Por Jacobo Dayán
@dayan_jacobo
Aristegui, una de las voces más críticas y reconocidas de la prensa mexicana, encabeza un equipo de trabajo que desde hace varios años ha apostado por un periodismo comprometido, valiente, incisivo y profundo lo que los ha llevado a ser el espacio radiofónico de noticias más exitoso y prestigiado.
Entre los trabajos periodísticos recientes que generó este equipo fueron los escándalos inmobiliarios de la esposa del presidente y el secretario de Hacienda así como la red de prostitución al interior del PRI capitalino.
La chispa, más bien el pretexto, del enfrentamiento fue la adhesión del espacio dirigido por Aristegui con la plataforma de denuncia ciudadana Mexicoleaks. A partir de ello, MVS reaccionó violenta y desproporcionadamente argumentando que se había hecho “uso de la marca sin autorización expresa”. Algo que se podía resolver fácilmente con diálogo escaló hasta el despido. Como era de esperarse la periodista defendió al aire su independencia y la intención de todo su equipo de seguir con el proyecto periodístico. Rudos desplegados y despidos a parte del equipo llegaron por parte de la empresa que, además, hizo público los nuevos lineamientos a los que se tenían que apegar los comunicadores de la estación.
Los lineamientos ataban de manos a Aristegui y su equipo al golpear la independencia editorial, colocar cercos a los contenidos, invitados y reporteros con que trabajaba la emisión. Para completar el golpe autoritario, estos lineamientos no fueron discutidos con el Defensor de la audiencia de MVS, figura creada en una crisis anterior entre la empresa y la periodista. En el portal de MVS se especifica que: “La presidencia de MVS Radio y los periodistas de Noticias MVS adoptan la figura internacional del ombudsman de la información para preservar el derecho a la información de los radioescuchas de sus emisiones informativas. Para ello, en un marco de pleno respeto al ejercicio de la libertad de expresión de sus periodistas, crean la figura de Defensor de la Audiencia de Noticias MVS.”
En las comunicaciones que ha realizado el Defensor de la audiencia de MVS se destaca el llamado al diálogo (jamás realizado), crítica los lineamientos unilateralmente impuestos por la empresa, dejar a un lado los derechos y opiniones de la audiencia, violar el estatuto del Defensor de la audiencia. En su cuenta de Twitter agregó otros comentarios: “Los periodistas en México se encuentran en una vulnerabilidad enorme, al igual que los derechos de las audiencias. Este caso es ejemplo”. “Con la salida de Carmen Aristegui y su equipo todos perdemos: audiencia, la libertad de expresión, el derecho a la información, MVS…”. ¿Para qué tener a un Defensor de la audiencia que no se consulta? Ahora él debe renunciar, supongo y sugiero.
México vive momentos críticos en los que se pretende reinstaurar un régimen autoritario que creíamos superado, callar las voces críticas, desacreditar los señalamientos internacionales, ignorar y controlar el descontento creciente en la sociedad, dar la espalda a las miles y miles de víctimas que hay en el país, controlar los nombramientos a distintos órganos del Estado, vaciar de contenido reformas constitucionales desde las leyes particulares, burlar cínicamente a instituciones como el INE o el IFAI y mantener un sistema de privilegios de unos cuantos.
La forma y desproporción en que el despido de Aristegui ocurre hace pensar que la decisión fue tomada o sugerida o instigada en algún lugar más arriba que MVS. Esto golpea nuestra incipiente democracia. Estemos de acuerdo o no con la línea editorial de Aristegui y su equipo, su despido elimina, temporalmente espero, una voz necesaria, una voz crítica, una voz valiente. La salida de Carmen Aristegui y su equipo es un ataque a la libertad de expresión, el derecho a la información y el derecho de las audiencias. Una sociedad sin prensa libre y plural difícilmente construye democracias sólidas.
Distintas voces nacionales (medios muy diversos, organizaciones de la sociedad civil y líderes de opinión) se han pronunciado en contra del despido de Aristegui y su equipo. Tendríamos que ponderar la reacción de la prensa internacional que a la distancia levanta la voz de manera contundente y crítica, fuera del país también la nota es un escándalo y ha aparecido en: Al Jazeera, AP, BBC, CNN, El Clarín, El Mundo, El País, Financial Times, Forbes, Le Monde, Los Angeles Times, New York Times, Reuters, The Guardian, The Wall Street Journal, The Washington Post, y Univision, entre otros.
No se trata de un problema entre particulares o una relación laboral tradicional, el golpe dado ataca libertades y es de interés público. México requiere más voces no menos.
Por todo esto, el despido nos concierne a todos, se trata de defender la pluralidad, la libertad de expresión, los límites del poder, la fortaleza democrática, los espacios ganados y creados, la vida pública.
Va desde aquí un abrazo y apoyo solidario a Carmen, Kirén, Salvador, Daniel, Irving, Rafael, Sebastián, Olga, Denisse, Sergio, Lorenzo, Enrique, Jorge, Mardonio, Manuel, Dolia y el resto del equipo.