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A 70 años, ¿qué fue el nazismo?

Muchos especialistas han tratado de entender qué y cómo ocurrió el Holocausto. Entre los más destacados se encuentra Raúl Hilberg.

abril 30, 2015

Jacobo-DayanPor Jacobo Dayán
@dayan_jacobo

Los pasajes más oscuros que ha transitado, más bien sufrido, la humanidad fueron aquellos años que inician con la Primera Guerra Mundial (1914) y que culminaron con la caída del régimen nazi a principios de mayo de 1945, de manera simbólica con el suicidio de Adolf Hitler el 30 de abril, y quedando sellados con las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. Con Hitler moría la ideología más extrema de la historia de la humanidad: el nazismo-fascismo antisemita. Claro, moría esa ideología criminal, pero hoy tenemos preocupantes reediciones de ideas surgidas o parecidas a la inhumanidad del nazismo.

La primera gran duda que surge es, en qué condiciones nace y se desarrolla una idea criminal que es adoptaba por un Estado y seguida por millones de personas. A finales del siglo XIX, Europa se encontraba en un profundo cambio, el orden anterior desaparecía y surgía algo nuevo, más complejo y mucho más peligroso. Años en que se esfumaban las viejas certezas del mundo imperial y se quebraba el orden social jerárquico bajo el que se vivió por décadas, y en algunas regiones por siglos. Un mundo parecido al de hoy, donde percibimos que las verdades de ayer dejan de existir y algo nuevo emerge, no sabemos qué pero estamos seguros que estamos ante el surgimiento de nuevos paradigmas. Nuestra sensación es de temor, angustia, inestabilidad y alerta constante, de igual manera se vivía a principios del siglo XX. En palabras de Bertolt Brecht: “La crisis se produce cuando lo viejo no acaba de morir y cuando lo nuevo no acaba de nacer”.

Como perdedor de la Primera Guerra Mundial, Alemania se encontraba abatida y humillada. Los años del intento de establecer, por primera vez en su historia, una República (1918-1933) fueron caóticos, con crispación política, violencia, crisis moral, enorme inflación que al frenarse se encontró con la gran crisis mundial de 1929 generando una hecatombe económica , desempleo, varios sectores con temor de que la revolución comunista soviética se replicara, avance de la secularización, revolución sexual, vanguardias en el arte, masificación de los medios de comunicación, es decir, todo era novedoso o conflictivo, nunca visto. Varios sectores de la sociedad se encontraban desencantados con lo que ofrecía la modernidad. En Alemania estalla todo aquello que se encontraba en gestación en el mundo occidental.

En este entorno surge el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (Nazi). Llega al poder en 1933 con el apoyo de cerca de un tercio de la población. Su oferta ideológica se centra en recuperar el orgullo alemán, resolver los problemas económicos, restablecer el orden “perdido” y llevar a las alturas que le “correspondían” a una “raza aria” predestinada a controlar y gobernar el mundo. Nunca ocultó su agenda ultranacionalista-racista-antisemita.

El nazismo identificaba varios enemigos, entre ellos: la modernidad, lo urbano, el liberalismo, la democracia republicana, el capitalismo, la religión judeocristiana y el comunismo.

El alemán promedio estaba completamente rebasado y perplejo, nada funcionaba, todo iba mal, cree que los medios le mienten, los políticos no funcionan, hay desempleo, y crisis de la vida pública. El nazismo-fascismo pretendía desarrollo manteniendo una sociedad tradicional basada en estratos jerárquicos. Según el filósofo Slavoj Zizek, el nazismo lo logró creando una narrativa ideológica que explicaba de manera simple cómo funciona la sociedad y qué es lo que está fallando como resultado de injerencias externas. De aquí el discurso antisemita de varias caras. Los estereotipos históricos que se construyeron del judío en Europa por siglos hicieron que éste encarnara todos los males: banca internacional, comunismo, derrota en la guerra, valores democráticos, vanguardia artística. Para restaurar la “salud” de la sociedad es necesario “exterminar” a la “plaga” que ha penetrado al cuerpo social”.

Muchos especialistas han tratado de entender qué y cómo ocurrió el Holocausto. Entre los más destacados se encuentra Raúl Hilberg quien afirmaba que el nazismo heredó las leyes de discriminación, segregación y confinamiento de los judíos que por siglos se implementaron en Europa, tanto por la iglesia como por gobiernos seculares. Esta perversa tradición formaba un reservorio que fue utilizado a gran escala. Heredan los estereotipos del judío, desde Martín Lutero hasta el antisemitismo nacionalista del siglo XIX, y son llevados a gran escala propagandística con los medios del momento (radio, cine, afiches y todas las manifestaciones artísticas posibles). Toda esta herencia fue puesta en práctica por la burocracia de manera sistemática y en perfecto orden lógico. Poco fue inventado por el nazismo hasta que se dio el paso hacia la “solución final” y el exterminio sistemático a gran escala. Esto es lo que los hace diferentes y marca un punto de inflexión en la historia de la humanidad, sin precedentes. Incluso aquí hay una progresión lógica: los primeros siglos del cristianismo afirmaron “ustedes no pueden vivir entre nosotros como judíos” (conversión). Los gobiernos seculares decretaron “ustedes no pueden vivir entre nosotros” (guetos/expulsión) y los nazis instituyeron “ustedes no pueden vivir “(solución final).

Definir el nazismo en términos políticos es casi imposible. Los crímenes que cometieron no tenían ninguna utilidad política o militar, se trataba de personas que su propia existencia amenazaba el proyecto nazi. Su objetivo era crear una “mejor sociedad” a través de la violencia.

Hoy solo queda el silencio y el horror. No nos queda más que recordar y buscar la no repetición. Theodor W. Adorno afirmó “Hitler ha impuesto a los hombres un nuevo imperativo categórico para su actual estado de esclavitud: el de orientar su pensamiento y su acción de modo que Auschwitz no se repita, que no vuelva a ocurrir nada semejante”.

¡Nunca más!

abril 30, 2015