Por Claudia Torre
Clear & SIMPLE Certified™ Professional Organizer
@organizARTE_Mx
paraorganizarte.com
Y lo mismo les digo a todos ustedes, queridos lectores: si quieren tener una vida más sencilla, organizada y productiva, no es necesario nacer siendo el hada madrina del orden, la información está allá afuera, simplemente es cuestión de querer hacerlo, buscar la forma, inspirarte y ponerte manos a la obra.
En el artículo de hoy me gustaría empezar con un principio, que si lo entienden realmente desde el fondo de su ser y realmente lo llevan a cabo, les aseguro que su vida puede tener un cambio profundo invaluable. Este principio es muy sencillo. Tan sencillo que puede que no les sorprenda, pero esa es parte de su magia.
Menos es más
Si analizamos el principio podremos entender que entre menos cosas tenemos hay menos que organizar y hay más tiempo para disfrutar.
• Entre menos desorden, menos tenemos que limpiar y más tiempo para descansar. Entre menos actividades, menos tenemos que correr y podemos tener más tiempo con la familia.
• Menos cosas es igual a menos dinero gastado.
• Menos desorden es igual a menos tiempo gastado y más tiempo para realmente hacer lo que te gusta.
Conclusión: entre menos tienes, menos estrés.
Si te está costando trabajo dejar ir las cosas y deshacerte de lo que ya no usas, amas o necesitas, piensa en lo que estás renunciando para poder quedarte con ellas: ¿Realmente vale pena? ¿Qué es lo realmente importante para ti? ¿Cómo me deshago de las cosas si a todo le veo un posible uso en el futuro, tiene un recuerdo, o si alguien me lo regaló?
Pues estas de suerte, te voy a compartir 3 de los tips más valiosos que uso con mi clientes para poder dejar ir las cosas:
Tómale foto a las cosas de valor sentimental que te cueste dejar ir…. Y déjalas ir.
La razón más fuerte por la que nos aferramos a ciertas cosas es por los recuerdos que representan esas cosas.
• Al ver el objeto es como podemos recordar ese evento o a esa persona especial, y lo que lo mantiene vivo en nuestra memoria.
• Muchas personas creen que si dejan ir el objeto están dejando ir la memoria o el recuerdo. Lo que no sabes es que esa memoria o recuerdo vive dentro de ti, no dentro de ese objeto.El objeto es lo que hace que esa memoria se dispare.
Así que la próxima vez que estés viendo esos objetos, pregúntate si tal vez puedes mantener esa memoria viva tan sólo tomando la foto de ése, en lugar de mantenerlo físicamente. La foto actúa como el detonador del recuerdo y ocupa mucho menos espacio en tu casa. ¡Inténtalo realmente funciona!
Ten una zona de donación en tu casa
Cuando voy a las casas de mis clientes y estamos revisando las cosas que tienen, veo que mucha de la ropa, juguetes o libros están ocupando espacio valioso y que ya tenían en su mente donarlo, pero pasaba el tiempo y nunca tomaban acción.
Muchas veces se confunden con las cosas que sí usan, otras veces se les olvidan y la mayoría de ellos tuvieron siempre la intención, pero nunca llegaban a tomar la acción.
Por eso les propongo tener una zona en la casa en donde haya una caja o contenedor para que pongan una ropa ya no les quede, la donen y ya no regrese al clóset. Del mismo modo hacerlo con un juguete que sus hijos ya no encuentran divertido por que ya crecieron o con el libro que ya leyeron y no piensan volver a leer.
Todas las cosas que ya no te sirven pueden servirle a alguien más. Y si están listas en un lugar específico para que cuando se llene lo puedas llevar a la asociación de tu preferencia (casas hogares, iglesias, hospitales, guarderías, etc). Ya no hay pretexto para que las cosas sigan viviendo en tu casa y ocupen un espacio valioso que según tú no tienes.
Depura tu ropa al final del cambio de estación, no al principio
Con los cambios tan drásticos de clima en el país se está volviendo tradición cambiar el guardarropa por estaciones del año. Básicamente nosotros lo llamamos “ropa de invierno” y “ropa de verano”.
Sacamos la de invierno, guardamos la de verano y así cada año o cambio de estación, pero lo que muchas veces hacemos es depurar la ropa cuando comienza la estación y no cuando termina.
Guardar la ropa al finalizar la estación tiene mucho más sentido porque tienes muy frescas las cosas que si usaste, las cosas que todavía te quedan y las cosas que te gustan y se te ven bien puestas.
Si no la usaste en esa temporada, las probabilidades dicen que lo más seguro es que no te lo pongas en la siguiente temporada. Entonces, ¿por qué guardarlo? ¿Para qué ocupar un espacio valioso si lo más seguro es que cuando lo saques el siguiente año no lo vas a usar?
Es tiempo de dejar ir. Observa cada pieza de ropa y verla con ojo crítico para pregúntate si realmente la quieres volver a guardar para no usarla jamás.