valoras y crees que enriquecen la relación.

b. Te resultan difíciles de manejar a veces, pero intentas adaptarte.

c. Frecuentemente intentas que tu pareja se adapte a tu manera de ser.

Cuando piensas en el futuro con tu pareja, tú:

a. Te sientes emocionado por crecer juntos, aceptando los cambios que vengan.

b. Tienes tus reservas, pero estás abierto a ver cómo se desarrollan las cosas.

c. Imaginas cómo podría ser tu pareja después de hacerle algunos «ajustes».

Frente a un conflicto con tu pareja:

a. Buscas una solución que respete los sentimientos y perspectivas de ambos.

b. A veces cedes, aunque no estés totalmente de acuerdo, para evitar el conflicto.

c. Sueles insistir en tu punto de vista, creyendo que es el correcto.

Respecto al crecimiento personal y de pareja:

a. Animas a tu pareja a perseguir sus intereses, incluso si no los compartes.

b. Apoyas algunos de sus intereses, pero otros te resultan difíciles de entender.

c. Prefieres que tu pareja se enfoque en actividades que puedan disfrutar juntos.

Sobre las actividades de ocio o tiempo libre:

a. Disfrutas encontrar actividades que ambos aprecian, pero también respetas sus gustos personales.

b. A veces sacrificas tus preferencias por hacer algo que a tu pareja le gusta.

c. Intentas convencer a tu pareja para que participe más en tus intereses.

En relación a la comunicación en tu pareja:

a. Sientes que pueden hablar abierta y honestamente sobre cualquier tema.

b. Hay temas que prefieres no tocar para evitar discusiones.

c. Frecuentemente sientes la necesidad de guiar o corregir a tu pareja en conversaciones.

Respecto a las emociones y el apoyo emocional:

a. Te esfuerzas por entender y validar las emociones de tu pareja, incluso cuando no estás de acuerdo.

b. A veces encuentras difícil lidiar con las emociones de tu pareja, pero haces tu mejor esfuerzo.

c. Piensas que tu pareja debería manejar sus emociones de manera diferente.

Acerca de los hábitos o manías de tu pareja:

a. Los aceptas como parte de quién es ella, incluso si no los entiendes completamente.

b. Algunos hábitos te molestan, pero tratas de no hacer un gran problema de ello.

c. Frecuentemente sugieres maneras en que tu pareja podría cambiar esos hábitos.

Cuando tu pareja expresa una opinión diferente a la tuya:

a. Lo ves como una oportunidad para entender una perspectiva diferente.

b. Puede ser un desafío, pero intentas encontrar un punto medio.

c. A menudo tratas de convencerla de tu punto de vista, creyendo que es el mejor.

Interpretación de Resultados:

Mayoría de A: Tienes una actitud de aceptación y apoyo hacia tu pareja, valorando y respetando sus diferencias como enriquecimiento para la relación.
Mayoría de B: Aunque hay esfuerzos por aceptar y comprender a tu pareja, aún hay áreas en las que sientes indecisión o conflicto. Podría ser útil trabajar en la comunicación y la aceptación mutua.
Mayoría de C: Puede que veas a tu pareja más como un «reto eterno» que como un compañero de vida. Considera reflexionar sobre las expectativas en tu relación y explorar formas de fomentar una mayor aceptación y comprensión mutua.

¿Por qué alguien ve a la forma de ser de su pareja como un problema a resolver?

Reto personal: Para algunas personas, la idea de «corregir» o «mejorar» aspectos de su pareja se convierte en un desafío personal. Esta mentalidad puede estar alimentada por una cultura que valora la autosuperación y el éxito visible. La pareja, en este sentido, se convierte en un proyecto personal o reto. “Serás mi obra”.
La transformación como logro del amor: Las narrativas culturales y sociales glorifican la idea de transformación, propia o de otros, como una trama central romántica. Entonces se cree que el amor verdadero implica cambiar o ser capaz de cambiar al otro. “Con mi amor te haré cambiar”.
Deseo de control y seguridad: En algunos casos, el impulso de ver las características de la pareja como desafíos a superar puede surgir de un deseo de control o de crear un entorno predecible. Cambiar al otro puede ser visto como una manera de minimizar la incertidumbre y aumentar la sensación de seguridad dentro de la relación. “Si logro hacerte cambiar, yo podré estar tranquilo”.
Reflejo de inseguridades: La relación se convierte en un espejo donde proyectamos nuestros deseos de auto-mejora o corrección, usando la «misión» de cambiar al otro como una distracción de la necesidad de enfrentar nuestras propias cuestiones. “El problema es que tú no cambias”

A pesar de lo agotador que es, ¿por qué una persona se mantiene ahí?

Ambivalencia: Por un lado, puede existir un amor genuino hacia la otra persona y un reconocimiento de ciertas cualidades que se valoran en momentos específicos. Sin embargo, al mismo tiempo, pueden haber aspectos de esa persona que no solo no son apreciados, sino que incluso se perciben como una desventaja o resultan molestos para el individuo. Esta dualidad de sentimientos puede generar un conflicto interno difícil de resolver.
Esperanza de cambio: Existe la creencia de que se posee la capacidad de influir en el cambio del otro, ya sea de manera directa o mediante la espera paciente de que la situación evolucione de forma positiva por sí sola. Esta expectativa de mejora actúa como un ancla emocional que sostiene al individuo en la relación, a pesar de las dificultades presentes.
Refuerzo variable: Este principio psicológico se refiere a la entrega intermitente de recompensas o estímulos positivos, lo cual puede generar una mayor persistencia. En el contexto de la relación, esto significa que los momentos de satisfacción o gratificación intercalados con periodos de tensión o insatisfacción pueden generar una especie de enganche emocional, dificultando la ruptura definitiva.

Consecuencias de hacer de tu pareja tu reto eterno:

Deterioro de la comunicación y la confianza: La insistencia en cambiar al otro puede crear un ambiente donde la comunicación se centra en críticas o en lo que se percibe que necesita mejora. Esto puede llevar a que la pareja se sienta menos inclinada a compartir sus pensamientos y sentimientos. Las ofertas de cambio que no se cumplen dañan profundamente la confianza.
Aumento del resentimiento y la frustración: El resentimiento surge cuando uno se siente constantemente evaluado o presionado a cambiar. La frustración surge de no lograr hacer que el otro cambie o no poder adaptarse a sus maneras.
Pérdida de la Individualidad: Hacer de tu pareja un proyecto de mejora continua puede llevar a que uno o ambos pierdan su sentido de individualidad. La persona que es vista como un «reto» puede comenzar a moldear su comportamiento y sus decisiones basándose en las expectativas de su pareja, perdiendo de vista sus propios deseos, necesidades y objetivos personales.
Efectos en la salud mental y física: Las tensiones y el estrés crónico resultantes de intentar imponer o resistirse a esta dinámica de «reto eterno» pueden tener serias repercusiones en la salud mental, incluyendo ansiedad y depresión sostenidos.

¿Qué podemos hacer?

Aceptar a nuestra pareja como es: Esto no significa resignarse a una situación insatisfactoria, sino reconocer que el cambio profundo y duradero debe venir desde dentro y no puede ser forzado.
Renunciar a la idea de que podemos cambiar a la pareja: Aunque pudieras, no deberías intentarlo si la otra persona no te ha pedido su ayuda para cambiar algo que necesite. Tu pareja no es un montón de arcilla lista para ser modelada a tu voluntad. Y aún suponiendo que lo permitiera, quizá acabarías por perderle el respeto.
Revisar y ajustar nuestras expectativas: Reflexionar sobre si nuestras expectativas son realistas y dialogar sobre ellas con nuestra pareja puede ayudar a alinear nuestras visiones de la relación.
Fomentar el crecimiento personal y de pareja: Apoyar el crecimiento mutuo en lugar de intentar cambiar al otro puede fortalecer la relación y hacerla más satisfactoria para ambos.

Especialista: Mario Guerra. Psicoterapeuta, tanatólogo, coach ontológico, hipnoterapeuta certificado internacionalmente, conferencista y nuestro rockstar del amor.

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