Por Alejandra G
Tw. @alejandragzmn
De la marca que gustes o se te venga a la mente, todos tienen algún whisky que les gusta. Hoy en día, es más común ver a alguien disfrutando de esta bebida.
Como todo en la vida, existen criticas, desde que solo es para hombres mayores hasta los que aseguran que el sabor es terrible.
Si te sientes incómodo, o hasta cierto punto mal por tantos comentarios malos alrededor de esta bebida que tanto te gusta, les puedes decir que es bueno para tu salud. Ya te hemos dicho los beneficios de la cerveza , del vodka y hasta del champagne, así como estas bebidas, el whisky también los tiene.
Está comprobado que un poco de whisky, todo con moderación, ayuda a tu salud. Y aquí te decimos cómo.
1. Combatir el cáncer
Es rico en antioxidantes, protegiendo el cuerpo de tener contacto con sustancias cancerígenas, además ayuda y protege al cuerpo de los efectos de la quimioterapia.
2. Evita el aumento de peso
Es bajo en calorías y en azúcar, por lo que puedes beberlo sin temor a tener esa típica “panza chelera” por la cerveza.
3. Buena salud a corazón
Y esto se lo debemos, de nuevo, a los antioxidantes reduciendo el riesgo de ataques al corazón y reduciendo también el colesterol malo, y a veces, aumentando el bueno.
4. Reduce el estrés
Y los amantes del whisky lo saben, un poco de esta bebida ayuda a calmar los nervios y el estrés después de un día pesado.
5. Ayuda a la digestión
Ayuda a calmar el hambre, también a tener mejor digestión y eliminar dolores de estómago.
6. Salud a tu cerebro
Beber una cantidad pequeña y moderada de whisky, reduce el riesgo de padecer alzheimer y demencia.
7. Sano para diabéticos
Debido a que es bajo en azúcar y carbohidratos, una persona que padece diabetes puede beber whisky sin preocupaciones, pero todo con moderación.
8. Reduce riesgos de accidentes en el cerebro
Evita que el colesterol se acumule, relaja las paredes de arterias y ayuda al flujo sanguíneo.
9. Se alarga la esperanza de vida
Por sus antioxidantes y nutrientes, ayuda a no contraer enfermedades y la lenta descomposición de las células.