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2024-12-18 22:04:02

Mi bebé el virus

Los bebés y los virus tienen en común algo más que unos cuantos síntomas de su presencia.

agosto 4, 2015

Alejandra Ortíz Por: Alejandra Ortíz
 Tw. @alita_emo

Consideramos una fortuna el que nuestro sistema inmune logre deshacerse de los virus que nos aquejan, ignorando que gracias a ciertos trazos que han dejado algunos de ellos, todos nosotros pudimos nacer.

Los virus son oportunistas por excelencia: entran a las células del individuo infectado y las utilizan para hacer copias de sí mismos. Cuando las células no pueden más, explotan liberando a los virus y de esta manera se expande la infección en el cuerpo. Además de este mecanismo básico, los virus tienen muchas otras adaptaciones para sobrevivir en el cuerpo de sus hospederos.

Algunos virus como estrategia de infección insertan sus genes en el ADN del infectado en cuestión. Si esto llega a ocurrir en una célula sexual, por ejemplo un óvulo, los genes del virus pueden pasar a todas las células del nuevo embrión. Y este embrión, si crece y tiene hijos, puede que pase no sólo sus genes, sino los del virus también. Todo esto no es una suposición: ha ocurrido y muchas veces. Nuestro genoma tiene aproximadamente 8% de genes de virus.

Muchos de estos genes no causan ni mal ni bien, y de hecho muchos ya son casi irreconocibles. Pero hace 10o millones de años, a algún ancestro nuestro lo infectó un virus que cambiaría la historia evolutiva de los mamíferos, pues nos dejó un gen que actualmente sirve para que a través de la placenta el feto pueda obtener nutrientes de la madre; sin este gen la placenta no funcionaría ni remotamente como lo hace ahora.

Poco tiempo después, otro virus distinto dejó también su herencia genética grabada en nuestro genoma. Este segundo gen viral, que también se expresa únicamente en la placenta, ayuda a los fetos a engañar al sistema inmune de las madres y no atacar a ese cuerpo extraño que se forma dentro de ellas.

¿Obtener nutrientes de manera oportunista? ¿Hacerle trampa al sistema inmune para poder permanecer más tiempo al interior del cuerpo? Cualquier parecido de un feto con un virus no es mera coincidencia.

 

Alejandra Ortíz es bióloga por Facultad de Ciencias de la UNAM, actualmente estudia el doctorado de Ciencias Biomédica,le gusta explicar el lado científico de la vida. 

agosto 4, 2015