Por Jacobo Dayán
Tw. @dayan_jacobo
Como se esperaba, el proceso no ha sido rápido ni con grandes avances. Como lo escribí en esta columna, en diciembre de 2014 los presidentes Barack Obama y Raúl Castro anunciaron de manera simultánea el restablecimiento de relaciones después de más de 50 años. Este comunicado se dio después de meses de negociaciones secretas que contaron con el apoyo del Papa Francisco y Canadá.
Este anuncio, que fue más una declaración de principios que algo concreto, 6 meses después empieza a materializarse de manera preliminar. El 1 de julio, Cuba y Estados Unidos llegaron a un acuerdo para restablecer relaciones diplomáticas y reabrir sus embajadas.
El proceso ha sido largo, cuatro rondas de negociaciones y un apretón de manos entre Obama y Raúl Castro en Panamá hace un par de meses, primer encuentro formal cara a cara entre los presidentes de EUA y Cuba en más de medio siglo.
Para lograr el acuerdo fue necesario que en mayo pasado EUA retirara a Cuba de su lista de Estados promotores del terrorismo, esta era una demanda cubana.
La embajada norteamericana en se encontraba en el Malecón de La Habana y fue cerrada en enero de 1961, durante los últimos días del gobierno de Eisenhower, como respuesta a las crecientes tensiones con el gobierno de Fidel Castro y llevó a la imposición de un bloqueo comercial que se fue endureciendo con los años. El edificio de la embajada se convirtió, en 1977, en una Sección de intereses de EUA en la isla.
Son pocos los países con los que EUA no mantiene relaciones diplomáticas: Bután, Irán y Crea del Norte.
El proceso político dentro de los EUA para restablecer relaciones con Cuba no ha sido, ni lo será, fácil. Algunos Republicanos desde el Congreso se oponen y han amenazado con no otorgar recursos financieros y bloquear la confirmación del embajador norteamericano que proponga Obama.
El caso cubano y la negociación nuclear con Irán son la parte central de la política exterior que Obama ofreció como candidato en 2008 cuando manifestó que EUA debía acercarse a sus enemigos. Ambos proyectos están siendo frenados por los republicanos.
En el mensaje que dio Obama anunciando esta decisión pidió al Congreso levantar el embargo, calificó como fracaso la política de aislamiento que se mantuvo por décadas y afirmó que ambos pueblos pueden pasar de vecinos a amigos.
Las críticas a Obama han sido fuertes y no sin sustento, EUA ha hecho concesiones a Castro sin pedir a cambio reformas democráticas o mejoras en derechos humanos.
Por su parte, el comunicado del gobierno cubano es propio de un lenguaje muy desgastado: “Estas relaciones deberán cimentarse en el respeto absoluto a nuestra independencia y soberanía; el derecho inalienable de todo Estado a elegir el sistema político, económico, social y cultural, sin injerencia de ninguna forma; y la igualdad soberana y la reciprocidad, que constituyen principios irrenunciables del Derecho Internacional.” Es decir, no se metan en nuestro proceso interno.
Las embajadas abiertas, se dice que será a finales de este mes, son otro paso en el restablecimiento total de relaciones. Falta mucho: levantar el embargo, democratizar Cuba y presionarlo para eliminar las violaciones a derechos humanos, permitir viajes entre los dos países, y un larguísimo etcétera.
Jacobo Dayán es experto en Derecho Humanos, historia mundial contemporánea, genocidios y relaciones internacionales. Actualmente es conductor del programa Así las cosas que se transmite por W Radio. Síguelo en @dayan_jacobo