Por Alejandra Ortíz
@alita_emo
Algún accidente, una terrible enfermedad, o simplemente ya no eres el mismo de cuando tenías 15 años, ya se notan los daños en todo tu mecanismo*. La solución del Dr. Canavero es trasplantar tu cabeza a un mejor cuerpo.
A grandes rasgos, el método que propone es decapitar a dos personas (el donador de cuerpo y el receptor –la cabeza-), pegar ambas partes con especial cuidado a la espina dorsal, y dejar reposar en coma durante cuatro semanas. Según Canavero, que es un neurocirujano italiano, las peores consecuencias son lo que podría ocurrir con la psique de la persona o los conflictos religiosos que esto podría desatar (cuestionaría en dónde se encuentra el alma de las personas).
Según la comunidad médica y científica en general, los mayores problemas del procedimiento propuesto son muchos otros, comenzando en que se escucha muy poco probable que sea exitoso. Al día de hoy sigue siendo dificilísimo unir la médula espinal dañada de una misma persona, por lo que unir la de dos diferentes (junto con todas las demás partes del cuello) es mucho más complicado.
Existen otros problemas. Por ejemplo, en casi cualquier país decapitar a dos personas, así sea con fines médicos, es un delito. La última vez que se intentó este tipo de procedimiento fue en 1970 y con un mono, que murió parapléjico a los 9 días. Las críticas bien sustentadas llenan largas listas en contra del médico italiano.
A pesar de las abundantes críticas Canavero está muy convencido de su idea y según él logrará conseguir fondos económicos y apoyos institucionales para realizar la hazañosa operación que duraría 36 horas y necesitaría asistencia de 150 personas.
En la ciencia, y más aún en la que tiene que ver con la salud de las personas, la confianza en uno mismo no es suficiente para asegurar que un procedimiento sea exitoso. Lo bueno es que la ciencia en general trabaja con consensos y revisiones de muchas personas, por lo que se ve poco probable que el trasplante de cabeza ocurra pronto.
*Tomado de la letra de “Dale de comer al conejito” de El Personal.