¿Podrías tener presbicia? Al responder unas preguntas puedes saber si tienes o no … además te contamos todo sobre ella.
La visión es una de los grandes dones de la humanidad, pero con el tiempo y como todo, comienza a fallar, por esta razón te revelamos qué es lo que podría ocurrir con ella, así como lo que debes de hacer si presentas esta complicación en algún momento de tu vida.
UNAS SENCILLAS PREGUNTAS PUEDEN REVELAR MUCHO
¿Notas dificultad para leer o ver objetos que están cerca de tus ojos?
¿Ahora requieres mayor iluminación para ver claramente en actividades de precisión visual como enhebrar una aguja o leer una letra pequeña?
¿Has presentado la sensación de que las letras “se amontonan”?
¿Aprendiste que, si estiras tu brazo alejando lo que quieres ver, esto se hace más claro y fácil de ver?
¿Al ver el chat de tu celular, decidiste aumentar el tamaño de la letra?
¿Últimamente sientes dolores de cabeza cuando lees mucho o haces actividades donde tienes que ver a distancias cortas?
¿PODRÍAS TENER PRESBICIA?
Si te identificaste con 5 puntos o más, es probable que tengas presbicia y necesitas acudir con un profesional en salud visual para que te ayude a confirmar si lo tienes.
¿QUÉ ES LA PRESBICIA?
Pasados los 40 años, experimentamos una serie de cambios físicos que pueden afectar de manera gradual nuestro desempeño en nuestro día a día: dolor de articulaciones, presión arterial elevada o incluso el desgaste de nuestra visión. Este último es más común de lo que te imaginas, ya que es una evolución natural de la vista que se vuelve más evidente con el paso de la edad. A este proceso se le conoce como presbicia.
La presbicia es la pérdida gradual de la capacidad para enfocar objetos cercanos y comienza a notarse entre los 40 y 45 años, hasta estabilizarse cerca de los 65 años. Algunas de sus principales manifestaciones son: dolor de cabeza frecuente, fatiga visual al intentar ver de cerca o alejar los libros u otros objetos para distinguir mejor.
EASY! NO TODO ES TAN GRAVE CON ESTA ENFERMEDAD
Eso sí, ¡No hay por qué alarmarse! Con la ayuda de unos lentes progresivos podrás continuar tu vida con normalidad, ya que contarás con una opción que te ayude a mejorar tu visión y sea acorde a tu ritmo de vida y exigencias visuales, recuerda que es importante el acercarte a un profesional de la salud para tener un diagnóstico preciso.
Una de las características de las lentes que pueden ayudar a combatir este mal degenerativo es que incluye una graduación que varía progresivamente. La lente progresiva a diferencia de la lente bifocal, corrige el problema de manera más eficaz y se adapta a todas las distancias: la parte inferior de la lente está graduada para visión de cerca, mientras que la central para la intermedia y la superior para la lejana, lo que permite ver de una manera más precisa y nítida permitiendo hacer sus actividades de forma cómoda.
Fuente: Essilor
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