Por Alejandra Ortíz
@alita_emo
Una cucharada de caldo de pollo entra a tu boca, vas saboreando el arroz, una zanahoria, todo está perfecto. Pero entonces muerdes una papa y tienes que vergonzosamente abrir la boca y soplar con la mano mientras los demás te miran con pena. Te estás quemando y en varios sentidos.
Las verduras y cualquier otra cosa tienen capacidades distintas de absorber y liberar el calor del medio en el que están. En un caldo de pollo, los diferentes ingredientes hacen esto en diferentes medidas. Las papas cuando se cuecen absorben calor que liberan más lento que las demás verduras y por eso se tardan más enfriar que, por ejemplo, las zanahorias.
Nuestra atmósfera es similar a un caldo de pollo en cuanto a que atrapa calor y sus diferentes componentes lo liberan a distintas velocidades. Para esta propiedad de los gases atmosféricos se utiliza el término “potencial de calentamiento global”, y mide para cada gas cuánto calor atrapa en la atmósfera.
Gracias a que hay gases que guardan el calor del sol es posible la vida en la Tierra, pues crean un ambiente similar al de un invernadero pero de tamaño planetario, por eso se les llama gases invernadero. El problema con ellos es que últimamente los seres humanos nos hemos encargado de producirlos en cantidades que comienzan a calentar riesgosamente al planeta.
Muchas cosas que hacemos producen gases invernadero y eso se ve reflejado en su aumento. El dióxido de carbono es el gas invernadero más común y en los últimos 150 años ha aumentado en 30% su concentración en la atmósfera. Se produce principalmente con la generación de electricidad, el transporte, y la industria. Con cada molécula más de dióxido de carbono como con cada papa en el caldo de pollo viene asociado un potencial de calentamiento global.
Con nuestras actividades que generan gases invernadero podríamos decir que le estamos echando más papas al caldo atmosférico. Si meterse una cucharada con una papa a la boca nos puede remitir a las llamas del infierno, ahora imagínate cómo sería vivir dentro de una.