POR FERNANDA TAPIA
Me costó mucho trabajo sentarme a teclear esta colaboración. Entiendan que han sido 49 años de llevar mi fealdad con estoicismo. Y de golpe y porrazo, sin ni siquiera un diván de por medio, resulta que tengo que estar orgullosa de mi condición. Para mí fue una suerte nacer en México, al que madame Calderón de la Barca, y no sólo Elvis o Tiziano Ferro, calificó como “tan ausente de belleza y donde la presión social no es tanta”, pues en este país donde los guapos tienen todo —y a todos— a sus pies, corres muy poco peligro de que las circunstancias “te echen a perder”.
Además te ahorras mucho varo. ¿Ya para qué gastar en cremas y cirugías? Pues, aunque la mona se vista de seda… Y el avatar de tu Facebook puede ser un ultrasonido, por aquello de “tu belleza interior”.
Otro punto a tu favor es que los albañiles son bien democráticos, incluso puedes pasearte frente a una construcción pa’ que te chiflen verdaderamente excitados. También puedes estar segura que si un hombre se acerca a ti de verdad va con buenas intenciones. Nunca tendrás la duda de si sólo quiere coger.
En el terreno amoroso, podrás conseguir marido más fácil. En estas tierras el varón entra a la tienda de autos por el deportivo del aparador, pero sale con un compacto, que es para lo que le alcanza. Total, ya luego “hasta se les olvida cómo manejar”. Consejo: no te deprimas, recuerda que siempre se puede “mejorar la raza”… ¡Embarázate de un guapo! Y, si no eres de las suertudas, como opción alternativa, te puedes convertir en la amiga confidente, en una de esas hasta te toca consolarlos. Tu arma: siempre serás “la mejor amiga”, y nunca te verán como la rival “peligrosa”. Que se cuiden.
También puedes sostener una plática con el sexo opuesto y estar segura que te mirarán a los ojos, pues no se distraerán viendo atributos físicos que no existen. Otra gran ventaja es que no te costará trabajo llegar virgen al matrimonio. Sobre todo si no tienes algún primo miope.
Si eres actriz te darán siempre los papeles más interesantes y que exigen carácter. Por ejemplo, Catalina Creel, Los motivos de Luz; en hombres, Ricardo III.
Y, en el terreno familiar, siempre estarás segura de haberles “ganado” a tus papás jodiéndoles sus “pretensiones” de tener una hija bella. Esto es muy placentero, sobre todo, en la aborrescencia. Hablando de la adolescencia, el acné es un accesorio más. ¿Qué importan los barros y las espinillas? O, más adelante, las estrías y la celulitis. Total, una raya más al tigre. Asimismo, como nadie espera nada de ti, es fácil sorprenderlos en las fiestas de fin de año con una arregladita y un buen tacuche. ¡Betty “la Fea” nos redimió!
Otras cuestiones de provecho: siempre te queda la opción de ser “sabrosa”; nunca te duele la cara de ser tan guapa; cuando saludas nadie se pasa de lanza mamaseándote discretamente; en el metro hasta te abren espacio, nadie te arrima el camarón; en la calle es raro que te agredan, sobre todo si tienes cara de “te rompo tu madre”; no necesitarás disfraz en Halloween; serás una peatona ejemplar, pues nunca provocarás accidentes de tránsito; tus amigos no dudarán que tu ascenso fue por méritos propios; y, para que te termine de gustar la idea, con un blazer y unas gafas das el gatazo de muy docta y veraz.
En el tema de carácter: te harás obstinada y mañosa, porque eso de “la suerte de la fea”… deja que se lo sigan creyendo las bonitas. Igualmente serás muy cuidadosa de tus actos, ya que a veces puedes ser requerida por el cargo de: “Portación de rostro”.
No te preocupes si no aceptas tu condición, puedes hacerte la chaqueta mental de que te equivocaste de país o época. Sólo si viajas comprobarás que eres fea universal, y cuando alguien te vea feo en lugares como Interlomas o Santa Fe, puedes soltarles a rajatabla: “Llévame con tu líder”, te dejarán en paz. Por lo demás no te preocupes, en el lenguaje políticamente correcto están a punto de borrar la palabra “fea” del diccionario, ahora se usará “incómoda de ver”.
FERNANDA TAPIA
Es una de las comunicadoras más visibles y versátiles de México. Locutora de radio, conductora de televisión, actriz de doblaje y voz de cientos de comerciales, tiene una trayectoria de más de 30 años ininterrumpida en medios. Si de algo estamos seguros en moi es que Fer no es nada fea.