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2024-12-18 22:16:15
Lo estupidamente interesante

Lo estúpidamente interesante de los motivos del Grinch

Todos tenemos un "grinch" en nuestra familia, y aquí verás por qué son así.

diciembre 18, 2015

eduardo  Por Eduardo Iniesta
  Tw.@eliniestae

  He de reconocer que venturosamente mi memoria está llena de harto recuerdo de navidades bien fregonas y divertidas. Bueno, menos esa en la que a mi mamá se le ocurrió ponerse a dieta a mitad de diciembre y decidió que como ella no podía comer nada rico, la cena de noche buena consistiría en guajolote hervido sin sal (ya ven que la sal hace retener líquidos), y ensalada de manzana, pero entiéndase como ensalada unos cubitos de manzana esparcidos en hojas de lechuga y una que otra nuez. Salvo esa ocasión, todas las demás han sido de lo más lindas.

Pero con todo y todo, uno no deja de pensar que la Navidad es cada vez menos sustentable, y es justo en esos momentos cuando comenzamos a entender LOS MOTIVOS DE UN GRINCH:

Gastos excesivos: El estudio de Navidad y Fin de Año 2014, realizado por la Agencia de Investigación de Mercados TNS, en el DF, Guadalajara y Monterrey; señaló que el año pasado el aguinaldo de los trabajadores se fue en regalos, ropa y calzado; gastando un promedio de 3,253 pesos en puro regalito y dejando en tercer lugar el pago de deudas. Eso sin contar los gastos de la cena de Navidad y las posadas, que según el portal Vivanuncios México, andan entre los 5 mil y los 12 mil pesos.

Tensiones familiares: No nos hagamos mensos, no todo es amor y felicidad en Navidad. Está más que claro que la “unión familiar” a la de a fuerzas, pues “namás” no cuaja. Todos los años es la misma cantaleta: “Si va la vieja de Fulano, yo no voy a la cena”, “Estoy hasta la madre de hacer todo yo sol@ mientras tu familia se la pasa aplastadota y no levanta ni un plato”, “Pues si Perengana no viene a la cena, yo tampoco”, “¿A qué voy? Si tu papá se la pasa ignorándome”. Y a la mera hora ahí están todos, compartiendo los alimentos en medio de ese campo minado de susceptibilidades.

Y es todo parece indicar que la navidad alborota los divorcios, ya que según un estudio realizado en Reino Unido, las discusiones familiares en estas fechas son la causa de que en enero se incrementen en un 30% las solicitudes de divorcio.

La depre: ¿Y cómo no se va a deprimir uno si todos los años las salas de urgencias de los hospitales se llenan de heridos por quemaduras, accidentes, peleas, infartos, y hasta intentos de suicidio?

Impacto ambiental: ¿A poco no es bien bonito cuando la familia se reúne para poner el “arbolito”? Y a principios de enero todos se echan la bolita para ver quien fregados tira el “pinche árbol”. El año pasado la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, informó que se produjeron aproximadamente un millón 800 mil árboles de navidad, y a pesar de que fueron sembrados exclusivamente para eso, no deja de ser triste que los corten solo para cumplir una función de ornato temporal.

Y ahí les encargo que según datos de Greenpeace México, nuestro país produce 86 mil 343 toneladas de basura diariamente, pero en temporada navideña se incrementa en un 30% a causa de las envolturas, moños y cajas de regalos navideños, es decir 112 MIL 245 TONELADAS. Yo por eso este año #SinMoñoYSinEnvoltura.

Crueles fantasías: Lo sé no hay nada más bonito que la cara de un niño cuando descubre que Santa Claus sí le trajo lo que le pidió, pero también es estúpidamente triste la cara de un niño que no entiende por qué Santa se olvidó de él.

¿Acaso ustedes no recuerdan la edad en la que SE DIERON CUENTA de la verdad? ¿Ya se les olvidó cuantos años se hicieron tarugos para que sus papás siguieran surtiendo sus cartitas?

Fomentar la fantasía en los niños es sano, pero prolongar por mucho tiempo esta fantasía en particular los puede hacer un poquito insensibles, es por eso que los especialistas sugieren que después de los cinco años es buen momento para hablar con ellos sobre LA TRADICIÓN de los regalos. También podrían aprovechar la oportunidad para fomentar en ellos la cultura de compartir, llevando un regalo a la casa de uno de esos niños a los que difícilmente llega la visita de Santa.

¡AH! Y de las absurdas, estúpidas, pachecas y sin sentido letras de los villancicos, mejor ni hablamos.

Viendo las cosas desde esta perspectiva, me declaro MODERADAMENTE GRINCH.

Termina su columna y se asegura que su mamá no esté a dieta esta navidad.

Eduardo Iniesta es conductor de radio y televisión experto en temas de diversidad sexual. También es un aficionado de encontrarle el lado estúpidamente interesante a la vida. Síguelo en @eliniestae

diciembre 18, 2015