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2024-11-16 15:57:04

Lo estúpidamente interesante de… La raíz cuadrada

Hay promesas que nunca se cumplen. Como aquella en la que abusando de tu inocencia infantil te prometen que en algún momento de tu productiva vida de adulto agradecerás haber aprendido a sacar la raíz cuadrada. Y ese día, nunca llega.

marzo 20, 2015

Lalo-IniestaPor Eduardo Iniesta
@eliniestae

No sé ustedes, pero creo que hubiera sido un detallazo que durante mis años de escolapio “alguien” se hubiera tomado la molestia de explicarme que las innumerables aplicaciones de la raíz cuadrada sólo me serían útiles si me dedicaba a la ingeniería civil o tal vez a la arquitectura porque eso sí, dicen que a la hora de calcular consumos de agua, puntos de apoyo y para soldar acero estructural son buenísimas. Y yo les creo. Por lo tanto, cuando le bajamos al baño de la casa, cuando usamos el elevador de la oficina o cuando cruzamos un puente estamos aplicando indirectamente la raíz cuadrada que alguien más calculó por nosotros con todo y sus decimales. Pero obvio, con una calculadora porque ni los ingenieros o arquitectos pierden el tiempo calculándola mentalmente.

Eso sí, si en algún momento se encuentran dando vueltas en el espacio como Sandra Bullock en “Gravity” y necesitan sacar una raíz cuadrada (me pasa todos los días), para salvar su vida controlando la distancia cuántica y no tienen una calculadora a la mano, pues lamento decirles que ya se los cargó el payaso.

La raíz cuadrada puede hacernos la vida de cuadritos porque no es de esas enseñanzas que son útiles todos los días de la vida como leer, sumar, restar o dividir y por lo tanto resulta complicada la labor de explicárselas a los chamacos con ejemplos reales como: “si tienes una tarjeta de iTunes con 200 pesos y descargas tres rolas de 25 ¿Cuánto varo te queda en la tarjeta?” Pero los expertos más empeñosos aseguran que la idea no es hallar la raíz cuadrada, sino desarrollar la agilidad mental de los niños. Aunque ahora que lo pienso creo que la infalible estrategia no funcionó conmigo, porque soy de los que se hacen bolas con las tablas de multiplicar y necesito recitarlas cantaditas y de corridito para llegar al múltiplo deseado.

Desde mi muy ardido punto de vista, yo propondría que por lo menos durante la primaria esta lección fuera separada de las matemáticas y se les mostrara a los niños como ejercicios de gimnasia mental, y ya después en la secundaria que empiecen a sudar frío cuando se den cuenta de que un decimal puede ser la diferencia entre una respuesta correcta y una incorrecta.

¡Ah! Y en otra ocasión hablamos de la Tabla Periódica de los Elementos.

marzo 20, 2015