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2024-12-22 00:17:47

Conflictos en el vientre materno

Tu feto te quiere matar, pero afortunadamente la evolución ha encontrado la forma en que esto no pase.

diciembre 8, 2015

 Alejandra Ortíz  Alejandra Ortíz
   Tw. @Alita_emo

  Los mamíferos tenemos dos juegos de copias genéticas, una que viene del papá y otra de la mamá. En la mayoría de los genes las dos copias trabajan juntas y así se producen los rasgos de un individuo. Pero hay otros genes en los que estas copias parecen estar peleadas, tanto que han evolucionado para contrarrestar sus efectos mutuamente.

Parece ser que el que algunos genes de mamá tengan conflicto con genes de papá se debe a que ambos padres no tienen los mismos intereses durante la reproducción. Para los machos de muchas especies, mientras más hijos puedan dejar, mayor beneficio tendrá el papá, ya que evolutivamente gana quien tenga más descendencia. Esto fomenta que evolucionen genes que hacen que la descendencia en el vientre materno jale y jale recursos, o sea que chupen todo lo que puedan para nacer grandotes.

Para las madres, en cambio, esta estrategia de tener cuasi parásitos en su interior no es tan ventajosa. Si bien está dentro de su interés evolutivo tener hijos que nazcan sanos y fuertes, también está dentro de su interés no morir en el intento. Se ha visto en ratones que hay genes del crecimiento en donde las copias maternas y paternas tienen un conflicto: la copia que viene de papá hace que las crías crezcan agigantadas, mientras que la copia que viene de la mamá hace que las crías sean enanas. El resultado, ya que las crías tienen ambas copias, es que sean de tamaño normal.

La explicación evolutiva a esto es que cada una de las copias sirve como presión para la otra. Las copias paternas más ventajosas serán las que hagan a sus hijos más grandes, mientras que las copias maternas más ventajosas serán las que puedan contrarrestar estos efectos, y así sucesivamente.

Esto da evidencia de que existen conflictos de interés entre los genes paternos y maternos. En humanos se cree que algunas graves aflicciones del embarazo pueden deberse a esto. Se sospecha que por ejemplo la preeclampsia y la diabetes gestacional son casos de estos conflictos.

Durante la preeclampsia se estarían expresando genes en el embrión que vienen del padre y que hacen que la presión sanguínea de las madres suba, llegándole así más nutrientes al feto. La diabetes gestacional sería algo similar, en donde los genes paternos provocan que la glucosa se quede en la sangre de la mamá, de manera que el futuro hijo reciba más azúcar.

El embarazo resulta entonces ser un logro de la conciliación evolutiva, donde durante meses hay genes en conflicto que, afortunadamente, casi siempre y con base en un estira y afloja, han logrado que a la mamá no le vaya tan mal y los bebés nazcan sanos.

Alejandra Ortíz es bióloga por Facultad de Ciencias de la UNAM, actualmente estudia el doctorado de Ciencias Biomédica,le gusta explicar el lado científico de la vida.  

 

diciembre 8, 2015