Por: Pere Estupinyà, químico, bioquímico y periodista dedicado a la divulgación científica. Auto del libro La Ciencia del sexo.
El 41.9% de las mexicanas ha fingido un orgasmo al menos una vez en la vida, según un estudio de Paulina Millán y Juan Luis Álvarez Gayou del Instituto Mexicano de Sexología. ¿Los motivos? El principal es para complacer a la pareja y que el machito no se sienta mal. El segundo es el aburrimiento y desear que el coito termine de una vez.
Luego están quedar bien, vergüenza de no llegar al clímax o porque algunas mujeres os sentís más excitadas con el teatrito.
En el imaginario colectivo está la creencia de que los hombres no nos enteramos cuando fingís un orgasmo y que nos podéis engañar fácilmente con varios gemidos y movimiento espasmódicos. ¿Pero es eso cierto?
Cuidadín, porque la ciencia puede dar consejos para distinguir un orgasmo fingido del real.
Te pido unas líneas de atención. Lo primero que debes conocer es que durante el orgasmo se activa el sistema nervioso simpático de tu organismo. Es el mismo sistema que se activa cuando estás relajado y de repente un susto te pone el corazón al cien, la piel sudorosa, los músculos tensos y todos tus sentidos en alerta. Es una reacción rapidísima que la evolución programó para dejarnos reaccionar de inmediato ante cualquier amenaza.
Curiosamente, este cambio del sistema nervioso autónomo parasimpático a simpático (de alerta) también ocurre durante el orgasmo.
El cerebro también libera una buena dosis de hormonas como la placentera dopamina, la amorosa oxitocina o la saciante prolactina, y se desactiva una zona del córtex lateral orbitofrontal asociada al autocontrol.
Cierto que todo esto es difícil de distinguir porque la mayoría de la gente rara vez folla con un escáner cerebral a la mano.
Pero la activación del sistema simpático en el resto de cuerpo da pistas para distinguir el orgasmo falso del real, y aquí te tengo un checklist.
Si no la cumple, no le preguntes si fue real porque, entonces, ¡sí se le van a dilatar las pupilas!
Checklist para saber si es neta:
Ojo loco
Dile “mi amor, no cierres los ojos cuando llegues al clímax porque me gustaría observar fijamente tu mirada” (en realidad lo que quieres ver es si las pupilas se dilatan)
Pulso en las nubes
Apóyate en su pecho y checa si sus latidos son especialmente rápidos, como cuando acabas de librarte de un choque. Debe ser así si es real, por la adrenalina.
Espalda mojada
Sé cariñoso y acaríciale la piel para distinguir si hay sudor extra al del propio esfuerzo.
¿Agua, mi amor?
Pregúntale si tiene sed, como si fueras el más atento. Si dice que no, desconfía porque debería sentir la boca seca.
Al rojo vivo
Ve sus mejillas y parte superior del pecho. Deberían estar rojizos por la rotura de microcapilares sanguíneos por el aumento en la presión.