Por Aurora del Villar
Tw. @AuroraDelVillar
Lo bueno de ser cuarentonas es que como nadie da un varo por nuestra capacidad de aprender cosas nuevas (intacta, desde luego), podemos stalkear en redes sociales el perfil de un fulano, y si luego nos pregunta si estuvimos curioseando por su muro, pero podemos decir: “¿Cómo? ¿Yo? ¡Ay no! Yo de eso del internet casi no sé nada” y nos la compran completa.
Tener 40, también nos permite algo así como hablar dos idiomas, porque entendemos que lo que en el español antiguo se decía: “Del deportivo tomé un delfín para irme a la disco”, en español moderno significa: “Salí del gym y me fui al antro en metrobús”.
Pero hay cosas que si cambian, ser cuarentona en la actualidad ya no es como en los tiempos de nuestras abuelas, en los que después de ser jóvenes y hermosas, había algo parecido a una edición en la película y la protagonista se perdía como 20 años hasta que volvía a aparecer con el pelo blanco, sentada en una poltrona y tejiendo suéteres para los nietos y carpetitas para las mesitas de la sala. Ya no.
Hoy, al llegar a los 40, una sabe que le queda mucho más tiempo por delante. ¿No te casaste y ya te dieron ganas? Pues vas, puedes tener la boda del año y sin invitaos por compromiso de los papás, porque la puedes pagar tú y, seamos realistas, muchos de sus amigos ya no están en edad de andar saltando por ahí.
También a los 40 adquieres sabiduría científica, como nunca antes. Ves en carne propia los efectos de las leyes de la gravedad y te queda clarísimo la relatividad del tiempo, y a quien no lo crea, les puedo presentar a una amiga que desde hace siete años está cumpliendo 38.
Las cuarentonas que disfrutamos del sexo pasamos de tener toda la presión reproductiva a una nueva etapa de sensualidad, erotismo y placer con su pareja, sea la que sea: la de toda la vida, la segunda o la tercera vuelta o con un novio más joven, porque ya se sabe que el amor no entiende de actas de nacimiento.
Pero, lo más importante, es que una mujer en sus 40’s ya sabe que “quiero ser feliz” suena bien en cualquier idioma que no solo es una posibilidad: es una obligación.
Lecciones de los 40
- Ya no te da pena decir híncate, perro
- Tener sueño a las 9 pm no es un delito
- Puedes saltarte las fiestas por compromiso
- Ya sabes quienes son tus amigos verdaderos
- Las “almas gemelas” son un mito
- Detectas los patanes a la primera
- Comprar ropa más chica “porque vas a bajar” es inútil
Aurora Del Villar es psicoterapeuta, escritora, conferencista y comediante. Además, lleva sus crisis de la mediana edad con mucha dignidad. Síganla en @AuroraDelVillar
