Una nueva tendencia está surgiendo en Japón y proponen que vivir separados es bueno para tu relación o matrimonio.
En 2021, se registraron casi 453.090 enlaces matrimoniales en México. Este dato representa un incremento de más de 117.500 matrimonios con respecto a la cifra registrada el año anterior, de acuerdo con Stadista.
Pese a ello, el dato sigue siendo inferior al registrado antes del inicio de la pandemia de COVID-19, cabe señalar que desde 2010 los enlaces matrimoniales entre personas del mismo sexo son legales en México y esto no ha incrementado en mayor número la cantidad de enlaces.
Pero aún cuando la gente se casa, existen diferentes tipos de matrimonio, desde los abiertos, cerrados y ahora los separados. Estos matrimonios tienen como base el vivir separados y tener propia independencia y verse regularmente… muchas veces sin dormir en la misma casa.
¿QUÉ ES UN MATRIMONIO SEPARADO?
Un matrimonio separado significa el que ambas personas viven en su propia casa y se ven regularmente -algo así como un noviazgo-, pero con el compromiso legal de estar casados, pueden tener hijos, bienes y todo compartido pero no viven juntos.
La pareja vive por separado en sus propios hogares, manteniendo su propio estilo de vida y priorizando lo que es importante para ellos, ya sea su trabajo, vida social, pasatiempos o el cuidado de los niños.
Este estilo de vida se ha popularizado en Japón y muchas personas están considerando el vivir separados para tener una mejor armonía matrimonial.
LO BUENO DE VIVIR SEPARADOS
BBC hizo una entrevista a dos personas que decidieron tener un matrimonio separado y así lo explican. “Nunca he vivido con mi esposo, no fue algo que planeáramos desde un principio, escogimos un ‘matrimonio separado’, ya que era lo mejor para nosotros», explica Hiromi Takeda empresaria japonesa a BBC News.
“La ventaja de tener matrimonios separados es que nos da independencia, de estilos de vida, por ejemplo: meditar, dormir más o sencillamente comer algo que nos gusta a la hora que queramos» dice el esposo de Hiromi, Hidekazu Takeda, que es consultor empresarial.
“Mi esposo vive a una hora de mi casa y rara vez se queda a dormir, nos vemos unas dos o tres veces a la semana, pero eso no quiere decir que esté alejado de mi hijo o de sus responsabilidades», dice Hiromi cuando se le pregunta sobre las responsabilidades de la casa. “La desventaja es que no estoy tanto en casa para el cuidado de mi hijo, pero a diferencia de mi matrimonio anterior, éste me permite centrarme en mi carrera; que es muy importante para mí y estar presente cuando se necesita», Hidekazu.
Sobre lo que piensa la gente de este tipo de relaciones, ambos dicen que, al menos en Japón, es contradictorio ya que: “Los hombres nos dicen que es una situación muy mala, no tengo a una mujer que me atienda, que lave la ropa o los trastes, que vea la casa o esté al pendiente de la comida… por el contrario, las mujeres opinan que es algo que les gustaría hacer al menos por un tiempo”.
Puedes ver la entrevista en inglés aquí.
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