Mario Guerra
Psicoterapeuta y tanatólogo
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¿Haces lo que sea por evitar conflictos? ¿Eres de las personas a las que los conflictos les provocan angustia o ansiedad?
Aguas: no es lo mismo prevenir conflictos que hacer más de lo necesario con tal de evitarlos.
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¿Qué es exactamente un conflicto?
- Es el desacuerdo que se tiene con otra persona, o con uno mismo, en donde se sostienen dos posturas mutuamente excluyentes acerca de algo y que no ha sabido resolverse.
- Cuando se llega a acuerdos el conflicto desaparece.
¿Cómo saber si eres un evitador de conflictos?
- Cambias el tema de conversación.
- Distraes la atención del otro con cualquier cosa.
Evades directamente hablar del tema:
- Guardando silencio o dejar al otro hablando sólo.
- Haciéndote el ofendido o el enojado.
- Culpando al otro del conflicto en sí mismo tomando una falsa actitud “pacificadora” para poder restregarle en la cara su necedad, intransigencia o poca tolerancia.
Aparentando prisa.
- Diciendo que “este no es el momento o lugar oportuno”, pero nunca retomando el tema.
- “Dar el avión” al otro de manera sarcástica.
- Cedes “amablemente” (sumisamente) tu opinión, punto de vista o necesidades con tal que otro u otros no se molesten o salgan lastimados.
- Usando fórmulas como el “cómo quieras”, “me da igual” o “elige tú”.
Que pasa cuando lastimamos a los que amamos
Pospones
- Decisiones importantes o acciones que crees traerán consecuencias negativas para ti, para otra persona o para una relación.
- Porque te pasas la vida buscando sin encontrar (porque probablemente no existe) la forma de comunicar esa decisión o actuar sin que haya ni la más mínima consecuencia negativa para nadie.
- Ni siquiera toleras la sola idea de que te miren feo o vayan a decir cualquier cosa de ti.
¿Es malo evitar los conflictos?
No, de hecho sería lo ideal prevenirlos.
El problema no es la evitación de un conflicto; lo que lo convierte en algo negativo es:
- La razón por la que se busca evitar.
- Miedo o ansiedad son las peores razones.
- El costo de evitarlo.
- Nunca cobras lo que prestas, vives con alguien con quien ya no estás a gusto, trabajas en lugares que ya no quieres, te cuesta decir que no, toleras abusos de manera “voluntaria”, proyectas conformismo o debilidad de carácter y te agarran de cochinito.
- Dejas que las cosas se estanquen por años.
Que onda con el perdón
Canalizas los sentimientos que se producen mediante el aislamiento o el consumo de sustancias.
¿Qué has llegado a tolerar tú para evitar un conflicto?
- La importancia real del tema.
- Una tragedia griega sobre el refrigerador entreabierto quizá es un tanto exagerado.
- Si resuelve o no el problema el evitarlo.
- Si lo echan bajo el tapete y el problema surge una y otra vez entonces evitar no es la mejor estrategia.
¿A qué le temen los evitadores de conflictos?
- A la reacción del otro.
- Castigo o decepción.
En las parejas una persona excesivamente demandante puede disparar en la otra conductas de evitación y se forma un círculo vicioso.
- A las emociones derivadas de los conflictos.
- Ante el conflicto hay dos perspectivas:
- Orientación hacia los sentimientos.
Personas hipersensibles a los que el impacto emocional propio o de otros es una prioridad sobre la lógica o los hechos.
- Orientación hacia los pensamientos.
Personas que reconocen el costo emocional de una decisión, procuran la que cause el menor impacto posible, pero el mayor beneficio alcanzable para el sistema (relación o persona).
- A que su imagen e identidad se vean dañadas.
- No quieren ser los malos del cuento.
- Esto derivada de una autoestima distorsionada.
A su incompetencia para resolver conflictos.
Derivado de padres autoritarios, que creían siempre tener la razón, eran repartidores de culpas, que exigían obediencia y devoción ciegas, no escuchaban argumentos o con problemas para el manejo de emociones.
Hay quien laboralmente enfrenta los conflictos pero las situaciones emocionales no puede manejarlas.
¿Entonces siempre debemos enfrentar los conflictos?
- No necesariamente. Enfrentar los conflictos no significa hacer de todo un conflicto.
- De hecho lo ideal es prevenirlos, aunque no evitarlos cuando ya se están presentando. ¿Qué diferencia hay?
- Prevenir un conflicto
- Cuando vas manejando evitas chocar con otros autos.
- Provocar un conflicto
- Chocar deliberadamente tu auto con otro.
Eres de los que les gusta recibir aprobación de todos checa esto
Evitar un conflicto
Cuando chocas tu auto con otro auto, haces frente al problema de la mejor manera posible. Lo que no ayudaría es salir corriendo entre los autos abandonando tu coche.
Si es posible, resuelve el problema y no es tan importante el tema, evítalo permanente o temporalmente.
Por ejemplo; entrar en conflicto por determinar si la película que acaban de ver es buena o no quizá no valga la pena, porque ni van a determinar ustedes si es buena y al final saberlo muy probablemente no haga una diferencia significativa en sus vidas.
A veces ayuda evitarlo de forma temporal para que las cosas se “enfríen”, pero si el problema es recurrente o serio debe retomarse.
En las parejas usar la fórmula del “tenemos que hablar” hasta para cosas tan simples como haber usado el vaso “incorrecto” para beber la leche es contraproducente.
John Gottman dice que las parejas que duran mucho tiempo y son felices tienen estas actitudes con relación a los conflictos:
Saben que hacer un drama por lo que sea no tiene sentido.
Reconocen que buscar cambiar aspectos de la personalidad de su pareja les traerá más frustraciones que satisfacciones y renuncian a crear conflicto por esto.
Cuando entran en conflicto primero buscan dejarlo ir y si no entonces sí buscan resolverlo.
Reconocen que evitar conflictos les aporta beneficios.
Evitar conflictos no involucra para ellos renunciar a necesidades relevantes, no daña su identidad y no lo ven como perder.
¿Qué hacer?
Si estás con alguien así y es una persona significativa para ti.
Haz de los desacuerdos o conflictos algo natural, que busca resolución y ponle menos drama al asunto.
Evita regodearte cuando tienes la razón y hacer una tragedia cuando no.
Si eres un evitador de conflictos y eso te trae problemas contigo mismo o con otros.
Reconocer que enfrentar los conflictos puede no ser grato y que eso es normal.
Identificar si el asunto puede resolverse o tiene que aprenderse a vivir con él.
Mantener la atención más sobre la resolución del asunto y menos sobre las emociones, que son inevitables.
