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2 pasos para manejar el enojo

El enojo es el intento que hacemos por balancear una situación que hemos considerado injusta. Lo usamos por la impotencia que nos provoca lo ocurrido pero debemos aprender a controlarlo.

junio 25, 2013

bajar-el-enojoMario Guerra
Tanatólogo, terapeuta
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“Cualquiera puede enojarse, eso es algo muy sencillo. Pero enojarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo”.
-Aristóteles

¿Qué es el enojo?

  • Es la emoción que nos prepara para la pelea y el contraataque.
  • El enojo no es sino el intento que hacemos por balancear una situación que hemos considerado injusta, contra la impotencia que nos provoca lo ocurrido.

¿Tiene alguna utilidad práctica?

  • Hacerle saber a otro que lo que ha hecho nos ha afectado.
  • Para evitar que lo vuelva a hacer o repare su falta.
  • Hacerle saber a otros que hemos sido lastimados.
  • Para que empaticen con nosotros y nos sintamos comprendidos y cobijados por el grupo.

¿Pero realmente funciona?

  • La gran mayoría de las veces no resuelve el hecho que ha provocado nuestro enojo.
  • Para que el enojo sea de verdadera utilidad, debe cumplir con estos dos criterios:
  • Ser dirigido hacia la persona que intencional e innecesariamente se ha portado de una manera ruda o injusta hacia ti.
  • Ser benéfico o ventajoso para tí; es decir, que te ayude a alcanzar un objetivo.
  • Es importante señalar que algo que es benéfico para tí no es que al otro le vaya mal o que sufra.
  • Eso no te provee de un beneficio, sino de un perjuicio al otro, aunque puedas alegrarte.
  • La realidad es que pocas veces nuestro enojo lo expresamos bajo esas condiciones.

¿Qué necesitamos para manejar el enojo?

Conciencia:

  • De nuestras explosiones de ira.
  • No de justificarse con un “pues es que así soy yo”.

Responsabilidad:

  • Para asumir que esto no es un mal genético, sino algo con lo que se puede trabajar y matizar con los pasos adecuados.

Voluntad:

  • De querer cambiar, de ya no querer lastimar a los demás.
  • Ya hablamos en otra ocasión de como muchos “se sirven” de las emociones para chantajear o manipular a otros.

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Como van a dar una solución en dos pasos debe ser sencillo:

  • NO: Por eso se necesita la suficiente motivación y saber que van a presentarse muchas resistencias inconscientes.
  • Además, porque el enojo ofrece recompensas inmediatas:

a. Sentirte moralmente superior que aquel o aquello que te ha hecho enojar.
b. Satisface tu necesidad de justicia inmediata, porque sientes que estás poniendo “en su lugar al otro”.
c. Te libera de la ansiedad y de un sentimiento de vulnerabilidad, pues la adrenalina te hace sentir empoderado, aunque la sensación no dura.
d. Te impide sentirte en soledad y abandono, pues regularmente te enojas con alguien que es importante para ti y al menos el enojo te mantiene vinculado a esa persona.
e. Te reintegra, al menos parcialmente, una sensación de control cuando, en tu frustración, te sientes repentinamente fuera de control.
f. Intimidas a la otra persona y la mantienes a raya.

Veamos ahora los 2 pasos para manejar el enojo:

  • Sabemos que van a sonarte muy simples, pero tendría que ser necesariamente una solución muy compleja para ser una buena solución.
  • O eres de los que creen que lo más caro siempre es lo más bueno.
  • Si padeces de continuos ataques de ira o eres de carácter explosivo, quizá tus propios mecanismos de defensa te lleven a minimizar estos dos pasos con tal de no implementarlos.

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1. Relájate

  • Como lo dije, el enojo es la emoción que te prepara para la pelea en el flight or fight.
  • Por lo tanto, tu cuerpo se llena de energía y adrenalina, cada músculo de tu cuerpo está activado, cada órgano está listo para el combate.
  • Tu cuerpo se tensa y tu capacidad de reflexionar se bloquea.
  • Se afecta tu pensamiento, exagerándose y distrosionándose, de manera proporcional a la activación que tu cuerpo tiene para luchar
  • Generalmente lo que se presentan ataques verbales, a menos que hayas contenido el enojo, entonces podrían presentarse ataques físicos impulsivos.
  • Los ataques verbales son torpes, poco articulados, poco razonables y con el único objetivo de demostrar al otro que tienes la razón o buscar venganza.
  • Usa o aprende alguna técnica de relajación estructurada.
  • Respiración diafragmática, meditación, escuchar música tranquilizante, imaginación guiada, autohipnósis, acupresión, Yoga, etc.

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Si no conoces ninguna, o si no has podido aprender una:

  • Cierra los ojos, toma una respiración profunda y exhala muy lentamente el aire.  Hazlo por 3 repeticiones.

Si esto no te funciona, entonces:

  • Haz ejercicio vigoroso no violento.
  • Correr, saltar, caminar vigorosamente, levantar pesas, etc.
  • Golpear un costal, una almohada o cualquier otro método violento, no es algo que suelo recomendar salvo como un caso desesperado donde no haya otra alternativa.
  • El canalizar el enojo por la vía física violenta, genera anclajes y patrones de agresión.
  • Aunque liberas el enojo de manera muy eficiente, tu mente aprende a hacerlo a través de golpear.

2. Reevalúa

Revisa la situación

El enojo no se deriva principalmente de lo sucedido, sino de la interpretación que damos a lo sucedido.

Hazte, por ejemplo, las siguientes preguntas:

  • ¿De verdad esa persona quería lastimarme?
  • ¿Es posible que esté exagerando las cosas?
  • ¿Me estoy tomando demasiado en serio esto?
  • ¿De veras quiere pasarse de listo?
  • ¿O tendrá necesidades legítimas como las mías?
  • ¿Es esto personal o así suele tratar a la gente?
  • ¿Cómo he contribuido a que todo esto sucediera?
  • ¿No estaré tomando las cosas demasiado literal?
  • ¿Qué otra razón, además de la que ya he pensado, podría haber motivado a esta persona a actuar de esta manera?

Estos dos pasos son una excelente herramienta, pero como cualquier otra, necesita que la llevas a cabo y que la practiques.

Seguramente al principio lo harás torpemente y aún con mucha frecuencia volverás a dejarte llevar por el enojo, pero ese no es motivo para rendirte.

Continúa llevando a cabo lo que te hemos sugerido, o encuentra tu propia manera, pero recuerda, si sientes que no puedes, es tu responsabilidad buscar ayuda profesional.

junio 25, 2013