1. Pide apoyo
Recluta una amiga que sea súper honesta para decirte lo que urge que tires, ya sea por viejo o porque nunca te quedó bien. Un par de ojos y manos extras siempre serán de gran ayuda.
2. Divide
Aplica el famoso dicho “divide y conquistarás”, es decir, no vacíes todo tu closet en la cama porque en el instante que se te acabe el tiempo o la motivación, volverás a meterlo todo y ahora mal acomodado. Mejor vete por secciones y a cada una destínale máximo 20 minutos.
3. Despídete
Sabemos que hay prendas básicas y atemporales que son súper útiles y nunca pasan de moda como un vestido negro o una chamarra de cuero, ésas quédatelas. Incluso conserva tus vestidos de graduación o esa sudadera que significa mucho para ti pero de ahí en fuera, pregúntate:
• ¿Me queda bien?
• ¿Es cómodo?
• Si lo viera en la tienda hoy, ¿lo compraría? Si la respuesta es no… entonces bye!
• ¿Hace cuánto tiempo no lo uso? Si fue hace más de 6 meses… sé realista, a estas alturas ya no lo vas a volver a usar.
4. Saca provecho
Una vez que sepas de qué te vas a deshacer, piensa qué destino le darás. Por ejemplo:
• Regálales a tus amigas la ropa en buen estado de las que ya estés harta. Quizá no ganes un solo peso, pero quedarás bien con ellas.
• Mándalas a arreglar y véndelas en una boutique de ropa de segunda mano.
• Dónalas a una iglesia, orfanato, asilo, etcétera
5. Ponte creativa
Si hay una falda o pantalón que aún dudas regalar, proponte usarlos esta semana. Atrévete a hacer nuevas combinaciones y si es necesario compra de una vez esos zapatos que te hacen falta para que se vean increíbles. Deja de esperar esa “ocasión especial” para usar tu ropa bonita, hoy es ese día.
