Por Lalo Iniesta
@eliniestae
Pues para empezar, su propia existencia. Si hacen memoria podrán recordar que inevitablemente siempre se topaban con tres o cuatro de las mentadas galletas en las bolsitas de dulces de toda fiesta infantil o en los aguinaldos de cualquier posada a la que hayan acudido durante su infancia, y cuyo único objetivo era el de hacer bulto en la bolsita para que el Carlos V y el Duvalín (los únicos dulces que realmente valían la pena del predecible repertorio), no se vieran tan solitos entre el par de Bocatis y el Paletón Corona.
De hecho, si le preguntan a sus padres si de chiquillos ellos también recibieron de estas galletas, prácticamente obtendrán como respuesta las mismas referencias y que en ese entonces eran fabricadas por “La Cuétara” o “La Nacional”.
Otro aspecto intrigante de las galletas de animalitos es su forma ¿Neta le ven el más mínimo parecido a algún animal conocido en el planeta? ¿Están seguros que no son alebrijes gordos o bestias de la Isla del Dr. Moreau moldeadas en masa? Es imposible saber si te estás comiendo una de las cinco patas de un perro deforme o estás haciendo muy feliz a un burro excitado. Es más, si le echan un poquito más de ganitas a la forma de los animales, podrían lanzar una edición especial de “Galletas de animalitos en peligro de extinción”, con el mensaje: “Cómete una de éstas, respeta la vida del animal”. Pero fue mi idea ¿eh? Si la usan espero mi respectivo cheque.
Y para todos aquellos preocupados por su figura, les interesará saber que las galletas de animalitos tienen muy poca grasa, pero contienen mucha azúcar y harto sodio, por lo que comer 24 de estas galletitas equivale a 113 calorías que pueden quemar haciendo 30 minutos de cardio o 14 de natación; aunque piénsenlo, si de todas maneras van a tener que pagar penitencia por lo que comen, pues mejor empáquense un Mega Mamut y hagan 40 minutos de cardio ¿no?
Cuenta la leyenda que las galletas de animalitos están hechas con los sobrantes de la masa de otras galletas y que por eso su sabor es tan distinto entre las marcas que las fabrican, pero ¿saben qué? Eso y la forma en la que hacen las salchichas son cosas que no quiero saber. Lo que sí hay que reconocer es que a pesar de su pésimo sabor, lo baratas que son y lo duras que siempre están; las galletas de animalitos definitivamente tienen lo suyito.