Por Jacobo Dayán
Tw. @dayan_jacobo
Parte de la historia oficial de nuestro país habla de que México es generoso con las personas que buscan refugio y de inmediato sale la historia del caso español. Sin embargo, la historia de México como refugio tiene luces y muchas sombras.
Mientras se recibía a más de 20 mil refugiados españoles, se cerraban las puertas para la llegada de personas perseguidas por el nazismo bajo el argumento de que México solo estaba dispuesto a recibir a personas con cultura asimilable a la nacional. En el primer caso México dio ejemplo al mundo mientras que en el segundo actuó como el resto de los países.
Otro episodio de apertura se dio a partir de los 60 con los perseguidos por cuestiones ideológicas en las dictaduras sudamericanas, de manera esquizofrénica se recibía a miles de disidentes políticos latinoamericanos mientras se perseguía a los locales.
El episodio de mayor apertura se dio en los 80 cuando llegaron cerca de 200 mil guatemaltecos que escapaban de la brutal guerra civil y del genocidio en su país. A partir de este exilio es que se estableció la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en México y se creó la Comisión mexicana de ayuda a refugiados.
Sin embargo, a lo largo del siglo XX, la presencia de extranjeros respecto del total de la población siempre fue inferior al 1%, una de las cifras más bajas a nivel global.
Hoy en día México tiene una política migratoria y de refugio muy restrictiva, se criminaliza a los migrantes y refugiados y hay un crecimiento de conductas xenófobas y violatorias de derechos humanos por parte de autoridades y grupos criminales.
Siendo México uno de los países con más emigración del mundo solamente hay 2 mil asilados en nuestro país. Pedimos a los Estados Unidos condiciones de vida para los mexicanos que están allá y le negamos, por decir lo menos, lo mismo a quienes llegan a nuestro territorio.
A nuestro país llega gente que busca mejores condiciones de vida en los Estados Unidos y también personas que escapan de la violencia y la persecución. En los últimos años, nuestro país puso en marcha un programa llamado Plan frontera sur que se ha convertido en el horror para migrantes y refugiados. Se trata de la operación que desde la frontera sur se hace para controlar la política migratoria hacia Estados Unidos, en México se capturan más centroamericanos que en nuestro vecino del norte.
Entre Estados Unidos y México han detenido en los últimos 5 años a cerca de un millón de centroamericanos de los cuales han deportado a más de 800 mil, muchos de ellos menores de edad.
Los grandes flujos de personas han quedado invisibilizados así como las agresiones que se ejercen contra ellos. Urge acabar con la violencia contra estas personas, ya sea por robo, extorsión, secuestro, trata, violación, desaparición o asesinato perpetrados por bandas del crimen organizado o las autoridades del Estado mexicano.
Si en algún momento México fue un oasis para el refugio hoy no lo es, al contrario, se trata de un infierno que la marginación y la violencia contra miles y miles de personas obliga a atravesar.
Jacobo Dayán es experto en Derecho Humanos, historia mundial contemporánea, genocidios y relaciones internacionales. Actualmente es conductor del programa Así las cosas que se transmite por W Radio. Síguelo en @dayan_jacobo
