¡Ya me cayó el 20!
Es una expresión que usamos todo el tiempo cuando entendemos algo, pero no es solo una frase que se le ocurrió a alguien, viene de la época en que en México, antes de los celulares y el WhatsApp, la gente se comunicaba por teléfonos de moneda a los que les ponían monedas de 20 centavos, cuando una llamada se lograba caía la moneda y entonces decían “ya me cayó el veinte”.
Nos cayó el chahuistle
Cuando estás a media fiesta y llega el vecino a reclamar por el ruido, no has terminado la presentación y llega el cliente o vas manejando con unas copas de más y te para un poli de tránsito, seguramente lo que siempre piensas o dices es ¡ya nos cayó el chahuistle!, y todos entienden que ya valió madre.
Esta expresión viene del “chahuistle” que es una enfermedad del maíz, cuando los antiguos prehispánicos sembraban y les caía esta plaga al decir ya “nos cayó el chahuistle” sabían que era algo grave, ya que para ese momento el maíz era de suma importancia, perderlo era algo desastroso.
Ojalá
Esta palabra es un arabismo, y no se come con nada, es decir, es una palabra que viene del árabe y quedó impregnada en nuestro idioma. El origen estricto era “quiera Dios”, oj ala, Ala fue uno de los Dioses de origen árabe.
Por eso cuando queremos que algo suceda decimos “ojalá coopere esta semana”, es el equivalente a “quiera Dios que coopere…”
Me cargó el payaso
Siempre que nos pasa algo malo o nos quieren advertir de un peligro es común escuchar la frase “me cargó el payaso” o “te va cargar el payaso”, la frase viene de los payasos de rodeo, si no los ubicas, son los personajes que se encargan de distraer a los toros en un rodeo pero también de llevar a los heridos a los servicios médicos, por lo tanto lo peor que te puede pasar es que te cargue el payaso, señal de que fuiste pisado por un caballo, cornado por un toro o sufriste una caída después de volar por el aire.
Bueno
Es lo primero que dices cuando contestas una llamada, ¿por qué no dices malo?, o simplemente saludas.
Esta costumbre viene del tiempo en que al hacer una llamada telefónica las operadoras hacían las conexiones manualmente pero no era seguro que se estableciera correctamente la comunicación, por eso antes de empezar a hablar preguntaban «¿bueno?», para asegurar que la llamada se había establecido.
Se quedó la costumbre y aunque ahora las comunicaciones son satelitales sigues diciendo “bueno”.