Eduardo Calixto
Neurofisiólogo, Médico cirujano con Maestría y Doctorado en neurociencias por la
UNAM. Post Doctorado en Fisiología Cerebral en la Universidad de Pittsburgh, PA, EUA.
TW: @ecalixto
México es el país con mayor porcentaje de estrés vinculado al trabajo, pues 75% de los empleados padecen este problema.
El nivel de estrés laboral en China es 73%, y de 59% en Estados Unidos.
Países con más estrés general, Bloomberg 2013
10. Bolivia
9. Macedonia
8. Jamaica
7. Paquistán
6. Colombia
5. Guatemala
4. Mongolia
3. El Salvador
2. Sudáfrica
1. Nigeria
El estrés crónico afecta negativamente la salud física y mental
Incrementa el metabolismo
Adapta una respuesta hormonal ante un estimulo nocivo.
Puede inducir muerte neuronal.
Además de esto, puede generar efectos conductuales: un estudio reciente de la Universidad de McGill (Martin LJ, Curr. Biol 2015) indica que el estrés puede inhibir nuestra capacidad de empatía con los demás.
Las sustancias más relacionadas con el estrés y sus consecuencias son la serotonina y cortisol.
La serotonina es considerada la hormona del bienestar.
El cortisol es producido por las glándulas suprarrenales y aunque es vital, en grandes cantidades provoca daños a la salud.
Estrés mata compasión
Al tener estrés, el cortisol y esteroides asociados disminuyen la capacidad cerebral de sentir dolor emocional, modifican la percepción de estímulos nocivos además de que se interpreta de distinta forma el dolor emocional (tristeza, ansiedad) de otras personas.
Bloquear la actividad de estas hormonas hacen que se perciba conscientemente la sensación de dolor moral. Es decir, que la empatía por otras personas depende del estrés.
La sensación de empatía por quien experimenta un mal momento o una experiencia triste aumenta, cuando nosotros previamente ya la experimentamos.
Los cambios bioquímicos en el cerebro relacionados con el estrés previene el contagio emocional.
En roedores, cuando se someten a dolor, entre ellos generan empatía, pero en estrés el vínculo social se disuelve.
En humanos, quitar el efecto hormonal del estrés ante la experiencia del dolor, nos hace más empáticos.
Gesticulamos y nos movemos más. ¿Cómo respondemos a las situaciones sociales? La respuesta: estamos condicionados por el nivel de estrés y ansiedad que tenemos previamente.
Estrés: diferente en hombres y en mujeres
En hombres el estrés debilita habilidades empáticas. Hace egocéntricos a los hombres y menos capaces de distinguir sus propias emociones de los de otras personas.
El estrés puede conectar más sinapsis en el hipocampo del varón.
En las mujeres se fortalecen estas habilidades.
¿Cómo nos afecta el estrés?
En el estrés se libera a grandes concentraciones en el hipotálamo CRH, hormona que libera corticotropina de la hipófisis que a su vez incrementa los niveles de cortisol por parte de las glándulas adrenales.
Esto favorece la aparición y el mantenimiento neuroquímico de la depresión: incrementa la vasopresina y disminuye la serotonina y oxitocina.
Esto disminuye la expresión del amor en cualquiera de sus expresiones.
Un artículo publicado en Scienfic American Mind (abril 2015) indica que personas que tuvieron estrés importante en su vida impactarán negativamente en la vida de sus hijos (estrés trans-generacional).
Para reflexionar
El cortisol no es una mala hormona, el problema es tener sus concentraciones altas por tiempos prolongados: sobre activan al sistema límbico, generando expectativa de peligro, hipervigilancia e incremento en el consumo de calorías.
La adaptación inmediata a un problema o trauma nos permite sobrevivir, adaptarnos, eso lo permite el cortisol.
La patología se inicia cuando se tiene niveles altos de cortisol en forma crónica, a esto se le llama estrés, cambia al cerebro y conductas: disminuye la empatía social y nos hace egoístas.
Incluso el estrés puede influir negativamente en la salud mental de nuestras siguientes generaciones.
En contraste, no tener cortisol también nos hace vulnerables a los problemas.
Síntomas de cortisol bajo
Fatiga crónica.
Alergias.
Asma.
Susceptible a enfermase.
Infecciones.
Artritis.
Fibromialgia.
Síntomas de cortisol elevado
Pérdida de masa muscular y ósea.
Incremento en la grasa abdominal.
Azúcar en sangre elevado.
Mucho antojo de alimentos ricos en azúcar.
Resistencia a la insulina.
Presión arterial elevada.
Sistema inmune bajo.
Problemas de memoria, sueño y de humor.