Estas son algunas de las cosas que podrían estar matando a tu estómago lentamente, así que debes de parar ¡ahora!
Muchas veces consideramos los productos médicos para el estómago como algo bueno, pero pueden ser contraproducentes. Conoce lo que puedes estar haciendo mal y literalmente matando a tu estómago.
¿QUÉ ES EL ESTÓMAGO?
El estómago es la porción del sistema digestivo que se ocupa de descomponer los alimentos. El esfínter inferior del esófago en la parte alta del estómago regula el paso del alimento del esófago al estómago y evita que el contenido del estómago retorne al esófago. El esfínter pilórico en la parte baja del estómago administra el paso del alimento del estómago al intestino delgado.
COSAS QUE ESTÁN MATANDO A TU ESTÓMAGO LENTAMENTE
Usar laxantes para evacuar diario, cuando “nos sentimos” estreñidos, inflamados, etc. Normalmente pensamos «quiero evacuar todos los días, es normal, entonces me tomo un laxante», pero esto puede ayudar a que tu estómago y sistema digestivo lo pase mal.
Comer más de lo que nos hace sentir satisfechos. Esto puede hacer que tu estómago trabaje a marchas forzadas y afectar a tu salud a largo plazo.
Inducirnos el vómito porque algo nos cayó mal. Los jugos gástricos tiene como función el » destruir» la comida para extraer los nutrientes, si pasan por el esófago pueden causar mucho daño en tu sistema digestivo.
Tomar medicamentos para aliviar reflujo, acidez, inflamación, cólicos, antidiarréicos, antiinflamatorios, estos medicamentos puede llegar a perder su efectividad si abusamos de ellos.
Pelar frutas y verduras. La fibra es vital para nuestro sistema digestivo, ayudando a tener una mejor salud, digestión y evacuación, un gran consejo: come tus frutas y verduras con toda la fibra.
Ayunar. Las desventajas de su práctica pueden ser que, si la persona que va a realizar este tipo de estrategia no está preparada o el planteamiento no es correcto, puede producir irritabilidad, ansiedad, problemas del sueño, falta de concentración, cefaleas o déficit nutricionales.
No respetar el reflejo de evacuación. Cuando tienes que ir, debes de ir. Muchas veces nos «aguantamos» por asco o por que pensamos que llegamos a casa -nuestro lugar seguro- para ir al baño, pero esto puede constiparnos y afectar los intestinos.
¡Beber de más! El alcohol aumenta la producción de ácido en el estómago y demora el vaciado estomacal. Cualquiera de estos factores puede causar dolor abdominal, náuseas o vómitos. El alcohol puede provocar una caída del azúcar en sangre.
Excedernos con los irritantes. Distensión abdominal y dolor ardoroso en la parte central de la boca del estómago, o parte baja de la apéndice, son los síntomas que presenta un paciente cuando ya existe algún daño en el estómago por consumir en exceso grasas e irritantes
Vigorexia, Ortorecia, Bulimia y Anorexia. Esto provoca una alteración de la sensación de saciedad postprandial (tras las comidas), una sensación incómoda de pesadez en el estómago que puede desembocar en náuseas e hinchazón.
Fuente: Ana Teresa Abreu Gastroenteróloga Consulta a nuestro especialista
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