Por Julio Luis García
¿Qué puedes hacer tú que no puede hacer un hombre común y corriente?
Transformarme. Cuando soy un hombre común y corriente me pongo la máscara y me transformo. También me transporto a otras épocas, porque esta máscara tiene ya muchas décadas y muchos fans.
¿Cuándo fue la última vez que quisiste aplicarle una llave a algún fulano fuera del ring?
Tiene mucho rato ya. Viví un intento de secuestro y amenazas por teléfono. Fui, como cualquier ciudadano, a poner una queja, y me dijeron que no procedía, que tenía que haber un delito. En ese momento sí me dieron ganas de traer la máscara, fue muy frustrante, tenía ganas de aplicarle un “pulpo” a ese ministerio.
¿Cuántas máscaras tienes?
Tengo alrededor de 150; una máscara tiene un promedio de vida de unas cuatro o cinco luchas. Tengo de color azul rey, azul marino… la máscara especial del linfoma, que representa a mi fundación Blue Demon Jr., y otras que puedo usar para comer. También tengo para mis luchas especiales. Al final me la quito, le pongo fecha, contra quién luché y la guardo.
¿Es difícil vivir en medio de dos personajes?
Es difícil. Porque el álter ego de la persona que representa este personaje está vacío, todo el mérito se lo lleva el personaje. Intento encontrar equilibrio.
¿Qué ha sido lo más sofocante de tener que usar máscara?
Para mí nada que conlleve esfuerzo, cariño y dedicación, o que tenga que ver con esta máscara, me sofoca. Así sean multitudes, yo atiendo a todos por igual.
Cuando dominas “el pulpo” nadie intenta hacerte daño, ¿no?
No te creas, una vez me asaltaron. Se dieron cuenta de que era yo y me dijeron “no, jefe, discúlpenos, nada más denos un autógrafo y ya”.
¿Y se los diste?
Los regañé, pero sí, sí se los di.
¿Cuál es tu punto más frágil?
Los niños. Para mí los niños son la esperanza; ya sé que está muy trillado, pero si en el presente no hacemos nada no hay futuro.
¿Qué te quiebra? ¿Qué te rompe la madre?
El dolor en la totalidad de la palabra. Ver a una persona tirada emocionalmente, ver a una persona físicamente derrotada.
¿Cuándo fue la última vez que lloraste?
Cada que recuerdo a mi padre lloro. Él falleció en mis brazos, me dio todo lo que soy.
¿Quién es la única persona que te pone en tu madre?
Dios, porque te podrá poner en la madre un tío, un primo o lo que sea. Pero eso es secundario. Quien te va a poner en la madre todo el tiempo y de por vida va a ser Dios.
