Por: Aura Medina de Wit
TW: @AuraMedinaW
En los talleres y el trabajo con parejas que tengo como psicoterapeuta a cada rato sale la falta de sexo como un área de conflicto. Parece que mientras más tiempo estén juntos, más difícil es mantener el interés en el sexo. La costumbre, los deberes y el estrés se meten y reducen el deseo.
No se angustien,la energía que se usa en el sexo cambia con el tiempo y se va a otras partes de la vida, como cuidar a los hijos, buscar la seguridad económica y obtener una mejor posición social. Esto es normal, pero si no sabemos adaptarnos nos vamos a sentir frustrados y a pensar que el amor ya se acabó. Momento, momento, antes de tirarnos al drama, pensemos…¿qué puede enfriar al sexo?
Con tanto estrés no puedes sentirte sexy. Te sientes menos porque perdiste el empleo o porque ya no estás tan en forma como antes. No me digan que hay que estar buenísimos para tener sexo, pero a veces nos entran unos traumas tan grandes que creemos que nuestro cuerpo en un desastre y no queremos ni quitarnos la pijama ni que nos vea la pareja. Eso puede quitarte las ganas.
Con la edad te cansas más ¡y a veces lubricas menos!
La vagina se acorta y se estrecha, y sus paredes se hacen más delgadas y un poco más rígidas. Hay menos lubricación.
Los hombres se espantan porque pueden tardarse más en lograr una erección o no la tienen tan firme y grande como antes. Puede que la erección se pierda más rápido que antes o que pase más tiempo antes de tener otra. Con tanta leyenda machista eso los pone nerviosos.
Eso pasa, pero en realidad lo que más afecta a las relaciones sexuales son las ideas y las creencias que cada uno tiene sobre su cuerpo y su edad. Lo normal es que con los años el deseo sexual disminuya pero eso no quiere decir que todo se acabe. No necesitamos resignarnos a una vida de roommates con la pareja sólo porque descubrimos arrugas y lonjitas o cierta flacidez, di ya no se pelan, las causas pueden no ser tanto físicas sino mentales y eso tiene solución con algo de terapia. Lo que no se vale es que te resignes a que ya no haya nada de nada. La falta de sexo pone tu relación en peligro de terminarse. Acuérdate que se puede acabar, aunque vivan juntos.
Tener una vida sexual satisfactoria implica trabajo, no sucede siempre de manera natural y espontánea. No se confundan. No estoy diciendo que deban tener cuatro orgasmos por día como cuando eran recién casados o que duren horas en el sexo y practiquen todos los grandes secretos del kamasutra. Lo que realmente buscamos en el sexo, más que satisfacción física es emocional, o sea que nos conectamos con nuestra pareja.
Se trata de ser sensibles a lo que ambos necesitan.
Cada uno se hace responsable de su propio placer y aprende a comunicar y a pedir lo que desea. Es importante soltar las expectativas y dar espacio a que lo natural suceda. Aprender técnicas de respiración ayuda a concentrarte en lo que está sintiendo tu cuerpo cuando estás con tu pareja y no en lo que está pasando en tu mente.
