Por Enrique Hernández Alcázar
De pequeños los gordos son defendidos a capa y espada por sus madres. “No está gordo, está bien dado”, argumentan. Este cocowash no es más que un eufemismo que se traduce así: “Ora en la pubertad se va a estirar y se le va a quitar lo gordo. Así que dejen de estar chingando”.
Llega entonces la secundaria y, otro supuesto, te conviertes en el blanco perfecto del bullying, en el tipo que jamás tiene novia o en el que se hace el chistosito para ganar amigos.
Algunos se vuelven flacos (por increíble que parezca). Otros, cerebritos (nerds), se aíslan de todo lo que tenga que ver con presentarse en público, ganan en dólares, dirigen bancos o son los creativos detrás del membrete de empresas trasnacionales. Otros se vuelven comediantes, se ríen de ellos mismos y jamás cogen.
Siempre fui coqueto. El sexo opuesto es mi mero mole. No me importó que no me vieran como el más guapo. Jamás bajé mis rangos de conquista. Iba por la que me gustaba sin pensar en que era espectacularmente hermosa y yo gordo.
Quizá sea un flaco atrapado en el cuerpo de un gordo. Para festejar el Bicentenario inventé una posición sexual de antología. La llamé El Pípila. Es igual al chivito en precipicio, pero con la panza sobre la espalda de ella.
Soy un gordo pleno. Esta condición física no me ha cerrado puertas. Soy periodista en radio e igual ganaría más dinero y reconocimiento si estuviera en la televisión. No me late la idea porque, la verdad, la tele engorda. Ser gordo tiene sus ventajas. Por ejemplo, te vuelves punto de referencia.
-¿Sabes dónde están los baños?
-Sí, mira, ahí al lado de donde está ese gordo, a la derecha.
Lo mejor de ser gordo es aceptar que lo eres. Así será más fácil trazar objetivos y crear tus caminos y técnicas para lograrlo. No todo es miel sobre hojuelas (¡otra vez pensando en comer!). La verdad, he sufrido rechazo social, violencia, insultos, vejaciones, bullying y discriminación Sí… Pero eso es porque le voy al Cruz Azul.
VENTAJAS INDISCUTIBLES
1. Eres perfecto colchón sexual
Ella estará mucho más cómoda encima de ti
2. Eres novia perfecto
Tu pareja sabrá que jamás le dirás gorda y que nunca criticarás su troglodita manera de comer
3. Eres CERO secuestrable
La banda de malosos pensará tres veces antes que dividir el botín entre los 10 que te van a levantar
4. Eres perfecto copiloto
No necesitas gritar «¡shot adelante!». Por su propia comodidad, todos te cederán ese lugar