Cuando vez más de dos tenedores y cuchillos, seguramente no sabes cuál agarrar, la regla básica es sencilla: Utiliza los cubiertos más alejados del plato, es decir, de afuera hacia adentro. Muy fácil, ¿no crees?
Ya superaste la primera prueba, te traen la sopa, tu plato fuerte pero…. ¿Cómo se dice no me gustó, quiero el siguiente plato, ya terminé o me regala un momento, sin ser grosero?
Hazlo con los cubiertos, te verás interesante, inteligente y pues allá si el mesero entiende.
Pausa
Muestra que aún no terminas y sólo estás tomándote un momento para seguir comiendo, así ya no deben preguntarte si pueden retirarte el plato.
En espera del siguiente plato
Ya no tienes que levantar la mano y pedir que ahora sí te traigan el plato fuerte, no, no, no, nada de eso. Acomoda los cubiertos y ¡listo!
Excelente
El mesero debe saber que la comida estuvo deliciosa y puede retirar el plato.
No me gustó
Si de plano la comida nada más no te pasa, no llames la atención diciendo: “retírelo, no fue de mi agrado”. Acomoda los cubiertos de esa manera y el mesero sabrá que debe retirarlo porque simplemente no te gustó.
¡Terminé!
Esto muestra que terminaste de comer, pero que no quieres comentar si estuvo bueno o no el menú. ¡Ojo! No es descortesía o mala educación.
Sabemos que muchas veces los meseros vuelven a poner los cubiertos a un costado del plato a modo de que los uses en tu siguiente platillo, pero no. Es mejor cambiarlos durante toda la comida, obvio, si es posible.