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2024-12-18 23:01:50
Jefes malos

Tu jefe del infierno

Jamás habla de ti, te encasilla, nunca está, no sabe quién eres, no confía en nadie, no sabe escuchar y jamás pide opiniones. ¿Es su culpa o la tuya?

diciembre 8, 2015

jefe 2Por: Lorena Segura
Tw: ocupadosMX

Si la respuesta es “sí a todo”, culpa de él. ¿cómo puedes lidiar con eso? Lo más importante es que no te estreses, porque esta situación que parece -y es- abusiva te va a dar herramientas para que después tú puedas ser un mejor líder: con el mal ejemplo aprenderás lo que NUNCA debes hacer al coordinar un equipo. Y, mientras tanto, puedes hacer lo siguiente para no enloquecer.
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Encuentra un mentor
Gran dilema. Amas tu trabajo pero odias a tu jefe.
Una solución es buscar un aliado aparte de él. Considera esta estrategia pues esa persona será de gran ayuda: puede aconsejarte y además es probable que si eres un buen elemento abogue porque te tomen en cuenta.

Aprovecha sus debilidades
Si sabes que tu jefe es desorganizado ayúdalo a que siempre esté al tanto de las cosas. Eso funcionará más que sólo quejarte de su incompetencia. Si siempre llega tarde a las juntas, ofrécele comenzar la próxima reunión por él.
Hacerte indispensable y convertirte en un apoyo es un activo bastante valioso para tu futuro profesional.

No te intimides
Cuando es un “bully” recuerda que él obtiene su poder de personas que muestran miedo y agachan la cabeza. Si estás seguro de que trabajas bien, no le des la satisfacción de desmotivarte. Al contrario, haz preguntas, investiga por tu cuenta e intenta ser autosuficiente. Si las cosas escalan a una situación complicada y poco manejable, antes de evidenciarlo plantéate cuáles son tus opciones y quiénes son tus aliados. Si tienes documentadas las malas conductas y sus consecuencias en tu desempeño, mejor.
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No alimentes al tirano
Si tu jefe tiene un ego gigantesco y su única preocupación es mantener el poder, una situación que puede ayudar (aunque resulte dolorosa) es darle el crédito parcial de las cosas. Así jamás echará abajo una idea tuya. Además debes aprender a elegir tus batallas. No vale la pena discutir todo. Intenta ser racional y pensar qué cosas puedes dejar pasar y cuáles sí ameritan que te eches un round con él.

Piensa en números
Cuando él no te ve como un nombre, sino como un número (basado en cuánto vendes, cuánto produces, metas, y resultados), es mejor que comiences a hablar en su lenguaje. Siempre que le presentes alguna idea o proyecto intenta apoyarte con datos y estadísticas. De la misma forma, al momento de tu evaluación, muéstrale que tienes todas las métricas y datos necesarios para argumentar por qué tu trabajo ha sido de calidad.

Sé disciplinado
Esto, junto con la determinación, te puede salvar de perder los estribos y lo poco cool que te queda. La experiencia de tener pésimo jefe seguramente te fortalecerá o sacará a la luz aptitudes que no sabías que podías desarrollar.
Aprenderás a ser más justo con los demás, a defender tus puntos con claridad y buenos argumentos, escucharás mejor y serás más paciente. Puede que no estés seguro de lo que quieras en tu vida laboral, pero por lo menos tendrás clarísimo lo que NO quieres.

Díselo
No se trata de exponerlo con los que están arriba de él o en público, pero muchas veces un jefe está arriba demasiado ocupado para ponerse a pensar si está haciendo las cosas bien o si sus empleados lo respetan. Puedes agendar una cita con él y explicarle que necesitas más orientación y definición de metas. Enfócate en tus necesidades. Muchas veces los jefes confunden el “empoderar” a sus empleados con dejarlos solos y sin dirección. No está mal que le hagas saber lo que necesitas.
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Haz que se comunique
Tal vez el problema de tu jefe es que no sabe comunicarse de manera acertada (un skill básico pero muy escaso dentro de todas las empresas mexicanas). Puedes ser proactivo y organizar juntas. De esta manera estarás más entrenado de lo que él quiere de ti y podrás comunicarle cómo van los proyectos en los que estás. Si no te da su opinión, pídesela: “Jefe ¿cómo vio el proyecto pasado? ¿Funcionó? ¿Tiene algún comentario? ¿En qué puedo mejorar?

Hazte presente
Si tu jefa jamás te menciona con las demás personas y de la impresión de que trabaja solo, intenta venderte más. Sé que a veces puede sonar presuntuoso, pero aprovecha cada oportunidad que tengas para hablar de ti y presentarte con las personas que crees importantes. No dejes que se lleve todo el crédito, pero hazlo de una forma sutil. No grites ni empujes.
Muchas veces lo que hace falta con este tipo de jefes poco cooperativos es saber negociar. Ahora, si de plano no puedes sacarlo de su zona de confort, utiliza todo a tu favor para intentar agregarle valor a la compañía y hacerte notar. No te des por vencido y, si es el trabajo de tus sueños, ¡lucha por él!
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diciembre 8, 2015