Vidal Schmill
Pedagogo, especialista en Desarrollo Humano. Autor del libro “Disciplina Inteligente”, best-seller con más de 500,000 ejemplares vendidos y “Berrinches, su manejo eficaz”.
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Reconoce el miedo. No está mal sentirlo. Modéralo para que sea un miedo precavido y no pánico. Verbalízalo con alguien y escucha los miedos de tus hijos(as) por separado. No interrumpas, no opines, ni minimices lo que sienta o diga. Sólo escucha y agradece que te lo confíen. Esta simple acción ayudará a aligerar la carga emocional contenida por cada persona. Lo peor es ponerse frenético o paralizarse por el miedo. Necesitas algo estable en medio de tanto movimiento e inestabilidad. Y eso es tu familia, tu pareja. Si no te controlas y no encuentras balance, cavarás un hoyo muy profundo. Baja el ritmo de tus pensamientos y bajarás la angustia.
La distancia social. No sólo la apliques en persona, también en redes. La cantidad de información falsa, tóxica e incluso estúpida, que se publica en redes sociales y chats es enorme. Es una buena oportunidad para que en familia aprendamos a distinguir lo útil de lo inútil de la información en redes. La Generación Z (la que nació con internet, no conoció el mundo sin internet) tiene una característica muy peligrosa (entre otras): “Si está en internet es verdad”, tiene FE en internet y lo que allí se publica. Hagan un ejercicio de comparación de información contradictoria entre sí y luego mencionen sus propias opiniones.
¿Qué significado le darás a esta crisis? ¿Lo vas a vivir como una carga negativa, vas a padecer “el encierro” y a tu familia? ¿vas a entrar en pánico y deprimirte con las noticias? o ¿Vas a interpretar esta crisis como una oportunidad para conocer mejor a tu familia y fortalecer los lazos? No sólo vayas en “automático”, toma consciencia de tu impaciencia, de lo que te irrita, de lo que te divierte y alegra. Es el momento de reflexionar y conectar, porque tal vez es posible crear nuevas formas y acuerdos de convivencia.
Disciplina y concentración. Divide claramente los tiempos de trabajo, descanso, ejercicio físico, familia. Necesitas dormir bien, hacer ejercicio, comer equilibradamente, tomar agua. Son 4 pilares para tener energía y bienestar personal. Sin ello, será difícil controlar algo.
Hagan un listado de actividades y luego repártanlas durante la semana, por ejemplo:
Levantarse y preparar desayuno todos (no sólo mamá)
Juego de mesa familiar.
Hacer limpieza de casa y cuartos personales (camas, ropa, etc.)
Bañarse en turnos (organizar para que unos lo hagan en la mañana y otros en la noche).
Estudio / Trabajo en línea.
Lunch
Caminar en familia sin tocar casi nada y saludando de lejos (mientras sea permitido salir a la calle)
Tiempo libre.
Juego físico (a mover el cuerpo con algún juego)
Chapoteadero (si tienes espacio y niños pequeños)
Comida preparada por todos (no sólo por mamá)
Limpieza de cocina y platos utilizados.
Película o serie en familia.
Video juego en familia.
Leer (cada quien y cuentos a los pequeños)
Tiempo en pareja sin hijos (durante el tiempo libre o al dormirlos)
Dormir bien.
Reduce con eficacia los pleitos entre hermanos(as).
Si los pleitos con continuos, establece una mesa de discusión.
Establece un horario diario (digamos de 6 a 6:30 de la tarde) y sienta allí a quienes siempre están discutiendo.
Diles que discutan, sin insultarse, sobre cualquier tema. Si se les acaban los temas de pleito, no permitas que se levanten de la mesa hasta que pase la media hora programada.
Diles que si no discuten durante el día, podrán evitar la mesa de discusión por cada día que no peleen.
No seas árbitro de sus pleitos.
Establece que pueden discutir sin insultarse, pegarse o lastimarse.
Si las cosas empiezan a caldearse, intervén y haz que estén en espacios separados.
Si no llegan a acuerdos o a calmarse, perderán tiempo libre, de juego o de algo que les importe.
Desactiva los celos.
Pasa tiempo separado con cada uno(a).
Reconoce a cada quien sus fortalezas, habilidades o actitudes positivas.
No le des atención extra al hijo(a) que se victimiza.
Separa un tiempo (mínimo 3 veces a la semana) para platicar y estar a solas con tu pareja. Sin que estén presentes los hijos o demás familiares (puede ser a la hora de dormir de los hijos, o durante sus tiempos libres o de juego).
Aprovecha inteligentemente el tiempo y aprende en línea. Dedica de 30 minutos a 1 hora diaria o al menos cada tercer día a tomar clases en línea.