Identifica en qué etapa te encuentras y trabaja en ello:
Etapa 1: EL CAOS
Esta etapa es justo después del rompimiento y no hay pierde, la sientes porque estás completamente perdida y tu cabeza no deja de dar vueltas en algunas de estas preguntas: ¿Qué hice mal? ¿En qué me equivoqué? ¿Por qué no me ha llamado? ¿Y si mejor regresamos? ¿Y si él era mi última oportunidad?
Etapa 2: APRENDER A ESTAR SOLO
Ya no tienes a tu compañero cotidiano de tareas grandes y pequeñas, es verdad, pero tampoco necesitas compañía para hacer todo lo que te gusta.
Tu mayor reto es reconocer el nuevo escenario y acomodarte en para armar una rutina distinta. Irremediablemente tienes que estar sola, pero no aislada.
Etapa 3: NUEVAS AMISTADES
Aunque aún no estás al cien sal y conoce, estás dando pasitos de bebé, pero son para adelante y ¡eso es lo que al final importa!
No hay que entrar en una relación “amorosa” porque no se está listo para vincularse con alguien. Lo que necesitas es afecto, que te escuchen, pero eso quizá venga de los amigos, no precisamente de una nueva pareja.
Etapa 4: ASIMILANDO
Es importante reconocer qué pasó en tu relación pasada, por qué falló y qué errores tuvo cada quien, por si acaso es necesario replantear tu modelo de pareja y no cometer los mismos errores.
Etapa 5: TU PROYECTO PERSONAL
Aprende de tus experiencias y reestructura tus prioridades. ¡Comienza a hacer cosas que te hagan muy feliz!
Tu proyecto de vida no puede ser nada más encontrar pareja, serás más feliz si, además de eso, tienes otros sueños. Por eso debes enfocarte en algún proyecto que te haga feliz y que te inspire a ser mejor de lo que fuiste. Escuela, trabajo, cursos o viajes.
Con información de Tere Díaz Sendra y Manuel Turrent Riquelme, especialistas en terapia de pareja.
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