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2025-04-23 08:44:57

El Factor Figueroa: Odio el detox

¿Dónde quedaron esos tiempos más humanos en los que hacías la dieta de los tres días de Angélica María para entrar en el vestido?

marzo 4, 2015

factor-figueroa-marthaPor Martha Figueroa
@MarthaFigueroax

Durante muchos años odié palabras como escroto, cabello o pantaleta. Ahora, a punto de entrar a la primavera del 2015, me quiero morir cada vez que alguien dice: Detox. Odio la palabra, odio la pose desintoxicatoria y odio a las mujeres que hablan de eso todo el día.

Aquí debo aclarar que lo de ‘querer morirme’ es un decir –ya ven que soy dicharachera- porque el otro día una maestra en metafísica me dio un sermón más largo y tupido que el de la montaña. Según ella, cada vez que dices, por ejemplo, “me muero de hambre”, “si llegas tarde, te mato” o “qué hago, ¿me mato?”, el universo te escucha gracias a la ley de atracción y no sé qué, y un buen día ¡te parte un rayo!

Yo quiero vivir, pero feliz. A mí me enseñaron en la primaria –jaja okay, a lo mejor no me acuerdo bien o me lo aprendí mal- que el cuerpo tiene sus propios mecanismos de depuración y que el hígado y los riñones eliminan de tu cuerpo lo que no necesitas. Claro, a menos que por alguna razón -ponle tú dramática- no tengas dichos órganos o algo.

¿Dónde quedaron esos tiempos más humanos en los que hacías la dieta de los tres días de Angélica María para entrar en el vestido? Ahhh no, ahora resulta que mis maestros de biología, yo, Dios nuestro señor y la naturaleza… ¡todos! estamos mal, muy mal, y que si no tomamos jugos de colores, leche de almendra, aceite de coco, menjurjes alcalinos y no hacemos dieta ‘Detox’ (ughhh) no sobreviviremos, no estamos a la moda y además, vamos por la vida haciendo el ridículo.

Lo que no saben, es que mientras se descargan de contaminantes se llenan de ondas electromagnéticas –que los van a matar, seguro- porque no sueltan sus smartphones para contarle a todo el mundo las linduras mágicas de su organismo ¿Que cómo lo supe? Me lo dijo un doctor de la Nasa. Lo de las ondas electromagnéticas, no lo de la muerte -eso fue una aportación mía-.

Hay una investigación muy seria (bueno, la verdad la leí en una revista femenina) que asegura que una característica que tienen los iluminados de la pureza interna es que todo el día postean sus ejemplos de vida para obtener aprobación #vidasaludable #detoxdía3 #aguadechía mmmm (llámame aguafiestas, pero siento que con el tiempo, se les pegan las bolitas en las tripas).

Me aburren tanto las pláticas sobre el bienestar, tanto que el otro día preferí tomar la llamada telefónica de Raúl Araiza del Partido Verde que seguir hablando del menú ridículo de una amiga que quiere limpiarse los adentros:
-¿Bueno?
– ¡Hola, soy Raúl Araiza!
– ¿Negrito? ¡Cómo te va! (caí como una tonta porque la llamada es súper engañosa).
-Sí, soy Raúl Araiza y quiero decirte que el partido verde sí cumple lo que promete. Y ahora, permíteme comunicarte con uno de mis compañeros… (jajaja).

Pero a lo que iba, es que prefiero cosas más sensatas para purgar mi vida, por ejemplo, ¡cambiarme de casa! A mí, un señor chino me dijo que el Año de la Cabra era el momento ideal para purificar, filtrar y refinar nuestro entorno y lograr pequeñas alegrías en el espacio doméstico.

Así que como la D’alessio, me puse en plan “hoy voy a cambiar, revisar bien mis maletas y sacar mis sentimientos y resentimientos todos…” ¡Eso sí es una desintoxicación! Ahí me tienen, rompiendo con el pasado.

Qué jugo verde alcalino ni que ocho cuartos. No saben qué fuerte es tirar cosas para la mudanza. Que si la foto del ex, que si el dibujito que te hizo tu hijo en el kínder, que si la bonita tarjeta de navidad de tu mamá, que si ‘el diploma, el trofeo, el reconocimiento’, discos, videos, papeles, recuerdos de amores, pruebas de desamores, revistas del 82, regalos de procedencia dudosa y variada, juguetes sexuales, ‘la última cobija que tejió tu abuelita’. Dejas sangre y sudor con harto sentimiento.

Me puse a hacer cálculos y tirándole bajito, me he cambiado 5 veces de casa en 8 años.  Sí, ya sé, soy una maldita chiflada, de cabeza feliz y pH ácido.

marzo 4, 2015