Mario Guerra
Tanatólogo, conferencista, business coach, psicoterapeuta.
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encuentrohumano.com
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Hay relaciones que se acaban y después, a la distancia, uno empieza a extrañar al que se ha ido y las cosas no se ven tan mal pasado el tiempo. Empieza a pasar por la cabeza la idea de regresar porque aún hay sentimientos depositados en aquella persona. ¿Pero si la relación no funcionó antes, por qué habría de funcionar ahora? ¿Qué es diferente en ambos que de alguna manera haga más probable que una reconciliación sea definitiva? ¿Qué han aprendido ambos de las causas y consecuencia de lo que los llevó a terminar?
¿De qué depende que pueda uno volver a una relación con un Ex y funcione?
No hay un método que garantice esto, pero hay ciertos pasos que lo podrían hacer más probable.
a. Que ambos quieran.
b. Que sepan cómo llevar una relación de pareja saludable.
c. Que si no saben, obtengan la ayuda necesaria.
d. Que estén dispuestos.
e. Que al final decidan.
f. Que prueben a ver si pueden.
• Es decir, que un factor fundamental es el que sepan como hacerlo, pero está visto que no lo saben en tanto que la relación se terminó.
• Aún así hay muchos factores que influyen para que este aprendizaje tenga éxito.
Las razones por las que quieren volver
Porque se quieren y se aman
• Esta es una razón muy válida y hasta necesaria para pensar en volver.
• Pero no olvides que una cosa es amar y otra saber amar; es decir, cómo traducen en actos el amor que sienten por su pareja.
• Por ejemplo, ¿su manera de amar enriquece o lastima al otro? ¿Es lo que los unió, pero también lo que acabó por separarlos?
Porque se extrañan
• Esto es natural cuando han puesto tiempo y distancia entre ustedes, lo que hace que las causas de la ruptura quedan opacadas por el sentimiento de abstinencia por el que están pasando.
• El que extrañes a alguien no significa que debas volver con ese alguien.
Porque idealizan y fantasean
• Idealizan a la persona y le reducen culpa, trasladandola a otros o a circunstancias externas.
• Entonces fantasean que “ahora sí” todo va a estar bien, aunque en realidad frecuentemente no tienen base alguna para sustentar esta creencia.
Porque algo obtienen
• Es natural que en una relación de pareja ambos obtengan amistad, complicidad, pertenencia, seguridad, compañía, amor, sexo, intimidad, romance, etc.
• Pero cuando lo que se busca es una sola cosa, o se busca algo de manera desesperada y obsesiva, quizá no es amor, sino necesidad ansiosa de obtener lo que sea que necesites (y de alguna manera hay garantía que de tu ex pareja en el pasado lo has podido obtener; vas a la segura).
• Porque no acepta la ruptura
• Es más probable que una persona presione para volver si la ruptura ha sido unilateral
• Porque de alguna manera aceptas que vuelva.
• Tú dices que no, pero si realmente no quisieras pondrías límites claros y contundentes. No es tan importante por qué regresa un Ex a tu vida, sino lo que tú haces cuando eso pasa.
Por impulso
• Sin pensarlo y sin saber cómo, regresas a una vieja relación sin saber nada con tal de no sufrir la ausencia de tu Ex pareja.
• Regresas a lo conocido, aunque no sea lo bueno.
• Deberíamos volver porque queremos y tenemos razones objetivas y sustentadas para pensar que ahora las cosas serán distintas.
Las causas de la ruptura también son importantes
Distinguir si el problema que llevó a la ruptura es una causa aislada o parte de un patrón disfuncional de relación.
• Si la causa es aislada (como un malentendido, incluso una infidelidad ocasional o una mentira inusual), es más probable que la relación pueda funcionar (si ambos son flexibles, reconocen la falta y están dispuestos a hablar de lo que pasó y hacer lo necesario para prevenir que vuelva a ocurrir.
• Si la causa es parte de un patrón recurrente de comportamiento (infidelidades recurrentes, mentiras constantes, violencia de cualquier tipo, etc.), la situación se hace más complicada porque la reconciliación requiere de un trabajo personal más profundo. Cuando los conflictos son por diferencias en personalidad y valores, esas diferencias pueden ser irreconciliables aún con la mejor voluntad.
Observa cómo te sientes cuando la relación se rompe
Si te sientes aliviado, como si te quitaran un peso de encima ¿para qué querrías volver a esa relación?
• Si es tan mala, para qué regresas.
• Respondiendo esto puedes encontrar lo que la relación te da y ver si hay otra manera de obtenerlo.
Si te sientes triste y miserable sin esa persona, ¿por qué dejaste la relación?
• Si es tan buena, por qué te fuiste (o “te fueron”).
• Respondiendo esto puedes encontrar lo que está mal en la relación y determinar si quieren y pueden repararlo o incluso encontrar razones sustentadas para no volver.
¿Y qué problema hay con que lo estemos intentando?
• Para el universo ninguno, para Ustedes hay distintas consecuencias de mantener una relación intermitente:
• Pueden volverse adictivas:
• Se genera un efecto de refuerzo variable, en donde se alterna la esperanza con las decepciones, haciendo parecer que es cuestión de tiempo, persistencia o suerte para un día ganar el “premio mayor”.
• Distintos estudios señalan que, mientras más veces se caiga en el patrón de intermitencia “relación – ruptura – relación – ruptura”, las parejas sufren:
• Más interacciones negativas (problemas, discusiones, peleas, etc.)
• Más insatisfacción, basada en la calidad de estas relaciones.
• Menor nivel de compromiso en el largo plazo (mientras más van y vienen, es menos probable que quieran quedarse juntos en el largo plazo).
• Producen altos niveles de estrés en las parejas en comparación con las parejas estables o aquellas que rompen definitivamente.
¿Cómo saber si ahora si va a funcionar?
• Eso depende mucho de qué hicieron durante el tiempo de separación:
• Se dedicaron a vegetar y lamer sus heridas.
• Estuvieron lloriqueando, espiando, lamentándose por estar sólos o por el contrario, estuvieron entretenidos, en relaciones de rebote o negando que lo que pasó dolió y que haya un problema por resolver.
• Las personas que viven así la ruptura van y vienen sin hacer muchos cambios en su manera de ser o relacionarse y sustentan sus ires y venires en esperanzas y meras expectativas fantasiosas.
• Las parejas bajo esta modalidad suelen pasar mucho tiempo, incluso años, en ires y venires hasta que llegan a una ruptura final.
Capitalizaron la separación.
• Aprovechan el tiempo que están separados para reflexionar y buscan cambiar lo negativo de sí mismos y de la relación con cada reconciliación. Hacen de sus rupturas una oportunidad de aprendizaje, independientemente que regresen o no con la misma pareja.
¿Qué es lo que hay que aprender entonces?
• A hacer mejor elecciones de pareja.
• Idealmente buscar a una persona se que parezca a lo que más te gusta de ti.
• Si una persona es parecida a ti en estilo de personalidad y valores, puede ser más probable que la relación fluya mejor (aunque nunca hay garantías).
• Poner límites claros.
• No sólo al otro que regresa, sino a ti mismo acerca de las cosas que ya no puedes permitirte hacer o tolerar.
• Pensar más en ti.
• El pensar más o primero en los otros, te hace propenso a tener conductas sumisas y complacientes.
• No se trata de ya no pensar en los demás, sino de empezar a pensar más de lo que solías hacer en ti. Pensar lo que quieres, quién eres y qué necesitas.
• Ocuparte de ti y de tu salud mental y emocional (además de la física y la financiera, por supuesto).
• Que al amor no duele, no se suplica o no se condiciona, pero que tampoco es suficiente por sí sólo para sostener una relación.
• Es el componente inicial fundamental de toda relación, pero eso sólo la echa a andar, no alcanza para mantenerla viva y sana.
• Que el amor y la ansiedad no hacen buena combinación.
• Ser una persona ansiosa te puede volver una persona suplicante o controladora.
Hay quien estudia para pasar el examen y quien estudia para aprender.
