Ayuda a sobrevivir
El estrés es la alarma que nos avisa que estamos en peligro y puede salvarnos en caso de un accidente automovilístico o ante el ataque de un animal, porque el cuerpo se pone a mil por hora.
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En la primera etapa el corazón y la respiración se aceleran y el sistema nervioso y endocrino se activan. Cuando esto ocurre, el flujo sanguíneo se incrementa en el corazón, los pulmones y el cerebro, al tiempo que disminuye hacia órganos que no son muy importantes en estas situaciones, como los sistemas digestivo y urinario.
En una segunda etapa, nuevas hormonas refuerzan las que se liberaron al principio del proceso. Es así como el cuerpo retiene sales y agua, por si la presión sanguínea baja porque la persona está sangrando. También se producen más carbohidratos y los que están almacenados son liberados con mayor rapidez con el objetivo de darle al organismo más energía.
Agiliza al cerebro
Según una investigación realizada por la Universidad de California, Berkeley, en Estados Unidos, el estrés, siempre y cuando no sea crónico, optimiza el funcionamiento del cerebro. Eventos intermitentes y que nos ponen al límite mantienen al cerebro en alerta, y el organismo siempre reacciona mejor cuando está en este estado.
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Estimula el sistema inmune en corto plazo
El estrés puede ayudar al organismo a combatir las bacterias. Cuando te enfermas, el estrés hace que se generen hormonas con el objetivo de combatir gérmenes.
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