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2024-11-14 20:20:35

7 explicaciones científicas para tu vida diaria

Detrás de todo lo que haces, hay una explicación científica.

julio 20, 2015

explicaciones-cientificasPuedes pasarte diez años sin pensar en la ciencia, pero no puedes sobrevivir ni siquiera un segundo sin usarla de una manera u otra. Porque detrás de todos los procesos que se suceden desde que te levantas y hasta que te acuestas, desde cepillarte los dientes a calentarte en el microondas una cena, hay una explicación científica.

De acuerdo con Einstein, la ciencia es, fundamentalmente, otra manera de mirar a las cosas.

1. Los edificios de oficinas son más altos por la noche
El peso de los godinez afecta a la estatura del edificio que los contiene. Ese efecto es más apreciable en las grandes torres dedicadas a oficinas muy ocupadas. Cuando el grueso de los empleados se va a casa después de la jornada de trabajo, los edificios altos de oficinas crecen. Por ejemplo, un rascacielos de unos 350 metros de altura. Bajo el peso de unos 50, 000 ocupantes —usando como referencia el peso medio de un adulto—, el edificio encogería alrededor de 1.5 milímetros durante la jornada laboral, recuperando esa altura cada noche.

2. Los post it o notas adhesivas se despegan fácilmente porque su pegamento está aplicado de forma irregular
Los papeles tipo Post-it usan un plástico adhesivo que está distribuido de forma amorfa por su franja pegajosa. Piensa en pequeñísimas gotas de pegamento que tú no puedes ver, y que están distribuidas de forma no uniforme. Cuando pegas la nota a un objeto, sólo algunas de esas micro-cápsulas adhesivas llegan a tocar su superficie. Eso hace que sea sencillo despegarla. Cuando vuelves a pegarla en algún otro lado, las micro-cápsulas que aún no han sido utilizadas —las que no llegaron a tocar la superficie del objeto en veces anteriores— son las que toman el relevo, asegurando la capacidad adhesiva del post-it. Si la acción se repite, tarde o temprano todas esas «gotas de pegamento» acaban siendo usadas. Es entonces cuando la nota deja de funcionar.

3. Si invitaras a tus amigos a cenar ahorrarías mucho dinero en calefacción
Todos sabemos que nuestro cuerpo desprende calor. En una noche fría, no hay nada como acurrucarse al lado de otras persona. Pero piensa, por ejemplo, en el infierno que puede ser quedar atrapado entre cientos de personas en una sala de conciertos abarrotada. Eso es sudar, hasta el punto de sentirse incómodo. ¿Cuánta gente sería necesaria para mantener tu casa caliente en invierno simplemente usando calor corporal? Se necesitarían unas 35 personas sentadas, o 18 moviéndose sobre tu alfombra, para generar el mismo calor que el calentador.

4. Si pisas una pieza de LEGO, no se romperá
Las piezas de LEGO pueden parecer frágiles, pero son capaces de soportar hasta cinco veces el peso de un humano adulto sin romperse. Si cambiáramos humanos por ladrillos de obra, una simple pieza de LEGO podría sostener, sin fracturarse, una torre de 375.000 ladrillos. Esa columna mediría unos tres kilómetros y medio de alto.

5. El agua lava gracias a su estructura molecular
Las manos, la ropa, el coche… Cuando algo está sucio, le damos un baño de agua. ¿Pero por qué no usamos otros líquidos? ¿Es cuestión de disponibilidad o hay algún otro factor implicado en esa elección del agua como limpiador universal? Al tener las moléculas del agua una forma triangular —una geometría molecular angular, con dos átomos de hidrógeno unidos a un mismo átomo de oxígeno a través de enlaces simples—, éstas son siempre polares. Es decir, tienen diferentes cargas en sus lados, de una forma parecida a un imán. El extremo de la molécula que corresponde al hidrógeno es ligeramente positivo, mientras que el lado del oxígeno es ligeramente negativo. Esta diferencia de cargas hace que la molécula de agua se pueda «pegar» de forma sencilla a otras moléculas. Cuando pones algo a lavar, las moléculas de agua se adhieren a las de la suciedad en cuestión, separándolas de la superficie del objeto.

6.- Los valores calóricos de los alimentos se calculan incinerando comida
Si cuidas tu alimentación, estarás acostumbrado a consultar los valores nutricionales de los productos que compras. ¿Qué significan realmente esos valores calóricos y cómo se calculan?

Las calorías son una medida de calor y representan la cantidad de energía necesaria para elevar la temperatura de un gramo de agua un grado centígrado. Las calorías que se presentan en los alimentos son realmente kilocalorías, o la cantidad de calor necesaria para elevar un grado centígrado un kilogramo de agua.

Los valores calóricos de las etiquetas son, pues, una estimación de la energía contenida en el producto. Para hacer ese cálculo, los científicos usan calorímetros, herramientas que permiten medir el calor generado en una reacción química. En el caso de los alimentos, lo que se hace es quemar esa comida y medir el cambio de temperatura que la combustión provoca en el agua que incorpora el dispositivo.

7.- Taladrar un agujero en la pared puede causar un incendio
Esto aplica a para las casas de madera. Cuando rozas un material contra otro, generas fricción y el taladro genera mucha; al usarlo el motor del aparato, la broca y la pared se calientan. Se necesitan 2.000 juls de energía para hacer que la temperatura de un kilo de madera suba un grado Celsius. La madera sólida suele arder, dependiendo de la variedad, a temperaturas comprendidas entre los 200 y los 400 grados centígrados. Considerando que un taladro estándar suele llevar un motor de 750 watios, Woodford, calcula que, en una habitación aclimatada a 20 grados centígrados, bastaría con taladrar durante unos cuatro minutos para llevar una pared de madera a las llamas.

julio 20, 2015